En tres semanas, el Barcelona de Hansi Flick se ha desmoronado en la Liga, permitiendo que el Madrid sea dueño de su destino (si gana el partido aplazado en Mestalla sería líder, con dos puntos de ventajas) y dándole esperanza al Atlético. En tres semanas se han desmontado alguna de las señas de identidad que había inyectado, y en tiempo récord, el técnico alemán, firmando un casi perfecto inicio de Liga, con 33 puntos de 36 posibles, solo empañado por la caída en Pamplona. En tres semanas, el Barcelona de Hansi Flick se ha desmoronado en la Liga, permitiendo que el Madrid sea dueño de su destino (si gana el partido aplazado en Mestalla sería líder, con dos puntos de ventajas) y dándole esperanza al Atlético. En tres semanas se han desmontado alguna de las señas de identidad que había inyectado, y en tiempo récord, el técnico alemán, firmando un casi perfecto inicio de Liga, con 33 puntos de 36 posibles, solo empañado por la caída en Pamplona.
En tres semanas, el Barcelonade Hansi Flick se ha desmoronado en la Liga, permitiendo que el Madrid sea dueño de su destino (si gana el partido aplazado en Mestalla sería líder, con dos puntos de ventajas) y dándole esperanza al Atlético. En tres semanas se han desmontado alguna de las señas de identidad que había inyectado, y en tiempo récord, el técnico alemán, firmando un casi perfecto inicio de Liga, con 33 puntos de 36 posibles, solo empañado por la caída en Pamplona.
Ahora, en cambio, solo suma un punto de nueve, con dos derrotas –Real Sociedad (1-0) y Las Palmas (1-2)- y un empate en Vigo: Celta (2-2). Llegó sonriente Flicka la sala de prensa, consciente, eso sí, de que se enfrenta a uno de los períodos más inestables desde que llegó.
«Tenemos la plantilla más joven de la Liga, es brutal trabajar con ellos. Hay una gran atmósfera, pero todo se reduce a sumar puntos. No tenemos los puntos que creo que hemos merecido por nuestra forma de jugar. ¡Hay que luchar!», ha subrayado Flick, quien no se plantea cambio alguno en la portería a pesar de la fragilidad del equipo. «Está en nuestras manos darle la vuelta a esta dinámica».
Hace dos meses que llegó Szczesny al Barça y todavía no ha jugado ni un solo minuto. Lleva ya nueve partidos consecutivos en el banquillo. Y en Mallorca será el décimo. «Lo está haciendo muy bien en los entrenamientos, pero no tenemos un plan para que debute. Como he dicho en reiteradas ocasiones Iñaki es el titular”, ha precisado el entrenador.
No ha querido Flick buscar coartadas a la caída del equipo. Intenta encontrar soluciones con una larga charla con la plantilla en la intimidad del vestuario y una conversación, ya en el campo de entrenamiento, con Robert Lewandowski, además de recibir la visita del presidente Joan Laporta.
«No quiero poner excusas. La parte positiva es que noviembre ha acabado. Quiero decir que el equipo ha corrido mucho, ha dado mucho, ha tenido muchas ocasiones. Es cuestión de ganar o perder. Depende de nosotros. Lo positivo es que generamos ocasiones y la negativa es que no la concretamos», ha explicado.
En su conversación con el presidente del club fue mucho más allá de aspectos tácticos. Flick eligió otro camino. Recuperar la «lucha» o el hambre que exhibió el Barça en los tres primeros meses antes de que llegara el fatífico noviembre liguero. «Hemos hablado de la lucha, no solo de jugar a fútbol. Yo valoro mucho a los jugadores en este aspecto de la lucha. Voy a por la pelota, con voluntad, con ganas. Lo hay para defender la portería, viendo cómo juegan Pau o Iñigo en la defensa o Pedri, que invierte un montón de energía. También Raphinha. Si todos dan lo mejor de todo estaremos en el buen camino», ha indicado el entrenador.
«Hemos hablado con el presidente de la lucha, no solo de jugar a fútbol. Yo valoro mucho a los jugadores en este aspecto de la lucha»
«Tenemos el equipo más joven de la Liga y debemos aprender. Cuando tengamos marcador a cero, cada uno debe defender como unidad. Eso es lo más importante. Y lo mismo en ataque», ha precisado Flick, indicando que ante Las Palmas “somos los responsables de esta derrota” apelando a recuperar la efectividad de sus jugadores. «Hay que aceptar que hay altibajos en la Liga, es un camino largo. Claro que queremos ganar la Liga y quiero ver que todos luchan por esta victoria. No solo los jugadores, yo también. ¡Todos!».
