Von der Leyen supera una moción de censura en el Parlamento Europeo tras hacer concesiones a socialdemócratas y liberales

Ursula von der Leyen se sentía tan segura de superar la votación de este jueves en Estrasburgo de la moción de censura presentada por una parte de las fuerzas más ultras de la Eurocámara, que partió a Roma la víspera para participar en una conferencia sobre Ucrania. Tras asegurarse el no de los liberales y los socialdemócratas, la votación no ha tenido grandes sorpresas. Estos grupos afirman que, a cambio de su apoyo, la presidenta de la Comisión Europea se ha comprometido a mantener un fondo social en el próximo presupuesto plurianual. La moción ha sido rechazada por 360 votos, frente a solo 175 a favor de censurar a la jefa del Ejecutivo europeo y 18 abstenciones.

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 La presidenta de la Comisión Europea se compromete a mantener un fondo social en el próximo presupuesto plurianual de la UE  

Ursula von der Leyen se sentía tan segura de superar la votación de este jueves en Estrasburgo de la moción de censura presentada por una parte de las fuerzas más ultras de la Eurocámara que partió a Roma la víspera, para participar en una conferencia sobre Ucrania. Tras asegurarse el no de socialdemócratas, que aseguran que a cambio la presidenta de la Comisión Europea se ha comprometido a mantener un fondo social en el próximo presupuesto plurianual, y de los liberales, la votación no ha tenido grandes sorpresas. La moción ha sido rechazada este jueves por 360 votos, frente a solo 175 a favor de censurar a la jefa del Ejecutivo europeo y 18 abstenciones.

El resultado queda así muy lejos de la doble mayoría —dos tercios de los votos emitidos y un mínimo de 361 apoyos— que requería que hubiera salido adelante la iniciativa, presentada por el eurodiputado rumano ultra Gheorge Piperea, que milita en el grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). No obstante, buena parte de su propia formación se había desmarcado desde el principio de la iniciativa: solo 39 de sus 78 miembros ha votado sí, la mayoría decidió no acudir a la votación.

La moción ha sido respaldada sobre todo por las fuerzas más ultras de la Eurocámara: la mayor parte de los síes procede del grupo Patriots, incluidos cuatro de los seis eurodiputados de Vox. También ha votado sí el presidente parlamentario del grupo, Jordan Bardella, del francés Reagrupamiento Nacional, actualmente de nuevo en la mira de las autoridades judiciales por sospechas de malversación de fondos europeos. Solo un eurodiputado liberal y otro socialdemócrata, así como 13 eurodiputados del grupo la Izquierda (ninguno español) han apoyado la iniciativa.

Pero aunque el rechazo a la propuesta que habría hecho caer probablemente a toda la Comisión Europea ha sido contundente, la jefa del Ejecutivo europeo no sale indemne del proceso: además de haber tenido que hacer concesiones de cara al presupuesto plurianual que su equipo presenta la semana que viene, la alemana ha recibido una llamada de atención muy seria sobre sus constantes guiños a líderes ultras como la italiana Giorgia Meloni —con la que se ve este mismo jueves de nuevo— y sobre los constantes pactos que hace su familia política, el Partido Popular Europeo (PPE) con las fuerzas más a la derecha del hemiciclo, en vez de apostar por la tradicional mayoría proeuropea del Parlamento.

“Votamos NO a la ultraderecha y sus iniciativas destructivas”, había adelantado la presidenta de los Socialistas y Demócratas (S&D), Iratxe García, en las redes sociales. Aun así, según explicó en un comunicado, este voto no es una carta blanca a Von der Leyen: “Nuestro voto no significa que no seamos críticos con la Comisión Europea. Los recientes giros de Von der Leyen hacia promesas a la extrema derecha son un motivo de gran alarma para nuestro grupo”, advirtió. La jefa del Ejecutivo europeo, del Partido Popular Europeo (PPE) “debe entender que no vamos a hacer la vista gorda ante el doble juego que hacen el PPE y su presidente, Manfred Weber, en la Eurocámara. La confianza entre las fuerzas proeuropeas y democráticas está más dañada que nunca”, subrayó.

Del mismo modo, Renew, el grupo liberal, había decidido no apoyar una moción que habría supuesto, dijo su presidenta, Valérie Hayer, “legitimizar su agenda o jugar sus juegos”. A la vez sin embargo, también subrayó que su “no a la moción no es un cheque en blanco a la Comisión”, a la que exige un cambio.

“La presidenta Von der Leyen debe mantener su promesa y restaurar la confianza con los grupos parlamentarios que la eligieron. No se puede dar por sentado una mayoría operativa, se debe ganar mediante el diálogo, la cooperación y el respeto”, reclamó la francesa.

Von der Leyen rebatió el lunes en Estrasburgo la moción como “otro crudo intento de provocar una brecha entre las instituciones y entre las fuerzas proeuropeas y democráticas” en la Eurocámara por unas fuerzas extremistas “apoyadas por enemigos y por sus titiriteros en Rusia y otras partes”. Consciente sin embargo de la tensión entre las fuerzas proeuropeas, en los pasados días, se ha reunió con los líderes de los grupos que posibilitaron su reelección el año pasado: además del PPE en el que milita, con S&D, Renew y los Verdes. Según fuentes socialdemócratas, entre otras, la alemana se comprometió a incluir de nuevo el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), el principal instrumento de la UE destinado a invertir en las personas y respaldar la aplicación del pilar europeo de derechos sociales, en las negociaciones del presupuesto plurianual (MFF, por sus siglas en inglés) que comenzarán una vez que la Comisión presente, la próxima semana, su propuesta en esta materia.

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