Las claves del regreso al nuevo Camp Nou: 10 de agosto, 60.000 espectadores, permisos…

Tenía que ser en noviembre cuando, coincidiendo con el 125 aniversario del Barça, se abrieran las puertas del imponente y nuevo Spotify Camp Nou. Pero las obras, dirigidas por Limak, la constructora turca, no avanzaron con la celeridad que deseaba la junta de Joan Laporta, por lo que, al final, será en agosto y con una capacidad, según planea el club, de 60.000 espectadores. Tenía que ser en noviembre cuando, coincidiendo con el 125 aniversario del Barça, se abrieran las puertas del imponente y nuevo Spotify Camp Nou. Pero las obras, dirigidas por Limak, la constructora turca, no avanzaron con la celeridad que deseaba la junta de Joan Laporta, por lo que, al final, será en agosto y con una capacidad, según planea el club, de 60.000 espectadores.  

Tenía que ser en noviembre cuando, coincidiendo con el 125 aniversario del Barça, se abrieran las puertas del imponente y nuevo Spotify Camp Nou. Pero las obras, dirigidas por Limak, la constructora turca, no avanzaron con la celeridad que deseaba la junta de Joan Laporta, por lo que, al final, será en agosto y con una capacidad, según planea el club, de 60.000 espectadores.

Será el día 10 cuando el nuevo templo del universo azulgrana abra sus puertas para acoger el tradicional trofeo Joan Gamper, que sirve como presentación oficial del equipo ante sus aficionados. Tras dos años en el exilio de Montjuïc, que ha tenido un serio impacto negativo en las cuentas del club, el Barça estrenará su nueva casa ese domingo que culmina la segunda semana de agosto, tan solo a ocho días de que se inicie la Liga.

Será, en realidad, un Gamper de estreno. Ya con Joan Garcia bajo los palos y, tal vez, con Nico Williams, galopando por la banda izquierda. Será de estreno porque servirá, una vez el club obtenga todos los permisos necesarios (Ayuntamiento, distrito de Les Corts, Bomberos, Mossos d’Esquadra), para someter al nuevo Camp Nou a su primera gran prueba.

El Barça no ha dado detalles concretos de cómo será ese retorno al viejo y, a la vez, nuevo hogar de Les Corts, con las gigantescas grúas convertidas en un paisaje habitual para todos los espectadores que acudan al debut en casa del nuevo Barça de Flick,

No se sabe el rival, aunque el Como italiano que dirige el exazulgrana Cesc Fàbregas se perfila como el gran candidato para disfrutar de esa experiencia en pleno agosto. Inicialmente, el Barça había planeado acoger a 25.000 espectadores, pero la idea final es que puedan estar 60.000 llenando los dos únicos anillos que tiene el recinto.

«La idea es volver en el Gamper con 60.000 espectadores», ha reconocido Elena Fort, la vicepresidenta del Barça, a SER Catalunya. «Lo iremos viendo en las próximas semanas, aunque creemos que a día de hoy se puede cumplir, aunque quizá haya que cerrar, o no, una área si consideramos que no es suficientemente segura», ha añadido la directiva, que es, a la vez, máxima responsable del ‘Espai Barça’.

Vuelve así el equipo de Flick a su casa tras dos años, dos meses y 13 días. En mayo de 2023 se jugó el último partido en el viejo Camp Nou. Y el desafío del club es que cohabiten, con las máximas medidas de seguridad posibles, esos miles de aficionados dentro de la incomodidad que supone levantar al mismo tiempo una gigantesca obra como la que se construye en el centro de Barcelona.

«La vuelta se hará mientras continúan las obras del nuevo Spotify Camp Nou», precisó la entidad azulgrana en el comunicado en el que anunciaba «el retorno a casa», además de subrayar que «será necesario convivir con actuaciones en diferentes áreas del recinto»:

Ahí radica, sin duda alguna, la complejidad del regreso, del que no se han concretado los detalles esenciales. Tan solo la fecha. Es un estadio en obras. Abre sus puertas de «forma parcial», como recordó la directiva de Laporta, cuya imagen es la primera que aparece en el vídeo institucional, y las cerrará nada más acabar el Gamper. Ha pedido el Barça jugar las tres primeras jornadas lejos del Camp Nou (si la Liga lo autoriza lo ampliaría hasta a una cuarta) con el objetivo de acelerar las obras.

De esta manera, se retornaría al nuevo Camp Nou a mediados de septiembre, coincidiendo, además, con el debut en la Liga de Campeones, algo fundamental para estimular los ingresos en día de partido, que quedaron muy dañados con los dos años en Montjuïc. Además, la UEFA exige jugar todos los partidos de la Liga en un mismo escenario.

No podría, por lo tanto, empezar en un estadio que no fuera el Camp Nou, cuya capacidad, aunque quede condicionada por las obras, es muy superior a la del Estadi Olímpic Lluís Company, cuyo récord se vivió en el clásico de la pasada jornada cuando registró la entrada de 50.319 espectadores superando los 50.314 provocados por la visita del Inter.

Deco, Gavi, Lamine Yamal, Laporta, Flick y Pedri en las obras del nuevo Spotify Camp Nou.
Deco, Gavi, Lamine Yamal, Laporta, Flick y Pedri en las obras del nuevo Spotify Camp Nou. / FCB

Para empezar, y disfrutando del fenómeno Lamine Yamal, que ya hizo subir la asistencia a Montjuïc, el club tendrá capacidad para reunir a 60.000, con lo que eso implica a nivel económico en la generación de nuevos ingresos, incluyendo los nuevos asientos VIPS, imprescindibles para obtener la regla del 1:1 en el complejo ‘fair play’ salarial. El Barça puede fichar -los dos de este verano llegan por la misma vía, la de ejecutar sus respectivas cláusulas de rescisión con Espanyol y Athletic-, pero continúa teniendo serios problemas para inscribirlos.

El Camp Nou no es solo una necesidad deportiva -necesita el equipo volver a su casa, al estadio que imaginó el arquitecto Francesc Mitjans, inaugurado en 1957- sino que es, sobre todo, un motor económico. Un punto de partida imprescindible para ir equilibrando las cuentas aprovechando el impacto futbolístico y comercial que proyecta el tricampeón Barça de Flick. 

El Gamper será, por lo tanto, una prueba en tiempo real para medir las estructuras del nuevo Camp Nou, con los consiguientes flujos de espectadores moviéndose entre las obras con el objetivo, según explicó el club, de “garantizar al máximo la comodidad de socios, socias y los aficionados que visiten el estadio, facilitando el acceso y adaptando los servicios para ofrecer la mejor experiencia posible”.

De momento, hay día: 10 de agosto. Aunque todavía no está fijada la hora ni el rival. Ni siquiera la capacidad, aunque el club cree que podrá ya en el Gamper acoger a esos 60.000 espectadores, mientras Limak tiene un año por delante para “culminar la construcción de la tercera gradería, el doble anillo VIP, la instalación de la cubierta y la adecuación final de algunos espacios interiores, así como la urbanización exterior del entorno de Estadi”.

 Diario de Mallorca – Deportes

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