La génesis del Palmer Basket, que logró el brillante ascenso a la Primera FEB el 3 de mayo y que la próxima temporada competirá ante clubes históricos del baloncesto español, es curiosa. De un grupo de jóvenes amigos vinculados al deporte de la canasta como jugadores, con mayor o menor éxito, que un día deciden juntarse para competir entre semana en la incipiente liga de empresas. Aquí empezó todo. La génesis del Palmer Basket, que logró el brillante ascenso a la Primera FEB el 3 de mayo y que la próxima temporada competirá ante clubes históricos del baloncesto español, es curiosa. De un grupo de jóvenes amigos vinculados al deporte de la canasta como jugadores, con mayor o menor éxito, que un día deciden juntarse para competir entre semana en la incipiente liga de empresas. Aquí empezó todo.
La génesis del Palmer Basket, que logró el brillante ascenso a la Primera FEB el 3 de mayo y que la próxima temporada competirá ante clubes históricos del baloncesto español, es curiosa. De un grupo de jóvenes amigos vinculados al deporte de la canasta como jugadores, con mayor o menor éxito, que un día deciden juntarse para competir entre semana en la incipiente liga de empresas. Aquí empezó todo.
Vicenç Palmer (Palma, 1977), CEO del Grupo Palmer y uno de los grandes artífices del gran éxito del club mallorquín, siempre ha estado inspirado por su padre, Biel Palmer, ya que fue presidente durante diez años del modesto CB Molinar. «Él me impregnó el ADN de este deporte. No entendía cómo después de llegar a casa cansado del trabajo, se iba al pabellón para coordinar diez equipos aunque estemos hablando de un club de barriada», confiesa, reconociendo que le entró la inquietud de «hacer cosas innovadoras, diferentes y abordar proyectos interesantes en Mallorca», explica.
Llegados a este punto, el equipo de empresas surge en 2013. Con el propio Vicenç Palmer y su hermano Sito, fueron incorporando a diferentes jugadores, a la par que amigos, que además tenían cierto nivel. Toni Jiménez, Tolo Oliver, Chus García, Xavi Pampín, entre otros, todos con experiencia en categorías FEB, conformaron un grupo deportivo que en la liga corporativa de Mallorca hizo su camino, consiguiendo varios títulos de Liga, participando en campeonatos de España, además de jugar en 2016 el Mundial de empresas. Metalúrgicas Marín, Almacenes Femenías o Cantina Sol formaban parte del día a día en esta experiencia semanal de una Liga alternativa a la federativa. Esas eran sus referencias. Sin embargo, todo empezó a cambiar.
De colaborar de forma activa en proyectos deportivos mucho más modestos a nivel local, se dio el paso a ser el músculo económico principal de un club profesional. Y por eso Palmer Inmobiliaria pasó a ser el patrocinador del Bahía San Agustín de Guillem Boscana durante dos temporadas, que curiosamente ahora es su gran rival deportivo en la isla. Era el verano del 2020 y todos se las prometían felices, pero el coronavirus dinamitó cualquier ilusión. «Fue todo muy complicado, sin ingresos, sin público en los partidos … nosotros tuvimos que asumir una buena parte de la carga económica, fue muy duro», reflexiona el propio Palmer. Tras dos temporadas deportivamente mejorables, y que tuvieron como triste colofón el descenso a LEB Plata, la inmobiliaria Palmer Alma Mediterránea decidió no dar continuidad a su vinculación.
Tras unos meses fuera de la primera línea, en donde de nuevo el baloncesto corporativo les servía para desconectar, llegó el día. No hay fecha, hora y lugar. Pero sí quiénes estaban: Xavi Sastre, Juanan Serra, Tolo Oliver, Sito Palmer, Biel Subías y Tomeu Verger. «Somos amigos. Y de esta amistad surge la idea: ¿por qué no arrancamos un proyecto desde abajo? Juanan era el director deportivo del Llucmajor. Contacté con su presidenta, Marga Puig, y le entusiasmó el proyecto», recuerda. Y aquí arrancó.
La idea, ser el patrocinador principal del Joventut Llucmajor, un histórico del baloncesto mallorquín y que había completado una notable campaña en su debut en la EBA, dotándole de músculo económico y reforzando la infraestructura deportiva. El objetivo era ambicioso: ascender a LEB Plata.
La presentación en sociedad fue el 27 de Junio del 2022 ante casi un centenar de personas. «Arrancamos en liga EBA un grupo de locos que nos hacía ilusión crear un proyecto nuevo y diferente», rememora Vicenç. Más de trescientos días después (13 de mayo 2023), el proyecto deportivo del Palmer da un golpe sobre la mesa con su triunfo frente al Alcobendas en el partido decisivo de la Final Four celebrada en Llucmajor. «Se construyó una plantilla para subir, y se ascendió quedando el primero de 166 equipos de EBA», destaca.
Tras una primera campaña complicada en LEB Plata y que salvó con un play-out ante el Juventud Alcalá, este 2025 ha llegado con un registro espectacular porque ha ascendido como primero del Grupo Este y apeando en la eliminatoria de campeones al Cáceres. La Primera FEB espera, una categoría que infunde respeto, pero en la que competirá con la misma ambición que ya mostraban en las modestas pistas del baloncesto mallorquín en la liga de empresas.
Diario de Mallorca – Deportes