«Cuando tenemos una oportunidad debemos ir claramente hacia el objetivo y defender, defender bien» ha subrayado el entrenador azulgrana. “¿La caída del equipo? Puedo decir muchas cosas sobre el partido contra Las Palmas, pero no quiero hablar de eso. Parecería que me estoy quejando de algo o de que pongo excusas. No me gusta poner excusas. No soy así. Antes, el equipo debería haber ganado el partido. La concentración es clave, tanto ofensiva como defensiva. Puedes tener una, dos o tres ocasiones, debes aprovecharla”, ha precisado el técnico alemán.
«En los últimos partidos no hemos marcado muchos goles, ese es el foco donde nos debemos poner, tanto en defensa como en ataque», ha reiterado Flick explicando que es necesario que su equipo exhiba ese «espíritu de lucha» que tanto reclama.
«Siempre hay un motivo por el que te marcan goles. Y tiene que ver que el contrario aprovecha la oportunidad. Debemos generar esa presión. Es así. Cuando defendemos como equipo y como unidad, cuando todos saben lo que deben hacer y protegemos la espalda del otro todo va mucho mejor», ha añadido Flick, recordando que su Barça «bajó la presión y no estuvimos suficientemente unidos y dejamos espacios».
La supersónica velocidad de crucero del Barça de Flick ha sufrido un frenazo brutal, que abre las primeras dudas. Y, sobre todo, coloca al entrenador en el centro del escenario. Suya fue la obra, era el mismo equipo de la pasada temporada con Xavi más Dani Olmo, al que apenas ha podido usar, y Pau Víctor, que devolvió la alegría a un deprimido barcelonismo.
Suyo es ahora el reto de reconstruirse sobre los pasos perdidos, teniendo una semana por delante que medirá la fortaleza anímica y, especialmente, futbolística del proyecto. Todo ocurrirá, además, fuera de Montjuïc.
Mallorca es la primera etapa (martes, 3, 19.00 h) de unos ocho días donde le tocará viajar a Sevilla para medirse al Betis (sábado 7, 16.15 h) antes de acabar en el muro de Dortmund para superar la prueba del Borussia (miércoles 11, 21.00 h). Luego, Leganés y Atlético subirán a la montaña olímpica para comprobar si el Barça ha despertado en diciembre de un caótico noviembre. «Son tres partidos muy duros», ha dicho el técnico en alusión a los tres viajes consecutivos.
Vuelve este martes Marc Casadó, una vez cumplida su sanción en la derrota con Las Palmas. Una vez constatada también la enorme importancia que tiene este futbolista, a quien no se esperaba a inicios de temporada y menos con esta trascendencia, en el modelo de juego de Flick.
Sin el joven mediocentro, el Barça ha recibido cuatro goles: dos del Celta tras ser expulsado y dos del Las Palmas
Aporta equilibrio, orden y, además, fiabilidad defensiva. Se perdió los minutos finales de Balaídos porque vio dos tarjetas amarillas en siete minutos (m. 82). Luego, llegaron los goles del Celta. El 1-2 (m. 84) y el 2-2 definitivo (m. 86). Unidos a los dos marcados por Las Palmas, el Barça ha recibido cuatro tantos sin Casadó en el campo.
«Ha evolucionado muchísimo desde inicios de temporada. Ha jugado Marc en la selección. Sabe leer muy bien los partidos y, además, al rival. Sabe donde debe estar. Y piensa: ‘He cometido un error aquí y a la siguiente debo estar allá’. Lo está haciendo muy bien», ha dicho el entrenador azulgrana.
No solo retornará Marc Casadó, pilar imprescindible en el centro del campo, sino que podrá contar Flick con Alejandro Balde, ya recuperado del golpe en la traquea que le hizo ser sustituido en la primera mitad. Y Araujo, mientras, trabaja en los últimos días de su recuperación, con la mirada puesta en reaparecer dentro de un par de semanas tras cinco meses de ausencia. Ni ha debutado aún el uruguayo con Flick, quien confía en tenerlo pronto.
Ha pedido el entrenador del Barça energía y «lucha» para recobrar la identidad defensiva. “»Los rivales se preparan y están haciendo un buen trabajo. Está claro», ha dicho al ser preguntado sobre el descenso de los fueras de juegos provocados a los rivales.
Diario de Mallorca – Deportes