El cinco de agosto ocupa una fecha especial en el calendario de toda Ceuta. Es el día en el que todo el pueblo se congrega para honrar a la Virgen de África, alcaldesa perpetua.
Como cada año, toda la sociedad se ha personado en el templo de la Virgen de África para una celebración cargada de solemnidad.
Puntuales a la cita, las bancadas han estado repletas momentos previos al inicio de la eucaristía presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza.
Autoridades presentes
Juan Vivas, presidente de la Ciudad; Cristina Pérez, delegada del Gobierno y otras autoridades tanto políticas como militares han estado presentes en este momento crucial para los vecinos de la ciudad.
Cerca de ellos, sentados en los primeros asientos frente al altar, han estado las reinas de las fiestas patronales ataviadas con sus trajes de flamenca.
El pasillo de la iglesia ha contado para la ocasión con sillas para dar cabida a todos los fieles posibles en esta ceremonia de devoción y culto a la Virgen de África.
Emotiva ceremonia
Cestos con flores a modo de ofrenda a la Patrona se han erigido en las columnas del templo. Una misa coloreada y en silencio en la que la música ha cobrado un gran protagonismo.
Melodías celestiales acompañadas por las voces del coro de Pedro Nolasco de Jerez de la Frontera bajo el sonido del órgano. Cada uno de los cánticos se ha alternado con las intervenciones del obispo, que ha hablado de la bondad, la piedad y el amor tanto de Dios como de Jesucristo y María.
No solo ha manifestado la importancia de seguir los pasos del cristianismo y de la fe. También ha hecho un análisis de la situación actual y de cómo ciertos valores están en detrimento.
Reflexión del obispo
Zornoza ha enumerado los asuntos que más preocupan a la ciudadanía en el presente, entre ellos, el trabajo o la vivienda digna, así como «problemas en la enseñanza» o los movimientos migratorios.
Sin embargo, a pesar de todos los retos a afrontar, existe uno de envergadura a su juicio. «Nadie puede ocultar que hay un desafío aún mayor. Cuando se mira hacia lo fundamental de la sociedad, ¿dónde está el valor de la fe, del perdón, de la justicia y de la paz?», se ha preguntado.
Ha expresado que es necesario volver a esos conceptos «y seguir a Jesús con la verdad evangélica». Ha asegurado que es precioso «despertar los mejores deseos a todas las personas» y que «la esperanza no es un recurso barato; es la certeza de que lo mejor de Dios llegará antes o después a nuestras vidas».
La Virgen María como guía
A lo largo de este camino, ha trasladado que la Virgen está al lado de quienes lo recorren. «Ella está con nosotros todos los días. Nunca nos abandona», ha detallado.
«Nos dirigimos a ella porque es quien nos guía en nuestras súplicas y preguntas. Nos preguntamos cómo encontrar a dios hoy y cómo transmitir a los demás el rostro de dios en una sociedad desmoralizada, adolecida por la inmoralidad de tantos casos de falta de humanidad hasta el extremo», ha relatado.
Son tiempos difíciles y bien queda retratado en el día a día de los medios. Los conflictos armados o las penurias que atraviesan algunas poblaciones han salido a colación en sus palabras de reflexión y enseñanza.
Fortalecer la fe
«Existen atropellos y guerras lacerantes con las que nos despertamos todos los días», ha señalado. «Solo hay que mirar cuántos despojados hay por las mismas y por sistemas políticos».
Ante este contexto, «la respuesta es fortalecer la fe y seguir el camino de Cristo», ha afirmado. Ha parafraseado la cita del papa León para ahondar más en este tema. «Ha declarado que hace falta una revolución del amor, pero, eso supone elegir bien», ha destacado.
Ha recalcado que se requiere de «solidaridad» y que para ello las personas deben «entregarse por el bien». Ha expresado que «si el corazón no se domina adecuadamente, acaba dominado por el ruido, que es lo que impera en las pantallas y televisiones».
Relativismo e individualismo
Ha estimado que este escenario «no es fruto de la malicia, es de la costumbre. Se ha hecho habitual», ha narrado. Sin embargo, ha hecho hincapié en la importancia de evitar «arrastrarnos a ello y ser cómplices de ese mal».
Ha subrayado que, en esta situación, la Virgen María es el mejor referente. «Nos inspira con su ejemplo a aceptar la voluntad de dios en nuestras vidas», ha mencionado. «Comprendemos a través de ella que tenemos que ser moralmente ejemplares y honestos, más aún cuando la honestidad es una verdad ineludible».
Los ha realzado como fundamentos contrapuestos al «relativismo e individualismo» que caracteriza a la sociedad actual y la percepción de las relaciones familiares y sociales bajo el prisma del consumismo.
Tras sus palabras el sonido y las voces del coro han florecido. El culto ha continuado con oraciones y la comunión hasta llegar a uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.
Todos han cantado a la Patrona. Una unión del pueblo para honrarla. Un murmullo con melodía para proclamar, un año más «¡Viva la Virgen de África!».
La entrada Ceuta honra a la Virgen de África en su misa tradicional aparece primero en El Faro de Ceuta.
