Entre un 30% y un 60% de la población sufre las secuelas de los cambios de tiempo. Esto varía en función de la zona donde se resida Leer Entre un 30% y un 60% de la población sufre las secuelas de los cambios de tiempo. Esto varía en función de la zona donde se resida Leer
Creo que todos hemos escuchado alguna vez a nuestros abuelos decir eso de «me duelen los huesos, va a cambiar el tiempo». Y es muy probable que los días en los que brilla el sol le apetezca salir de casa y se sienta más activo, mientras que los días grises de lluvia le ocurra todo lo contrario. Pues si ha contestado a todo que sí, sepa que es usted una persona meteorosensible y las tormentas, los cambios de presión atmosférica, los anticiclones, el viento o las borrascas influyen de forma más o menos importante en su salud física y mental.
Aunque la meteorosensibilidad es una disciplina muy reciente, sabemos que entre un 30% y un 60% de la población sufre esta condición. El porcentaje varía en función de la región donde vivan, y es que si la meteorología es estable durante la mayor parte del año la población afectada es menor que si el tiempo es cambiante.
Prácticamente todos: la lluvia, el calor, el frío, los cambios en la presión atmosférica y en el porcentaje de humedad… incluso el viento. Todos ellos pueden dar lugar a la aparición de síntomas físicos como dolor de cabeza, mareos o dolor articular, pero también a cambios de humor, irritabilidad o sentimientos de tristeza.
Las alteraciones en la presión de la atmósfera van a afectar especialmente a las personas con migrañas y con problemas osteomusculares como artritis o artrosis.
Cuando en el pronóstico del tiempo dicen eso de «se acerca un frente de bajas presiones», se refieren a que la presión atmosférica va a bajar en las próximas horas y a que es muy probable que empiece a llover. ¿Y qué es lo que ocurre? que cambian las características de las pequeñas bolsitas con líquido que tenemos en las articulaciones para que los huesos no rocen entre sí. El líquido sinovial que se encuentra dentro de ellas se vuelve más denso, lo que provoca más rigidez articular, una mayor fricción y la aparición de dolor.
Así que sí, los mayores tienen razón cuando dicen que son capaces de percibir los cambios de tiempo.
La humedad relativa es un valor que nos informa de qué cantidad de vapor de agua está presente en el aire que respiramos. Dentro de casa lo recomendable es que el valor oscile entre el 30% y el 50%, pero es un dato que se va a ver fuertemente condicionado por la humedad y la temperatura del exterior.
Un valor por encima del 70% puede desencadenar una crisis migrañosa, además de agravar los síntomas de las personas con problemas osteomusculares y aumentar el riesgo de sufrir una otitis o un episodio de gota.
Por el contrario, un valor del 20% aumenta el riesgo de sufrir una úlcera corneal, problemas respiratorios o hemorragias nasales.
¿Se nota más cansado y de peor humor cuando los termómetros se disparan por encima de los 35 grados? Es normal, y es que las olas de calor también traen consigo un aumento de la agresividad, la irritabilidad, el insomnio… además de afectar de forma notable a los sistemas cardiovascular, respiratorio y renal.
Por el contrario cuando los termómetros bajan de los cinco grados aumenta el riesgo de ictus y de infarto de miocardio.
La cantidad de horas al día que estamos expuestos a la luz solar influye directamente en nuestra salud mental y física. Así, en las regiones donde las horas de luz solar son escasas existe una mayor tendencia a la depresión y los estados bajos de ánimo. Por el contrario, los habitantes de las zonas geográficas donde gozan de una buena cantidad de horas de luz natural tienen mayores niveles de serotonina en sangre, una de las hormonas de la felicidad.
¿Ha escuchado alguna vez eso de «esa persona actúa según sople el viento»? Pues sorprendentemente el viento puede provocar alteraciones del comportamiento y agravar determinados problemas de salud mental, y la causa no es otra que la ionización de esas grandes masas de aire en movimiento.
Además de repercusiones en la salud mental, también puede afectar a la salud físicas de algunas personas empeorando los síntomas de las migrañas.
Salud // elmundo