«Lo que no se cuenta no existe». Estas fueron las primeras palabras que Juan Bravo, inspector de Hacienda y vicesecretario de Economía del Partido Popular, pronunció durante un «Desayuno para los negocios» celebrado en LA RAZÓN, con la colaboración del Ilustre Colegio de Gestores Administrativos de Madrid (Icogam) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme).
El objetivo de este encuentro, al que asistieron numerosas personalidades del mundo de la pequeña y mediana empresa, amigos y periodistas de diferentes medios especializados, era conocer de primera mano el estado y la situación de la «economía real», como la denominó Francisco Marhuenda, director de LA RAZÓN, en sus palabras de bienvenida.
La economía no son solamente datos. Si bien son importantes, los datos deben ser el punto de inicio para desarrollar un análisis pormenorizado y necesario que nos haga conscientes de la situación de las empresas y de sus trabajadores, verdadero centro de la actividad económica. «Cuando hablas con empresarios, por encima de cifras de facturación está la cantidad de personas a las que da trabajo esa empresa», comentó Bravo.
Porque en su opinión, la persona debe estar en el centro. «El mayor motivo de orgullo para un empresario es el bienestar de sus trabajadores, por encima de los resultados», comentó.
Por tanto, si solo se pone el foco en los datos, podemos llegar a situaciones como la que vivimos actualmente en nuestro país, que vive un crecimiento económico a priori muy bueno. Sin embargo, si se observa cómo se ha obtenido ese crecimiento, «la realidad es que está basado en el endeudamiento público, algo insostenible a medio y largo plazo».
Incluso este enfoque puede afectar a la correcta percepción e interpretación de otras realidades. Por ejemplo, en demografía, donde España es el farolillo rojo de Europa, pero sin embargo, año tras año, crece el número de personas que viven en España. «Un crecimiento económico basado en el endeudamiento de las generaciones futuras y un crecimiento demográfico basado en la inmigración, mientras nuestros jóvenes emigran a otros países buscando una realización profesional que se adivina casi imposible en su propia tierra», destacó Juan Bravo para poner el énfasis en los peligros de no poner el foco en el lugar adecuado.
Cuando el crecimiento económico se basa en una mayor recaudación de impuestos y no en la productividad «hipotecamos el futuro de nuestros jóvenes, pues no se habla de mejorar la productividad, sino de trabajar menos», explicó aludiendo a las reformas propuestas por la titular de Trabajo, Yolanda Díaz.
Poder adquisitivo
Otro tema tratado por Juan Bravo en su intervención fue la notable pérdida de poder adquisitivo de la sociedad. Continuando con el argumento de poner el foco únicamente en los datos, la subida de las pensiones puede interpretarse como una buena noticia. Sin embargo, la percepción es bien distinta cuando esa subida se compara con el encarecimiento de la cesta de la compra.
Para los pensionistas, el mayor gasto es el de la alimentación, y cuando su pensión ha aumentado un 2% pero la cesta de la compra se ha encarecido más de un 30% , la consecuencia es que el poder adquisitivo de los pensionistas se ha visto mermado en los últimos dos años.
Es una situación que el presidente de Argentina, Javier Milei, define como «ilusión monetaria», cuando los salarios y prestaciones se ven aumentadas, pero el coste de la vida sube mucho más. «Pensionistas, funcionarios, trabajadores… Todos han perdido poder adquisitivo en los últimos dos años», destacó Juan Bravo.
Los jóvenes no son ajenos a esta situación, y por ello buscan su proyección y realización profesional fuera de nuestras fronteras. Desde un punto de vista empresarial, Bravo explica cómo es incomprensible que, de media, se inviertan entre 150.000 y 200.000 euros en la formación de una persona en el sistema público de educación, entre formación básica y superior para que, finalmente, vaya a desarrollar su carrera profesional fuera de nuestro país.
Entre 2018 y 2024 existe una diferencia en la recaudación de impuestos de más de 150.000 millones de euros. Y, sin embargo, seguimos viendo cómo aumentan la inflación y el déficit. Por tanto, la verdadera solución pasa no por recaudar más, sino por no apoyar la mayor parte del crecimiento económico en la deuda pública, que aumenta trimestre tras trimestre, hipotecando el futuro de las generaciones venideras. Juan Bravo sostiene que el gasto público debe recortarse de manera significativa, y enseñar al ciudadano que el bienestar económico no debe venir únicamente de prestaciones públicas. «Es muy necesario desterrar el prejuicio de que lo privado es malo y lo público bueno», comentó.
