La figura de Isabel de Baviera, conocida popularmente como Sisi, renace hoy en la pequeña pantalla con una propuesta que rompe un poco con los estereotipos de los relatos clásicos. Cosmo estrena esta noche, martes 21 de enero, las temporadas tres y cuatro de “Sisi: Emperatriz de Austria”, una ambiciosa producción que humaniza y moderniza a la icónica emperatriz. Esta serie, estrenada en 2021, ya ha conquistado a millones de espectadores en más de 120 países y hoy apunta atrapar a un público ávido de historias intensas y visualmente deslumbrantes.
Lejos de las versiones edulcoradas de antaño, “Sisi” nos muestra a una joven intrépida y rebelde que se enamora de Francisco José, emperador de Austria, pero su cuento de hadas rápidamente se convierte en una tormenta de desafíos. La producción, dirigida por Sven Bohse, no teme adentrarse en los aspectos más oscuros de la monarquía, desde las rígidas normas de la corte hasta las tensiones políticas que marcaron la época. Dominique Devenport, quien interpreta de forma brillante y muy personal a Sisi, describió su trabajo como “un honor y una responsabilidad. La complejidad de Isabel me permitió explorar facetas humanas que van mucho más allá de la típica historia de amor”.
En la serie, Sisi evoluciona de una joven despreocupada a una mujer capaz de tomar las riendas de su destino. Su relación con Francisco José, interpretado impecablemente por Jannik Schümann, es central en la trama, mostrando cómo ambos personajes se transforman a través de su conexión. Francisco pasa de ser un líder rígido y autoritario a descubrir su lado más vulnerable, mientras que Sisi enfrenta las pérdidas personales y los conflictos sociales que la llevan a convertirse en una figura política muy influyente. Este crecimiento de los personajes está acompañado por escenas cargadas de pasión, acción y una palpable química entre los actores principales.
La serie destaca por su impresionante puesta en escena. Filmada en Lituania y Letonia, las localizaciones recrean a la perfección la opulencia de la Austria imperial del siglo XIX. Lugares como la Filarmónica Nacional de Vilna y el casco antiguo de Riga dan vida al esplendor de la corte vienesa, mientras que los majestuosos vestidos diseñados para la serie capturan tanto el glamour como la presión física que enfrentaban las mujeres de la época y que tanto obsesionaba a la emperatriz. Devenport confesó que inicialmente tuvo problemas para moverse con los trajes: “Eran pesados y ajustados. Constantemente tiraba cosas en el set, pero al final, me ayudaron a comprender lo que Sisi soportaba en su vida diaria”.
No obstante, la serie también ha sido objeto de críticas por sus libertades creativas, algunas de las cuales han sido calificadas como exageradas. Desde la escena en la que Sisi recluta a una prostituta como su dama de compañía hasta momentos de acción que rozan la ficción histórica, estas decisiones han dividido opiniones. Pero incluso estos elementos aportan dinamismo y convierten a “Sisi” en un drama accesible y emocionante para las nuevas generaciones. Además, la serie aborda temas como la independencia femenina y la sexualidad con un enfoque más contemporáneo, lo que la aleja aún más de las películas románticas de los años 50.
Más allá de las licencias artísticas, “Sisi” brilla al mostrar los aspectos más humanos y complejos de su protagonista. La serie explora cómo Isabel lidió con la pérdida de su hija Sofía y con el aislamiento emocional que experimentó en la corte. En este sentido, logra captar la esencia de una mujer adelantada a su tiempo, una figura que no solo desafió las normas sociales, sino que también utilizó su posición para influir en la política europea. Bohse, creador de la serie, lo resume así: “Es una historia de emancipación. Sisi no fue solo un ícono de belleza, fue una mujer que luchó por su lugar en un mundo que intentaba limitarla”.
El estreno de las nuevas temporadas en Cosmo marca una oportunidad para redescubrir a esta icónica figura bajo una luz más audaz y matizada. Con todo esto, es prácticamente imposible que el espectador no se enganche a la serie mientras navega por las intrigas cortesanas, los dilemas personales y los momentos decisivos que definieron la vida de una de las mujeres más fascinantes de la historia. Si alguna vez te preguntaste quién era realmente Sisi, esta serie es tu puerta de entrada a un retrato vibrante, complejo y profundamente humano de la emperatriz.
Sisi: mitos y verdades de una emperatriz
La emperatriz Sisi no solo fue un ícono de belleza y estilo; también fue una mujer adelantada a su tiempo. Practicaba deportes como esgrima y ciclismo a los 50 años, escribía poesía bajo el seudónimo de “Titania” y seguía dietas extremas para mantener su figura. Con una cintura de 47 cm, obsesión por el ejercicio y estrictas dietas, marcó tendencias mucho antes de la era de las influencers. Evitaba ser fotografiada desde los 32 años, obsesionada con preservar su imagen joven. Con su obsesión por la naturaleza y su amor por los caballos, Sisi desafió los estándares de su tiempo y se convirtió en un símbolo de modernidad. Además, coleccionaba retratos femeninos que alimentan teorías sobre su probable bisexualidad. Su vida estuvo marcada por tragedias, como la pérdida de su hijo Rodolfo y su asesinato en Ginebra. Un legado tan complejo como inolvidable.