El cinco de agosto ocupa una fecha especial en el calendario de toda Ceuta. Es el día en el que todo el pueblo se congrega para honrar a la Virgen de África, alcaldesa perpetua. Como cada año, toda la sociedad se ha personado en el templo de la Virgen de África para una celebración cargada
La entrada Ceuta honra a la Virgen de África en su misa tradicional aparece primero en El Faro de Ceuta.
El cinco de agosto ocupa una fecha especial en el calendario de toda Ceuta. Es el día en el que todo el pueblo se congrega para honrar a la Virgen de África, alcaldesa perpetua.
Como cada año, toda la sociedad se ha personado en el templo de la Virgen de África para una celebración cargada de solemnidad.
Puntuales a la cita, las bancadas han estado repletas momentos previos al inicio de la eucaristía presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza.
Autoridades presentes
Juan Vivas, presidente de la Ciudad; Cristina Pérez, delegada del Gobierno y otras autoridades tanto políticas como militares han estado presentes en este momento crucial para los vecinos de la ciudad.
Cerca de ellos, sentados en los primeros asientos frente al altar, han estado las reinas de las fiestas patronales ataviadas con sus trajes de flamenca.
El pasillo de la iglesia ha contado para la ocasión con sillas para dar cabida a todos los fieles posibles en esta ceremonia de devoción y culto a la Virgen de África.
Emotiva ceremonia
Cestos con flores a modo de ofrenda a la Patrona se han erigido en las columnas del templo. Una misa coloreada y en silencio en la que la música ha cobrado un gran protagonismo.
Melodías celestiales acompañadas por las voces del coro de Pedro Nolasco de Jerez de la Frontera bajo el sonido del órgano. Cada uno de los cánticos se ha alternado con las intervenciones del obispo, que ha hablado de la bondad, la piedad y el amor tanto de Dios como de Jesucristo y María.
No solo ha manifestado la importancia de seguir los pasos del cristianismo y de la fe. También ha hecho un análisis de la situación actual y de cómo ciertos valores están en detrimento.
Reflexión del obispo
Zornoza ha enumerado los asuntos que más preocupan a la ciudadanía en el presente, entre ellos, el trabajo o la vivienda digna, así como «problemas en la enseñanza» o los movimientos migratorios.
Sin embargo, a pesar de todos los retos a afrontar, existe uno de envergadura a su juicio. «Nadie puede ocultar que hay un desafío aún mayor. Cuando se mira hacia lo fundamental de la sociedad, ¿dónde está el valor de la fe, del perdón, de la justicia y de la paz?», se ha preguntado.
Ha expresado que es necesario volver a esos conceptos «y seguir a Jesús con la verdad evangélica». Ha asegurado que es precioso «despertar los mejores deseos a todas las personas» y que «la esperanza no es un recurso barato; es la certeza de que lo mejor de Dios llegará antes o después a nuestras vidas».
La Virgen María como guía
A lo largo de este camino, ha trasladado que la Virgen está al lado de quienes lo recorren. «Ella está con nosotros todos los días. Nunca nos abandona», ha detallado.
«Nos dirigimos a ella porque es quien nos guía en nuestras súplicas y preguntas. Nos preguntamos cómo encontrar a dios hoy y cómo transmitir a los demás el rostro de dios en una sociedad desmoralizada, adolecida por la inmoralidad de tantos casos de falta de humanidad hasta el extremo», ha relatado.
Son tiempos difíciles y bien queda retratado en el día a día de los medios. Los conflictos armados o las penurias que atraviesan algunas poblaciones han salido a colación en sus palabras de reflexión y enseñanza.
Fortalecer la fe
«Existen atropellos y guerras lacerantes con las que nos despertamos todos los días», ha señalado. «Solo hay que mirar cuántos despojados hay por las mismas y por sistemas políticos».
Ante este contexto, «la respuesta es fortalecer la fe y seguir el camino de Cristo», ha afirmado. Ha parafraseado la cita del papa León para ahondar más en este tema. «Ha declarado que hace falta una revolución del amor, pero, eso supone elegir bien», ha destacado.
Ha recalcado que se requiere de «solidaridad» y que para ello las personas deben «entregarse por el bien». Ha expresado que «si el corazón no se domina adecuadamente, acaba dominado por el ruido, que es lo que impera en las pantallas y televisiones».
Relativismo e individualismo
Ha estimado que este escenario «no es fruto de la malicia, es de la costumbre. Se ha hecho habitual», ha narrado. Sin embargo, ha hecho hincapié en la importancia de evitar «arrastrarnos a ello y ser cómplices de ese mal».
Ha subrayado que, en esta situación, la Virgen María es el mejor referente. «Nos inspira con su ejemplo a aceptar la voluntad de dios en nuestras vidas», ha mencionado. «Comprendemos a través de ella que tenemos que ser moralmente ejemplares y honestos, más aún cuando la honestidad es una verdad ineludible».
Los ha realzado como fundamentos contrapuestos al «relativismo e individualismo» que caracteriza a la sociedad actual y la percepción de las relaciones familiares y sociales bajo el prisma del consumismo.
Tras sus palabras el sonido y las voces del coro han florecido. El culto ha continuado con oraciones y la comunión hasta llegar a uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.
Todos han cantado a la Patrona. Una unión del pueblo para honrarla. Un murmullo con melodía para proclamar, un año más «¡Viva la Virgen de África!».
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