Los motivos de fondo que llevan al Madrid a cargar contra el Villarreal – Barça de Miami

Como en 2018, el Real Madrid ha vuelto a oponerse a la celebración de un partido de LaLiga en Miami, una ciudad en la que viene de establecer su campamento base en EEUU, un mercado que consideran estratégico. Detrás de estas dos negativas apareció el mismo motivo en la carta justificada: «Integridad». El club que preside Florentino Pérez estimó, tanto en el Girona – Barça de entonces como en el Villarreal – Barça que un encuentro de la competición española disputado en otro país compromete «la legitimidad de los resultados y sienta un precedente inaceptable». Como en 2018, el Real Madrid ha vuelto a oponerse a la celebración de un partido de LaLiga en Miami, una ciudad en la que viene de establecer su campamento base en EEUU, un mercado que consideran estratégico. Detrás de estas dos negativas apareció el mismo motivo en la carta justificada: «Integridad». El club que preside Florentino Pérez estimó, tanto en el Girona – Barça de entonces como en el Villarreal – Barça que un encuentro de la competición española disputado en otro país compromete «la legitimidad de los resultados y sienta un precedente inaceptable».  

Como en 2018, el Real Madrid ha vuelto a oponerse a la celebración de un partido de LaLiga en Miami, una ciudad en la que viene de establecer su campamento base en EEUU, un mercado que consideran estratégico. Detrás de estas dos negativas apareció el mismo motivo en la carta justificada: «Integridad». El club que preside Florentino Pérez estimó, tanto en el Girona – Barça de entonces como en el Villarreal – Barça que un encuentro de la competición española disputado en otro país compromete «la legitimidad de los resultados y sienta un precedente inaceptable«.

De fondo, en esta oposición frontal subyacen motivos económicos y de estrategia empresarial. Si finalmente se lleva a cabo en Miami el encuentro de la jornada 17, el Barça y el Villarreal se verán beneficiados por el foco que atrae el primer encuentro de este tipo que se disputa fuera de las fronteras estatales. LaLiga, que cuenta con el apoyo de la RFEF, exportaría un encuentro del campeonato regular por primera vez en su historia. Sería un evento pionero para un torneo de este tipo, no así para torneos cortos, algo habitual, por ejemplo, con la Supercopa de España en Arabia.

El Villarreal – Barça, por tanto, sería la culminación de una estrategia a largo plazo en la que también están involucradas otras competiciones europeas como la Serie A. La competición italiano aprobaba en junio la celebración del AC Milan – Como para el fin de semana del 7 y el 8 de febrero de 2026. La ciudad elegida es Perth. En esta ocasión, la patronal italiana aprovechó para promover la deslocalización debido a que en esas mismas fechas se celebra en San Siro la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno 2026 Milán-Cortina.

Este encuentro, que no ha contado, por el momento, con la oposición de otros equipos, necesita la aprobación de la FIFA, UEFA y AFC (Asia) para su celebración. De ahí que el Real Madrid haya interpelado a los dos primeros organismos para que veten la estrategia de internacionalización de LaLiga de la que no quiso formar parte en 2018 y que tampoco entra en sus planes actuales. Todo ello, a pesar de que el ‘clásico’ fue siempre la joya de la corona que se puso sobre la mesa para jugarse en el extranjero. El problema, ninguno de los dos clubes implicados está dispuesto a renunciar a la lucrativa localía de un partido de este calado.

Ahí radica el rechazo de fondo del Real Madrid a la celebración del Villarreal – Barça en Miami. Según las primeras estimaciones, el club azulgrana podría ingresar entre cinco y seis millones por el encuentro de diciembre de 2025. El club castellonense, que ha diseñado un mecanismo de compensación consistente en viaje y entrada o en descuento del carné para sus aficionados, recibiría una compensación para cubrir los ingresos que perdería por no jugar en su estadio habitual. Más allá de lo que engloba puramente al partido, el impacto de marca de esta acción va más allá.

LaLiga acostumbra a diseñar actividades paralelas para este tipo de encuentros especiales, un posicionamiento que cobra mayor sentido al tratarse de una acción pionera en un país como EEUU que se ha erigido como la capital del fútbol en el actual periodo. Este verano albergó por primera vez el Mundial de Clubes, un torneo que fue considerado como prioritario por el Real Madrid. Obtuvo un botín de 80 millones de euros por llegar a semifinales. Por el contrario, el Barça estuvo ausente en una cita que se asentará en el calendario.

Para el equipo que preside Florentino Pérez, EEUU, y más en concreto Miami, son plazas estratégicas. En la ciudad de Florida armó su campamento base, al que volvió incluso después de las eliminatorias, lo que provocó su ausencia, debido a las tormentas, de los actos de prensa previstos como previa a las semifinales frente al PSG. El propio máximo mandatario blanco viajó personalmente en varias ocasiones a territorio norteamericano, donde el Madrid, según los estudios de mercado, rivaliza con el Barça en popularidad.

El Mundial de Clubes permitió a los blancos tomar ventaja en un país que también acogerá el Mundial 2026. Sus rutinas de consumo y estadios como el Hard Rock, posible sede del Villarreal – Barça, son entornos atractivos para los planes de negocio de ambos transatlánticos. El propio Florentino Pérez llevó a cabo una acción inusual, como fue comparecer ante el medio oficial del Mundial de Clubes para poner en valor el torneo y su modelo de retransmisión por DAZN, libre, solo con el resgistor del usuario.

«El deporte más global del mundo es el fútbol, que la tecnología nos haya ayudado a jugar esta competición y que además sea gratis. Quiere decir que los niños de todo el mundo pueden ver al Real Madrid. El fútbol va a cambiar con la unión de los grandes clubes y de la tecnología. Yo he sido de los que más ha luchado para que sea una realidad«, destacó entonces. Para descifrar este mensaje hay que tener en cuenta el proyecto de la Superliga que el presidente madridista promovió y su plataforma Unify que promete emitir sin coste los encuentros.

Pero lo más importante, el mensaje era un dardo contra LaLiga de Javier Tebas, frente a la que mantiene una oposición declarada, plasmada en situaciones como el acuerdo CVC. Lo mismo sucedió la temporada pasada frente a la RFEF y el ejercicio de los árbitros. El Madrid espera el amparo de las instituciones para hacer valer su mercado en EEUU. El país del fondo Sixth Street, socio financiero en el Bernabéu, o HP, uno de sus principales patrocinadores, así como de la NFL, competición que recibirá en estadio blanco el 16 de noviembre de este año.

Será la primera vez en España que se celebre un partido del gran torneo de fútbol americano. Será el Washington Commanders – Miami Dolphins, otro partido que viajará fuera sus fronteras habituales, como lleva sucediendo desde hace años con la NFL, protagonista de una estrategia de internacionalización a largo plazo. Un camino que LaLiga quiere empezar con un Villarreal-Barça que el Madrid espera vetar a través del CSD, UEFA o FIFA, que aprobó un nuevo reglamento de partidos internacionales para regular, precisamente, este tipo de encuentros.

 Diario de Mallorca – Deportes

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