Año I de Mbappé en el Real Madrid: Bota de Oro, fragilidad en momentos clave y «acoso moral» del PSG

Dentro de la indefinición propia de un torneo nuevo como el Mundial de Clubes, uno de los alicientes que se planteaba era la posible reválida de cara a un Balón de Oro. Con Lamine Yamal ausente, al no estar el Barça clasificado, se abría un escenario entre Mbappé y Dembélé para ganar puntos de cara a un galardón que este año ha adelantado su entrega al mes de septiembre. Pero ni uni ni otro han sumado punto alguno en la cita. En el caso del jugador del Real Madrid, sale, en el aspecto físico, más debilitado de la misma, después de padecer un virus estomacal agudo que no le ha permitido ir convocado en ninguno de los partidos de la fase de grupos. Dentro de la indefinición propia de un torneo nuevo como el Mundial de Clubes, uno de los alicientes que se planteaba era la posible reválida de cara a un Balón de Oro. Con Lamine Yamal ausente, al no estar el Barça clasificado, se abría un escenario entre Mbappé y Dembélé para ganar puntos de cara a un galardón que este año ha adelantado su entrega al mes de septiembre. Pero ni uni ni otro han sumado punto alguno en la cita. En el caso del jugador del Real Madrid, sale, en el aspecto físico, más debilitado de la misma, después de padecer un virus estomacal agudo que no le ha permitido ir convocado en ninguno de los partidos de la fase de grupos.  

Dentro de la indefinición propia de un torneo nuevo como el Mundial de Clubes, uno de los alicientes que se planteaba era la posible reválida de cara a un Balón de Oro. Con Lamine Yamal ausente, al no estar el Barça clasificado, se abría un escenario entre Mbappé y Dembélé para ganar puntos de cara a un galardón que este año ha adelantado su entrega al mes de septiembre. Pero ni uni ni otro han sumado punto alguno en la cita. En el caso del jugador del Real Madrid, sale, en el aspecto físico, más debilitado de la misma, después de padecer un virus estomacal agudo que no le ha permitido ir convocado en ninguno de los partidos de la fase de grupos.

Mbappé ha sufrido contratiempos médicos en momentos clave de la temporada que le han impedido ser la estrella rutilante que esperaba el Real Madrid. Problemas que no han sido graves lesiones, pero que le han hecho vulnerable en distintas etapas en las que mostraba una línea ascendente. Al principio de curso, el galo soportó todo tipo de críticas por su escaso acierto de cara al arco rival. Las goleadas del Barcelona y el mal rendimiento de la Champions le pusieron en el punto de mira, sin ser necesariamente el responsable directo de la situación.

Mbappé dispara un balón junto a Rüdiger en el primer entrenamiento del Real Madrid en EEUU.
Mbappé dispara un balón junto a Rüdiger en el primer entrenamiento del Real Madrid en EEUU. / REAL MADRID

¿Por qué? La realidad dibujada en el Real Madrid era la siguiente: uno de los mejores jugadores del mundo se había unido a un equipo que venía de ganar doblete de Liga y Champions. Sin embargo, Carletto había advertido que, en el fútbol, «uno más uno no necesariamente son dos». Y así sucedió. Mbappé tardó meses en despegar, durante los que vivió una adaptación a un vestuario de roles donde decidió asumir un perfil bajo que no le correspondía. Lo hizo para evitar enfrentamientos con algunos de los que deberían ser sus aliados en el campo, como Vinicius.

Con el paso de las jornadas entendió que la posición meditabunda solo le traería pensamientos intrusivos, como él mismo reconoció en una rueda de prensa posterior al bache emocional con el que tocó fondo en San Mamés después de fallar un penalti. El problema para Mbappé es que, cuando parece que alcanza velocidad de crucero, un contratiempo médico aparece en el horizonte para devolverle a la tierra. No han sido grandes bajas o roturas, sino problemas médicos, en principio, menores, pero que han cortado su progresión.

En febrero, la extracción de una muela le mantuvo varios días fuera de los terrenos de juego. Llegó a pederse la vuelta de las semifinales de Copa. Mbappé no ha tenido grandes lesiones a lo largo de su carrera, pero sí, por su condición física, ha padecido en determinadas fases problemas musculares en los isquitiotibales o el muslos. Todo ello relacionado son sobrecargas. Son esos contratiempos los que han obligado a parar a un jugador que vive de su explosividad, un argumento que tardó en mostrar en el Real Madrid.

El segundo freno a su escalada fue en la vuelta de los cuartos de Champions. Con el marcador global ya determinado y las ansias de remontada sofocadas por el Arsenal, Mbappé sufrió una torcedura de tobillo al disputar un balón. Salió cojeando en el minuto 75. Llegó justo a la final de Copa, donde anotaría un gol saliendo del banquillo. Anotó un triplete en el último clásico de Liga que le permitió abrochar la Bota de Oro. Con esa amplitud goleadora acudió al Mundial de Clubes, donde se esperaba que fuese una figura capital.

Sin embargo, un virus estomacal ha dinamitado las opciones del francés. Mbappé ha perdido hasta cinco kilos por la gastroenteritis aguda que sufrió desde su llegada a EEUU. Su aspecto llamó poderosamente la atención en redes sociales hasta el punto de que ha cambiado la fisionomía de un jugador que vive de su explosividad. Aunque de regreso a los entrenamientos, se ha quedado fuera de la convocatoria frente al RB Salzburgo, porque el someterse a un partido de alta intensidad tras sufrir esta dolencia le haría vulnerable a roturas. Por lo tanto, salvo momentos puntuales, la participación de Mbappé en la cita que podía mejorar su candidatura de cara al Balón de Oro ha quedado anulada por los problemas médicos que han ido marcando su primera temporada en el Real Madrid.

 Diario de Mallorca – Deportes

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