Xabi Alonso dice que no ha tenido tiempo suficiente para desarrollar su idea. Tiene razón, pero en el Real Madrid la cronología es muy diferente a la de cualquier otro equipo. De poco vale el trabajo y las innovaciones si en el minuto 7 de partido un jugador como Asencio decide autoexpulsarse. Pese a jugar en inferioridad todo el encuentro, el equipo blanco sacó adelante un partido donde impuso su mayor ritmo con goles de Bellingham, Güler y Valverde. Xabi Alonso dice que no ha tenido tiempo suficiente para desarrollar su idea. Tiene razón, pero en el Real Madrid la cronología es muy diferente a la de cualquier otro equipo. De poco vale el trabajo y las innovaciones si en el minuto 7 de partido un jugador como Asencio decide autoexpulsarse. Pese a jugar en inferioridad todo el encuentro, el equipo blanco sacó adelante un partido donde impuso su mayor ritmo con goles de Bellingham, Güler y Valverde.
Xabi Alonso dice que no ha tenido tiempo suficiente para desarrollar su idea. Tiene razón, pero en el Real Madrid la cronología es muy diferente a la de cualquier otro equipo. De poco vale el trabajo y las innovaciones si en el minuto 7 de partido un jugador como Asencio decide autoexpulsarse. Pese a jugar en inferioridad todo el encuentro, el equipo blanco sacó adelante un partido donde impuso su mayor ritmo con goles de Bellingham, Güler y Valverde.
El técnico vasco fue intervencionista para evitar la sangría a las espaldas con la que inició el partido y contó con Gonzalo como mejor aliado de su idea. Con una alta carga de minutos por la temporada brillante que ha hecho en Primera RFEF y a la vista de su valor en este esquema, decidió retirarle en la segunda mitad para que los jugadores con valor de primera plantilla justificasen su sueldo.
El canterano volvió a quedar marcado con una roja que, unida al fallo del otro día, le perseguirá durante su futuro cercano. Agarró por detrás a Rondón, que tiró de veteranía para provocar la superioridad de Pachuca. Courtois se lo dejó claro: «Dos partidos y dos errores». Estas situaciones no las predicen las tablets ni los análisis que ha implantado un Xabi Alonso que mostró su desesperación tras la expulsión de su central.
Con 10, Tchouaméni pasó al eje de la zaga para formar pareja con un Huijsen tan importante en la salida de balón como débil en una línea defensiva adelantada que solo funcionaría con presión. Courtois hizo la salvación de cada día para evitar que el equipo mexicano se pusiese por delante. La cuestión del ritmo, muy superior en el Real Madrid incluso con un jugador menos, era fundamental. La diferencia se notó desde la media hora de juego.
Aprovechó Xabi Alonso la pausa de hidratación para hacer los ajustes necesarios que cambiaron el sentido del partido. Puso a Vinicius en punta, con un doble pivote de Bellingham y Valverde. Pero la pieza clave de todo el engranaje fue Gonzalo. Un jugador que entiende el juego mejor que la mayoría de sus compañeros más experimentados. El primer gol del Real Madrid nace de su preciso primer toque para Fran García, quien corrió hasta la frontal para cederla a Bellingham. El inglés soltó un zurdazo perfecto y aprovechó la celebración para reivindicarse.
Aunque no está para demasiadas exhibiciones un jugador que está rindiendo por debajo del nivel esperado y demostrado. Mismo caso que el de Vinicius. Por suerte para el Real Madrid, ante equipos como Pachuca les basta con subir una marcha atrás para generar el peligro suficiente con el que atenazar al rival. La fuerza necesita inteligencia para llegar a buen puerto. Y el más listo de la clase inicial de Xabi Alonso es Gonzalo, sustituto de circunstancias de un Mbappé vírico.
El canterano es el que da ejemplo al resto y no al revés. Ya lo ha demostrado esta temporada en el Castilla, donde se ha coronado como máximo goleador y avezado asistente por jugadas como la que originó el segundo tanto del Real Madrid. El toque fino de Gonzalo para que Güler definiese con la diestra al palo largo fue la demostración de que Xabi Alonso confiará en este torneo con los que más en serio se lo tomen. Todo esto sucedió con Rodrygo en el banquillo y Endrick recuperándose en Madrid.
Gonzalo ya sostuvo con su gol el pobre estreno de sus compañeros en el Mundial de Clubes y volvió a ser la llave mágica que cerró la caja de los truenos que se había abierto con la expulsión de Asencio. Celebró los goles por todo lo alto la ‘americanizada’ afición que iba y venía de las zonas de comida mientras el partido transcurría. Por pura lógica, Pachuca empezó a subir el contador de ocasiones para evitar la eliminación.
El Real Madrid ha venido con la mejor de Courtois al torneo y a su lado está creciendo Huijsen en una de las asociaciones imprescindibles que necesitará Xabi Alonso, quien cuenta con un segundo entrenador en toda regla. Un Sebas Parrilla que no dejó de corregir posiciones. Salió Modric para cerrar el partido y, sobre todo, para justificar la entrada de los seguidores, además de Ceballos, para salir del terreno de las conversaciones pendientes.
Como la que tendrá que tener con un inexistente Vinicius y un Rodrygo sin minutos. Valverde redondeó la goleada en inferioridad que supone el valor añadido para la diferencia de goles. Un encuentro en el que Xabi Alonso pondrá las notas que empezarán a ordenar la jerarquía de una plantilla que estaba necesitada de un impulso emocional como el que supuso un partido que comenzó como una tempestad. El regreso de Rüdiger en los últimos minutos fue celebrado. Lo hizo en una línea de tres como la que Xabi Alonso usó en el Leverkusen. El gol de Montiel en el 80 simplemente sirvió para animar el ‘show business’ del Mundial de Clubes.
Diario de Mallorca – Deportes