Simplificación administrativa
Para que un empresario esté al tanto de la normativa actual debe leer 380 folios del BOE al día durante un año entero. Esta situación, completamente insostenible para cualquier empresario, es reflejo de la ingente cantidad de trabas que la Administración pone en el camino de las empresas, y que obstaculizan su actividad. Y para ejemplificar la situación, Bravo hizo referencia a las ayudas que el Gobierno ofrece a los afectados por las inundaciones de Valencia. «La Agencia Tributaria puede saber con un solo click si una persona es autónoma y si reside en Paiporta, por ejemplo, pero es el propio empresario quien debe pedir y justificar que ha sido afectado por la catástrofe», explicó.
En este momento, Fernando Santiago Ollero pidió al invitado una valoración de la actual colaboración público privada, para lo que hizo referencia a una de las grandes peticiones de los gestores administrativos en los últimos años: la necesidad de una ley de colaboración social, que regule la actividad de la Administración pública con las empresas privadas.
Para Juan Bravo, la Administración tiene un grave problema, pues la sociedad no la ve como una facilitadora para resolver sus problemas. Más bien todo lo contrario. «Si en mitad del desierto no existe una Administración, es porque allí no hay una sociedad que administrar. El ciudadano es la razón de ser de la Administración, que debe procurar su bienestar y ser el primer facilitador en la gestión de sus relaciones con lo público. Como no es así, la labor de los gestores administrativos es esencial para empresas y ciudadanos», explicó Bravo.
Fondos europeos
Por último, se sacó a colación la gestión que se ha hecho por parte del Gobierno de los fondos europeos Next Generation, un recurso que, en opinión de Santiago Ollero, está pensado para grandes corporaciones y no para pequeños y medianos empresarios, que suponen la mayor parte del tejido productivo del país.
Para Juan Bravo, viendo la situación actual de países como Francia o Alemania, «España ha perdido una oportunidad de oro para convertirse en líder europeo, pero la gestión y reparto de los fondos ha sido nefasta». Además, tampoco se ha mejorado del todo en digitalización, objetivo primario de estas ayudas, argumentó Bravo.
Los seis pilares del PP si llegara hoy al Gobierno
Por último, Francisco Marhuenda preguntó a Juan Bravo sobre el rumbo que tomaría el Partido Popular si, hipotéticamente, llegara mañana a la Moncloa. Para Bravo, la ejecución estaría ligada a seis pilares fundamentales.
La fiscalidad es el primer punto a reformar, mediante una revisión profunda del sistema tributario con el objetivo de poder recaudar impuestos, pero dejando libertad al ciudadano para que pueda invertir sus ahorros, otra gran cuestión a abordar.
En segundo lugar, el Partido Popular haría una profunda revisión con el fin de reducir al máximo el gasto político superfluo. De esta manera, los impuestos recaudados serían invertidos en la solución de las necesidades reales de los ciudadanos, y no en paliar la deuda.
El tercer punto de acción está centrado en la simplificación de las trabas administrativas que, a día de hoy, amenazan a empresarios, autónomos y ciudadanos. La relación de todos ellos con los poderes públicos debe ser muy diferente a lo que están acostumbrados en la actualidad.
Para poder lograr el tercer punto, es importante una profunda reforma de la Administración, cuarto punto de acción. Es aquí donde se pueden paliar las principales negligencias producidas para el acceso y distribución de los fondos europeos.
La productividad es el quinto punto a tratar para lograr un saneamiento de la economía, centrado en pasar de querer trabajar menos a trabajar mejor. De esta manera se obtendrán mejores índices de satisfacción de los trabajadores y mejores resultados.
Por último, el sexto punto de acción es la inversión en tecnología, para conseguir una mayor eficiencia y agilidad gracias a la inmersión de nuevas tecnologías (como la inteligencia artificial) en los procesos administrativos públicos, mejorando la percepción ciudadana.
