Un menor sin vacunar de Texas es la primera víctima mortal tras un brote de sarampión en EEUU

Se trata de la primera muerte por sarampión en Estados Unidos desde 2015. Hay registrados 124 casos, la mayoría niños, en el brote más grave de los últimos 30 años en Texas. Leer Se trata de la primera muerte por sarampión en Estados Unidos desde 2015. Hay registrados 124 casos, la mayoría niños, en el brote más grave de los últimos 30 años en Texas. Leer  

Las autoridades de salud de Texas (EE.UU.) informaron este miércoles de que un niño en edad escolar y no vacunado ha fallecido por sarampión en las últimas horas, después de que se haya registrado un brote con 124 afectados en las comunidades estadounidenses de South Plains y Panhandle. Se trata de la primera por sarampión en Estados Unidos desde 2015.

Durante la primera reunión de gabinete de Gobierno del estadounidense Donald Trump, el secretario de Salud, Robert Kennedy Jr., aseguró que por el momento han muerto dos personas por el brote. No proporcionó detalles y las autoridades sanitarias de Texas y Nuevo México no han mencionado una segunda muerte.

Kennedy añadió que están trabajando para contener el brote y evaluar su alcance, aunque todo apunta a que se limita a una comunidad menonita en Texas.

El menor había sido hospitalizado en la ciudad de Lubbock (oeste rural de Texas) la semana pasada y había dado positivo en la prueba de sarampión, reportó hoy el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas (DSHS, en inglés) sobre la primera muerte registrada durante este brote, considerado ya «el más grave en los últimos 30 años» en Texas.

«Hasta el 25 de febrero, se han confirmado 124 casos de sarampión en el brote que empezó a finales de enero. La mayoría de los casos son niños. Dieciocho personas han sido hospitalizadas», detalló DSHS sobre esta infección vírica altamente contagiosa que «puede causar una enfermedad potencialmente mortal a cualquier persona que no esté vacunada».

El brote se está extendiendo principalmente en una comunidad menonita de pueblos pequeños con bajas tasas de vacunación y donde los habitantes se desplazan entre la comarca para ir a trabajar, asistir a la iglesia o hacer sus compras semanales, según medios locales.

También se han registrado otros nueve casos en el este deNuevo México, cerca de la frontera con el estado de Texas, donde el brote se ha extendido a unos 10 condados, dijeron las autoridades sanitarias de Texas

Las personas infectadas por sarampión pueden haber sido contagiadas por contacto directo con otras personas infectadas y comienzan a tener síntomas una o dos semanas después.

«Aunque los múltiples brotes de sarampión en Estados Unidos no habían provocado ninguna muerte, era sólo cuestión de tiempo que se produjera una», dijo a la AFP el médico especialista en enfermedades infecciosas Amesh Adalja, de la Universidad Johns Hopkins.

«El sarampión sigue matando a más de 100.000 personas cada año en todo el mundo. La muerte debería servir como recordatorio de que hubo una razón por la que se desarrolló la vacuna y de que la vacuna es valiosa para las personas. Estas muertes son casi totalmente evitables», agregó.

Robert F. Kennedy Jr. fue confirmado como Secretario de Salud de EE.UU. a principios de este mes, superando la resistencia del estamento médico y de algunos miembros del Congreso. Es un escéptico declarado de las vacunas y ha sido cuestionado por vincular la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) con el autismo, una afirmación que ha sido desacreditada por completo por la investigación científica.

Tras su nombramiento como secretario de Salud Kennedy se ha comprometido a proteger los programas de vacunación existentes, informa Reuters.

El epicentro del brote es el condado de Gaines, hogar de una importante población menonita, una comunidad cristiana con un historial de reticencia a las vacunas. La ley de Texas permite exenciones de vacunas por razones de conciencia, incluidas las creencias religiosas.

El sarampión fue declarado eliminado en los Estados Unidos en 2000, lo que significa que no hubo transmisión continua de la enfermedad durante un año. En los últimos años, los funcionarios federales de salud han atribuido algunos brotes a los padres estadounidenses que se niegan a vacunar a sus hijos. En 2024, hubo 285 casos de la enfermedad en los Estados Unidos de 16 brotes, frente a 59 casos de cuatro brotes en 2023.

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