El Mundial de Clubes es una oportunidad para los equipos de fuera de Europa, que asumen el reto de envenenar a los representantes del ‘Viejo Continente’, para los que la cita estadounidense es una carga pesada. Con la urgencia de descanso y en medio de temperaturas poco habituales. Pero también es una oportunidad para recuperar el crédito perdido, sobre todo en el caso del Real Madrid, que estrena la tan proclamada era Xabi Alonso. La llegada del vasco ha venido acompañada de una profusa campaña de halagos para reforzar la conveniencia del fichaje. El Mundial de Clubes es una oportunidad para los equipos de fuera de Europa, que asumen el reto de envenenar a los representantes del ‘Viejo Continente’, para los que la cita estadounidense es una carga pesada. Con la urgencia de descanso y en medio de temperaturas poco habituales. Pero también es una oportunidad para recuperar el crédito perdido, sobre todo en el caso del Real Madrid, que estrena la tan proclamada era Xabi Alonso. La llegada del vasco ha venido acompañada de una profusa campaña de halagos para reforzar la conveniencia del fichaje.
El Mundial de Clubes es una oportunidad para los equipos de fuera de Europa, que asumen el reto de envenenar a los representantes del ‘Viejo Continente’, para los que la cita estadounidense es una carga pesada. Con la urgencia de descanso y en medio de temperaturas poco habituales. Pero también es una oportunidad para recuperar el crédito perdido, sobre todo en el caso del Real Madrid, que estrena la tan proclamada era Xabi Alonso. La llegada del vasco ha venido acompañada de una profusa campaña de halagos para reforzar la conveniencia del fichaje.
Ha existido una política de tierra quemada con respecto a la etapa de Carlo Ancelotti. Como si nada hubiera pasado antes del 25 de mayo, cuando se anunció a Xabi Alonso como algo más que nuevo entrenador del Real Madrid. Es el líder de la regeneración blanca y de un nuevo argumentario que habrá que probar con fuego real como el que ofrece un Al Hilal de Arabia Saudí al que le habría gustado contar con varias incorporaciones.
Xabi Alonso afronta el reto con la confianza plena que ha depositado en él Florentino Pérez, que ha viajado a Miami para ver el primer partido de la nueva era. No es un lugar común, porque el vasco fue presentado como «uno de los nuestros» y su llegada se ha acompañado de fichajes como Dean Huijsen o Alexander-Arnold que elevan el nivel competitivo de una plantilla que se ha quedado sin excusas. De ahí que el primer aspecto que del que se examinará el Real Madrid es la actitud y el compromiso. Eso pasa necesariamente por no adoptar una actitud contemplativa en la presión.
Enfrente, un Simone Inzaghi que también debuta tras abandonar un gran ciclo con Inter. La idea del club saudí era provocar un desembarco que finalmente no se ha producido. De hecho, las dos incorporaciones realizadas por Al Hilal en la ventana extraordinaria de traspasos han sido de una liga que pretende exhibir músculo a través de su equipo más ganador. El precedente es favorable a los blancos, con un 5-3 en 2023, precisamente, en un Mundial de Clubes cuando todavía era una competición restringida a una semana.
La exigencia física y el calor son dos condicionantes comunes para el Real Madrid y los equipos europeos, que están en EEUU viviendo un torneo en el que deben saber cuánto antes qué quieren ser. Valverde supera los 5.000 minutos esta temporada, Mbappé alcanzó los 4.600 en su primer curso; y Bellingham, con 4.300, completa el podio de la extenuación que deberá regular Xabi Alonso. El vasco es consciente de que tiene ante sí un estreno envenenado. Sobre todo, después de la campaña intensa realizada desde el club a favor del torneo.
Detrás, por supuesto, está la cuestión económica. Unos 145 millones como premio mayor en caso de conquistar el dorado torneo con los que se cubriría el derroche inversor de un verano de pago de cláusulas. Solo 123 millones en dos jugadores, Huijsen y Mastantuono, con la intención de hacer lo mismo con un Álvaro Carreras que debutó con el Benfica bajo una lupa que será su reválida. Entre los que ya forman parte del Real Madrid, Mbappé estuvo ausente en la sesión previa al estreno de Xabi Alonso debido a un proceso febril.
Un entrenamiento abierto a la prensa, pero del que no se pudo sacar más conclusiones que las que deja el extremo calor al que están siendo sometidos los jugadores. En lo futbolístico, cierre de filas. «Ya lo veréis, va a ser un equipo reconocible», aseguró Ceballos, dejando, de paso su continuidad en el aire. «¿Línea de tres? Eso no se puede contar», añadió Huijsen. Secreto de sumario.
Diario de Mallorca – Deportes