El vicesecretario de Economía del PP, invitado a un «Desayuno para los negocios» de LA RAZÓN organizado por los gestores administrativos y Cepyme
«Lo que no se cuenta no existe». Estas fueron las primeras palabras que Juan Bravo, inspector de Hacienda y vicesecretario de Economía del Partido Popular, pronunció durante un «Desayuno para los negocios» celebrado en LA RAZÓN, con la colaboración del Ilustre Colegio de Gestores Administrativos de Madrid (Icogam) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme).
El objetivo de este encuentro, al que asistieron numerosas personalidades del mundo de la pequeña y mediana empresa, amigos y periodistas de diferentes medios especializados, era conocer de primera mano el estado y la situación de la «economía real», como la denominó Francisco Marhuenda, director de LA RAZÓN, en sus palabras de bienvenida.
La economía no son solamente datos. Si bien son importantes, los datos deben ser el punto de inicio para desarrollar un análisis pormenorizado y necesario que nos haga conscientes de la situación de las empresas y de sus trabajadores, verdadero centro de la actividad económica. «Cuando hablas con empresarios, por encima de cifras de facturación está la cantidad de personas a las que da trabajo esa empresa», comentó Bravo.
Porque en su opinión, la persona debe estar en el centro. «El mayor motivo de orgullo para un empresario es el bienestar de sus trabajadores, por encima de los resultados», comentó.
Por tanto, si solo se pone el foco en los datos, podemos llegar a situaciones como la que vivimos actualmente en nuestro país, que vive un crecimiento económico a priori muy bueno. Sin embargo, si se observa cómo se ha obtenido ese crecimiento, «la realidad es que está basado en el endeudamiento público, algo insostenible a medio y largo plazo».
Incluso este enfoque puede afectar a la correcta percepción e interpretación de otras realidades. Por ejemplo, en demografía, donde España es el farolillo rojo de Europa, pero sin embargo, año tras año, crece el número de personas que viven en España. «Un crecimiento económico basado en el endeudamiento de las generaciones futuras y un crecimiento demográfico basado en la inmigración, mientras nuestros jóvenes emigran a otros países buscando una realización profesional que se adivina casi imposible en su propia tierra», destacó Juan Bravo para poner el énfasis en los peligros de no poner el foco en el lugar adecuado.
Cuando el crecimiento económico se basa en una mayor recaudación de impuestos y no en la productividad «hipotecamos el futuro de nuestros jóvenes, pues no se habla de mejorar la productividad, sino de trabajar menos», explicó aludiendo a las reformas propuestas por la titular de Trabajo, Yolanda Díaz.
Poder adquisitivo
Otro tema tratado por Juan Bravo en su intervención fue la notable pérdida de poder adquisitivo de la sociedad. Continuando con el argumento de poner el foco únicamente en los datos, la subida de las pensiones puede interpretarse como una buena noticia. Sin embargo, la percepción es bien distinta cuando esa subida se compara con el encarecimiento de la cesta de la compra.
Para los pensionistas, el mayor gasto es el de la alimentación, y cuando su pensión ha aumentado un 2% pero la cesta de la compra se ha encarecido más de un 30% , la consecuencia es que el poder adquisitivo de los pensionistas se ha visto mermado en los últimos dos años.
Es una situación que el presidente de Argentina, Javier Milei, define como «ilusión monetaria», cuando los salarios y prestaciones se ven aumentadas, pero el coste de la vida sube mucho más. «Pensionistas, funcionarios, trabajadores… Todos han perdido poder adquisitivo en los últimos dos años», destacó Juan Bravo.
Los jóvenes no son ajenos a esta situación, y por ello buscan su proyección y realización profesional fuera de nuestras fronteras. Desde un punto de vista empresarial, Bravo explica cómo es incomprensible que, de media, se inviertan entre 150.000 y 200.000 euros en la formación de una persona en el sistema público de educación, entre formación básica y superior para que, finalmente, vaya a desarrollar su carrera profesional fuera de nuestro país.
