Cada vez hay más personas solteras en nuestro país. Así se avanzaba el tema principal de la mesa de aperitivo de ‘El programa de Ana Rosa’, donde la presentadora se sienta junto a sus colaboradores para debatir sobre temas de sociedad. «Quien sí que cree en la pareja, es un cura«, bromeaba la presentadora, dando paso a una noticia que no ha dejado indiferente a nadie.
El pasado 30 de enero, un cura de Sanlúcar de Barrameda se convertía en padre por segunda vez. Debido a este acontecimiento, el párroco se ha visto obligado a abandonar su carrera eclesiástica, de 15 años de trayectoria. Sin embargo, lo más sorprendente es que ninguno de los vecinos estaba al tanto, por lo que la sorpresa estaba más que servida.
Versiones contradictorias en su abandono
Ana Rosa conectaba con la localidad gaditana, donde se hallaba Leonor Sánchez, colaboradora del programa. Como la reportera indicaba, el cura llevaba desde hacía ya varios años integrado en la Orden de los Capuchinos, y se dedicaba a dar misa en Jerez de la Frontera y Sanlúcar. Aparte de su puesto principal, contaba con el cargo de director espiritual de dos hermandades de Jerez. Precisamente, la voz de alarma saltaba a través de estas, que se enteraron de la paternidad del párroco mediante un mensaje de WhatsApp que recibió el hermano mayor de una de las congregaciones.
Tras conocer un poco el contexto, el equipo del programa preguntaba en exclusiva a un fraile de la Orden por el párroco. «Ahora mismo está en su casa, sigue perteneciendo a la Orden hasta que venga la dispensa«, comenzaba explicando. Según le avanzaba a las cámaras de ‘El programa de Ana Rosa’, el cura se acercó un día a sus compañeros de la Orden, y les confirmó su intención de seguir el camino del matrimonio.
Los colaboradores se mojan
Tras la visualización de las declaraciones, los colaboradores daban sus primeras opiniones acerca del tema. El primero de ellos era Luis Pliego, que alababa la decisión del cura de asumir las consecuencias y hacerse cargo de las dos mellizas recién nacidas. Boris Izaguirre se sumaba a defender al cura de una forma un tanto chistosa: «De alguna manera está repoblando, está haciendo crecer la población«. El escritor intentaba comparar la situación acontecida con uno de los pilares fundamentales de la Iglesia: su postura provida.
Quien parecía contradecir un poco al resto era Cristina Cifuentes. «La religión católica es de las pocas que mantiene el celibato de los sacerdotes», contestaba a sus compañeros. La expresidenta de la Comunidad de Madrid apuntaba a una de las premisas clave del catolicismo, dando a entender de que no es muy aceptable el hecho de ‘romper las normas’. Jano Mecha esclarecía un poco la situación, explicando que a lo largo de varios reportajes que había hecho sobre el tema, había podido descubrir como todos los párrocos eran obligados a dejar el sacerdocio.
Para finalizar, Ana Rosa se mojaba y comentaba que a pesar de estar de acuerdo con la decisión del párroco, había un pequeño detalle que no le terminaba de encajar. «A mí lo que me parece mal es que antes de llegar al parto ha habido una relación y nadie sabía nada«, criticaba Quintana, en relación con el hecho de haber mantenido oculto durante tanto tiempo lo que desde hace 9 meses ya se había que iba a ocurrir. «Ocultarlo ha tenido que ser un sufrimiento, imagino«, concluía la presentadora.
El párroco en cuestión se convertía en padre por segunda vez a finales del mes de enero, obligándole así a dejar la Orden a la que llevaba perteneciendo desde hacía ya 15 años
Cada vez hay más personas solteras en nuestro país. Así se avanzaba el tema principal de la mesa de aperitivo de ‘El programa de Ana Rosa’, donde la presentadora se sienta junto a sus colaboradores para debatir sobre temas de sociedad. «Quien sí que cree en la pareja, es un cura«, bromeaba la presentadora, dando paso a una noticia que no ha dejado indiferente a nadie.
El pasado 30 de enero, un cura de Sanlúcar de Barrameda se convertía en padre por segunda vez. Debido a este acontecimiento, el párroco se ha visto obligado a abandonar su carrera eclesiástica, de 15 años de trayectoria. Sin embargo, lo más sorprendente es que ninguno de los vecinos estaba al tanto, por lo que la sorpresa estaba más que servida.
Versiones contradictorias en su abandono
Ana Rosa conectaba con la localidad gaditana, donde se hallaba Leonor Sánchez, colaboradora del programa. Como la reportera indicaba, el cura llevaba desde hacía ya varios años integrado en la Orden de los Capuchinos, y se dedicaba a dar misa en Jerez de la Frontera y Sanlúcar. Aparte de su puesto principal, contaba con el cargo de director espiritual de dos hermandades de Jerez. Precisamente, la voz de alarma saltaba a través de estas, que se enteraron de la paternidad del párroco mediante un mensaje de WhatsApp que recibió el hermano mayor de una de las congregaciones.
Tras conocer un poco el contexto, el equipo del programa preguntaba en exclusiva a un fraile de la Orden por el párroco. «Ahora mismo está en su casa, sigue perteneciendo a la Orden hasta que venga la dispensa«, comenzaba explicando. Según le avanzaba a las cámaras de ‘El programa de Ana Rosa’, el cura se acercó un día a sus compañeros de la Orden, y les confirmó su intención de seguir el camino del matrimonio.
Los colaboradores se mojan
Tras la visualización de las declaraciones, los colaboradores daban sus primeras opiniones acerca del tema. El primero de ellos era Luis Pliego, que alababa la decisión del cura de asumir las consecuencias y hacerse cargo de las dos mellizas recién nacidas. Boris Izaguirre se sumaba a defender al cura de una forma un tanto chistosa: «De alguna manera está repoblando, está haciendo crecer la población«. El escritor intentaba comparar la situación acontecida con uno de los pilares fundamentales de la Iglesia: su postura provida.
Quien parecía contradecir un poco al resto era Cristina Cifuentes. «La religión católica es de las pocas que mantiene el celibato de los sacerdotes», contestaba a sus compañeros. La expresidenta de la Comunidad de Madrid apuntaba a una de las premisas clave del catolicismo, dando a entender de que no es muy aceptable el hecho de ‘romper las normas’. Jano Mecha esclarecía un poco la situación, explicando que a lo largo de varios reportajes que había hecho sobre el tema, había podido descubrir como todos los párrocos eran obligados a dejar el sacerdocio.
Para finalizar, Ana Rosa se mojaba y comentaba que a pesar de estar de acuerdo con la decisión del párroco, había un pequeño detalle que no le terminaba de encajar. «A mí lo que me parece mal es que antes de llegar al parto ha habido una relación y nadie sabía nada«, criticaba Quintana, en relación con el hecho de haber mantenido oculto durante tanto tiempo lo que desde hace 9 meses ya se había que iba a ocurrir. «Ocultarlo ha tenido que ser un sufrimiento, imagino«, concluía la presentadora.
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