Después de un primer acelerón en el mercado, con las llegadas de Álex Baena, Matteo Ruggeri y la aún no anunciada de Johnny Cardoso, tras dar salida a César Azpilicueta, Axel Witsel, Reinildo Mandava, Rodrigo Riquelme y Ángel Correa; y atar la continuidad de Clément Lenglet y Juan Musso, el Atlético de Madrid se prepara para un verano largo, de movimientos a fuego lento. Después de un primer acelerón en el mercado, con las llegadas de Álex Baena, Matteo Ruggeri y la aún no anunciada de Johnny Cardoso, tras dar salida a César Azpilicueta, Axel Witsel, Reinildo Mandava, Rodrigo Riquelme y Ángel Correa; y atar la continuidad de Clément Lenglet y Juan Musso, el Atlético de Madrid se prepara para un verano largo, de movimientos a fuego lento.
Después de un primer acelerón en el mercado, con las llegadas de Álex Baena, Matteo Ruggeri y la aún no anunciada de Johnny Cardoso, tras dar salida a César Azpilicueta, Axel Witsel, Reinildo Mandava, Rodrigo Riquelme y Ángel Correa; y atar la continuidad de Clément Lenglet y Juan Musso, el Atlético de Madrid se prepara para un verano largo, de movimientos a fuego lento.
El nuevo proyecto del Cholo Simeone tiene sus principales cimientos colocados, pero aún faltan retoques, algunos de ellos de calado. Y el principal nombre propio para las próximas semanas es el de Rodrigo de Paul. El centrocampista argentino termina contrato en junio de 2026 y en las oficinas del Metropolitano cada vez son más proclives a anteponer el traspaso a una renovación que se antoja tan cara como complicada.

En definitiva, el Atleti ha colocado a De Paul en el mercado, pese a que el jugador parecía a primera instancia reticente. Contribuyen a la decisión su situación contractual y también la constatación de que, si bien su nivel máximo es muy superior a la media de la plantilla, este solo aparece a cuentagotas y, generalmente, no lo hace en los partidos de máximo importancia.
Italia, de donde llegó, e Inglaterra parecían los destinos más probables para un hipotético traspaso. Sin embargo, ha aparecido un candidato que parece satisfacer al campeón del mundo: el Inter Miami. Como ha informado el periodista Fabrizio Romano, el equipo de Messi ha puesto sus miras en De Paul para reforzar su plantilla.
El fichaje encaja en la tendencia del conjunto de Florida de rodear a Messi de amigos. Más aún ahora, cuando el ’10’ negocia ampliar un contrato que expira a finales de año. La diferencia estriba en que, anteriormente, el Inter Miami fichaba jugadores en clara decadencia deportiva, como fueron Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, todos ya muy lejos de su mejor versión cuando llegaron a la MLS.
De Paul acaba de cumplir 31 años y mira hacia el Mundial de selecciones del año que viene, en el que ha de ser una pieza clave de una Argentina que defenderá la corona conquistada en Qatar. Al jugador, a priori, le seduce la idea de bajar un escalón competitivo para reunirse con Messi.
La parte difícil de la negociación puede estar entre los dos clubes. El Atlético quiere darle salida, pero no a cualquier precio y la MLS no se ha caracterizado hasta ahora por pagar grandes traspasos. Simeone, además necesitaría un recambio de nivel, dado que se quedaría con Cardoso, Barrios, el ya veterano Koke y un Gallagher al que este curso ha preferido como interior izquierdo. Saúl, que vuelve de su cesión al Sevilla, no cuenta.
Una cantidad inferior a los 20 millones de euros sería insuficiente para un Atleti que sigue insistiendo en Cuti Romero, un central que no le costaría menos 50 millones que hay que sumar a los cerca de 100 ya desembolsados por Baena, Ruggeri y Cardoso. La partida acaba de empezar y el Inter Miami de Messi aún tiene que jugarla.
Diario de Mallorca – Deportes