El Real Madrid se la ‘pegó’ en Euroliga, y sumó la primera derrota de la temporada en casa tras caer por 64-74 ante Anadolu Efes, en un encuentro que estuvo marcado por las dos caras ofrecidas por los blancos en el encuentro: unos primeros 20 minutos lamentables, nefastos en la anotación, y otros 20, en el segundo tiempo, en el que tuvieron el partido en su mano. En el momento de ejecutar, los de Chus Mateo se frustraron por las acciones arbitrales, Campazzo acabó expulsado, y las opciones de remontada quedaron dilapidas. El Real Madrid se la ‘pegó’ en Euroliga, y sumó la primera derrota de la temporada en casa tras caer por 64-74 ante Anadolu Efes, en un encuentro que estuvo marcado por las dos caras ofrecidas por los blancos en el encuentro: unos primeros 20 minutos lamentables, nefastos en la anotación, y otros 20, en el segundo tiempo, en el que tuvieron el partido en su mano. En el momento de ejecutar, los de Chus Mateo se frustraron por las acciones arbitrales, Campazzo acabó expulsado, y las opciones de remontada quedaron dilapidas.
El Real Madrid se la ‘pegó’ en Euroliga, y sumó la primera derrota de la temporada en casa tras caer por 64-74 ante Anadolu Efes, en un encuentro que estuvo marcado por las dos caras ofrecidas por los blancos en el encuentro: unos primeros 20 minutos lamentables, nefastos en la anotación, y otros 20, en el segundo tiempo, en el que tuvieron el partido en su mano. En el momento de ejecutar, los de Chus Mateo se frustraron por las acciones arbitrales, Campazzo acabó expulsado, y las opciones de remontada quedaron dilapidas.
La anotación del conjunto blanco en el primer cuarto fue, sencillamente, ridícula. Seis únicos puntos convertidos en los primeros 10 minutos, en los que se pasó del 4-7, convertido por Edy Tavares, al 6-19 firmado por Gabriel Deck que sirvió para romper casi siete minutos y medio de sequía. Irreconocible el Madrid, terriblemente atascado en la parcela ofensiva.
Se empleó a fondo Vincent Poirier ante su exequipo, firmando una gran primera mitad. Y mientras, los madridistas seguían sin encontrar sensaciones en ataque. Serge Ibaka anotó el noveno y décimo punto blanco con sufrimiento, con casi dos minutos y medio del segundo cuarto transcurridos. Y Anadolu Efes, que quizá no había conseguido sacar todo el rédito posible al mal partido de los locales, empezó a dispararse en el marcador, situando el +20 con una gran ‘bombita’ de Elijah Bryant (10-30).
Trató de tocar todas las teclas posibles Chus Mateo, que introdujo a Andrés Feliz en pista tras varias semanas de ausencia por lesión. Incluso plantó su zona 2-3, que aparece en los momentos de mayor debilidad. Facundo Campazzo, de lo poco salvable hasta el momento, inauguró la cuenta triplista de los blancos al 14º intento, pero los de Tomislav Mijatovic seguían dominando cómodos en el electrónico, situando una ventaja sonrojante sobre el Real Madrid (17-40). Llegó a ser de 27 puntos, tras un triple de Jordan Nwora (18-45).
El descanso llegó al Wizink con un +22 (25-47) favorable a los de Estambul, con una primera parte realmente mala de los blancos, que no podían salvar prácticamente nada de lo ofrecido en los primeros 20 minutos. La reacción era obligatoria a la par que previsible. Y llegó.
Con Campazzo echándose el equipo a las espaldas, el mago argentino lideró un parcial de 11-1 que volvió a meter a su equipo en encuentro (38-52). Llovía menos para los de Mateo, y a los jugadores de Anadolu Efes les empezaron a desaparecer las sonrisas de sus rostros. Un triple de Nwora dio algo de aire a los turcos (45-57), pero el Madrid ya había cambiado su versión, y tras un parcial total de 24-11, entraron al asalto final con una desventaja solamente de nueve puntos (49-58).
Una renta que se recortó a la mitad en los 100 primeros segundos del último periodo, gracias a un triple de Mario Hezonja y a una canasta de Sergio Llull (54-58). Daba la sensación de que el conjunto blanco iba a ser capaz de darle la vuelta al partido, y pese a que Rodrigue Beaubois castigó desde el 6,75, Llull, con un triple, situó a su equipo a tan solo dos puntos (61-63).
Pero esta vez salió cruz. El Madrid empezó a protestar decisiones arbitrales y encadenó una técnica y antideportiva a Campazzo, y una técnica al banquillo por protestar. Efes lo cerró desde el tiro libre e infligió la sexta derrota de los blancos en Euroliga, y la primera de la temporada en el Wizink.
Diario de Mallorca – Deportes