Entre 2018 y 2024 existe una diferencia en la recaudación de impuestos de más de 150.000 millones de euros. Y, sin embargo, seguimos viendo cómo aumentan la inflación y el déficit. Por tanto, la verdadera solución pasa no por recaudar más, sino por no apoyar la mayor parte del crecimiento económico en la deuda pública, que aumenta trimestre tras trimestre, hipotecando el futuro de las generaciones venideras. Juan Bravo sostiene que el gasto público debe recortarse de manera significativa, y enseñar al ciudadano que el bienestar económico no debe venir únicamente de prestaciones públicas. «Es muy necesario desterrar el prejuicio de que lo privado es malo y lo público bueno», comentó.
Simplificación administrativa
Para que un empresario esté al tanto de la normativa actual debe leer 380 folios del BOE al día durante un año entero. Esta situación, completamente insostenible para cualquier empresario, es reflejo de la ingente cantidad de trabas que la Administración pone en el camino de las empresas, y que obstaculizan su actividad. Y para ejemplificar la situación, Bravo hizo referencia a las ayudas que el Gobierno ofrece a los afectados por las inundaciones de Valencia. «La Agencia Tributaria puede saber con un solo click si una persona es autónoma y si reside en Paiporta, por ejemplo, pero es el propio empresario quien debe pedir y justificar que ha sido afectado por la catástrofe», explicó.
En este momento, Fernando Santiago Ollero pidió al invitado una valoración de la actual colaboración público privada, para lo que hizo referencia a una de las grandes peticiones de los gestores administrativos en los últimos años: la necesidad de una ley de colaboración social, que regule la actividad de la Administración pública con las empresas privadas.
Para Juan Bravo, la Administración tiene un grave problema, pues la sociedad no la ve como una facilitadora para resolver sus problemas. Más bien todo lo contrario. «Si en mitad del desierto no existe una Administración, es porque allí no hay una sociedad que administrar. El ciudadano es la razón de ser de la Administración, que debe procurar su bienestar y ser el primer facilitador en la gestión de sus relaciones con lo público. Como no es así, la labor de los gestores administrativos es esencial para empresas y ciudadanos», explicó Bravo.
Fondos europeos
Por último, se sacó a colación la gestión que se ha hecho por parte del Gobierno de los fondos europeos Next Generation, un recurso que, en opinión de Santiago Ollero, está pensado para grandes corporaciones y no para pequeños y medianos empresarios, que suponen la mayor parte del tejido productivo del país.
Para Juan Bravo, viendo la situación actual de países como Francia o Alemania, «España ha perdido una oportunidad de oro para convertirse en líder europeo, pero la gestión y reparto de los fondos ha sido nefasta». Además, tampoco se ha mejorado del todo en digitalización, objetivo primario de estas ayudas, argumentó Bravo.
Los seis pilares del PP si llegara hoy al Gobierno
Por último, Francisco Marhuenda preguntó a Juan Bravo sobre el rumbo que tomaría el Partido Popular si, hipotéticamente, llegara mañana a la Moncloa. Para Bravo, la ejecución estaría ligada a seis pilares fundamentales.
La fiscalidad es el primer punto a reformar, mediante una revisión profunda del sistema tributario con el objetivo de poder recaudar impuestos, pero dejando libertad al ciudadano para que pueda invertir sus ahorros, otra gran cuestión a abordar.
En segundo lugar, el Partido Popular haría una profunda revisión con el fin de reducir al máximo el gasto político superfluo. De esta manera, los impuestos recaudados serían invertidos en la solución de las necesidades reales de los ciudadanos, y no en paliar la deuda.
El tercer punto de acción está centrado en la simplificación de las trabas administrativas que, a día de hoy, amenazan a empresarios, autónomos y ciudadanos. La relación de todos ellos con los poderes públicos debe ser muy diferente a lo que están acostumbrados en la actualidad.
Para poder lograr el tercer punto, es importante una profunda reforma de la Administración, cuarto punto de acción. Es aquí donde se pueden paliar las principales negligencias producidas para el acceso y distribución de los fondos europeos.
La productividad es el quinto punto a tratar para lograr un saneamiento de la economía, centrado en pasar de querer trabajar menos a trabajar mejor. De esta manera se obtendrán mejores índices de satisfacción de los trabajadores y mejores resultados.
Por último, el sexto punto de acción es la inversión en tecnología, para conseguir una mayor eficiencia y agilidad gracias a la inmersión de nuevas tecnologías (como la inteligencia artificial) en los procesos administrativos públicos, mejorando la percepción ciudadana.
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