Dominique Devenport encarna a Isabel de Austria en una versión más intensa y libre del icónico personaje histórico. Cosmo estrena hoy las nuevas temporadas de esta serie
La figura de Isabel de Baviera, conocida popularmente como Sisi, renace hoy en la pequeña pantalla con una propuesta que rompe un poco con los estereotipos de los relatos clásicos. Cosmo estrena esta noche, martes 21 de enero, las temporadas tres y cuatro de “Sisi: Emperatriz de Austria”, una ambiciosa producción que humaniza y moderniza a la icónica emperatriz. Esta serie, estrenada en 2021, ya ha conquistado a millones de espectadores en más de 120 países y hoy apunta atrapar a un público ávido de historias intensas y visualmente deslumbrantes.
Lejos de las versiones edulcoradas de antaño, “Sisi” nos muestra a una joven intrépida y rebelde que se enamora de Francisco José, emperador de Austria, pero su cuento de hadas rápidamente se convierte en una tormenta de desafíos. La producción, dirigida por Sven Bohse, no teme adentrarse en los aspectos más oscuros de la monarquía, desde las rígidas normas de la corte hasta las tensiones políticas que marcaron la época. Dominique Devenport, quien interpreta de forma brillante y muy personal a Sisi, describió su trabajo como “un honor y una responsabilidad. La complejidad de Isabel me permitió explorar facetas humanas que van mucho más allá de la típica historia de amor”.
En la serie, Sisi evoluciona de una joven despreocupada a una mujer capaz de tomar las riendas de su destino. Su relación con Francisco José, interpretado impecablemente por Jannik Schümann, es central en la trama, mostrando cómo ambos personajes se transforman a través de su conexión. Francisco pasa de ser un líder rígido y autoritario a descubrir su lado más vulnerable, mientras que Sisi enfrenta las pérdidas personales y los conflictos sociales que la llevan a convertirse en una figura política muy influyente. Este crecimiento de los personajes está acompañado por escenas cargadas de pasión, acción y una palpable química entre los actores principales.
La serie destaca por su impresionante puesta en escena. Filmada en Lituania y Letonia, las localizaciones recrean a la perfección la opulencia de la Austria imperial del siglo XIX. Lugares como la Filarmónica Nacional de Vilna y el casco antiguo de Riga dan vida al esplendor de la corte vienesa, mientras que los majestuosos vestidos diseñados para la serie capturan tanto el glamour como la presión física que enfrentaban las mujeres de la época y que tanto obsesionaba a la emperatriz. Devenport confesó que inicialmente tuvo problemas para moverse con los trajes: “Eran pesados y ajustados. Constantemente tiraba cosas en el set, pero al final, me ayudaron a comprender lo que Sisi soportaba en su vida diaria”.
No obstante, la serie también ha sido objeto de críticas por sus libertades creativas, algunas de las cuales han sido calificadas como exageradas. Desde la escena en la que Sisi recluta a una prostituta como su dama de compañía hasta momentos de acción que rozan la ficción histórica, estas decisiones han dividido opiniones. Pero incluso estos elementos aportan dinamismo y convierten a “Sisi” en un drama accesible y emocionante para las nuevas generaciones. Además, la serie aborda temas como la independencia femenina y la sexualidad con un enfoque más contemporáneo, lo que la aleja aún más de las películas románticas de los años 50.
Más allá de las licencias artísticas, “Sisi” brilla al mostrar los aspectos más humanos y complejos de su protagonista. La serie explora cómo Isabel lidió con la pérdida de su hija Sofía y con el aislamiento emocional que experimentó en la corte. En este sentido, logra captar la esencia de una mujer adelantada a su tiempo, una figura que no solo desafió las normas sociales, sino que también utilizó su posición para influir en la política europea. Bohse, creador de la serie, lo resume así: “Es una historia de emancipación. Sisi no fue solo un ícono de belleza, fue una mujer que luchó por su lugar en un mundo que intentaba limitarla”.
El estreno de las nuevas temporadas en Cosmo marca una oportunidad para redescubrir a esta icónica figura bajo una luz más audaz y matizada. Con todo esto, es prácticamente imposible que el espectador no se enganche a la serie mientras navega por las intrigas cortesanas, los dilemas personales y los momentos decisivos que definieron la vida de una de las mujeres más fascinantes de la historia. Si alguna vez te preguntaste quién era realmente Sisi, esta serie es tu puerta de entrada a un retrato vibrante, complejo y profundamente humano de la emperatriz.
La emperatriz Sisi no solo fue un ícono de belleza y estilo; también fue una mujer adelantada a su tiempo. Practicaba deportes como esgrima y ciclismo a los 50 años, escribía poesía bajo el seudónimo de “Titania” y seguía dietas extremas para mantener su figura. Con una cintura de 47 cm, obsesión por el ejercicio y estrictas dietas, marcó tendencias mucho antes de la era de las influencers. Evitaba ser fotografiada desde los 32 años, obsesionada con preservar su imagen joven. Con su obsesión por la naturaleza y su amor por los caballos, Sisi desafió los estándares de su tiempo y se convirtió en un símbolo de modernidad. Además, coleccionaba retratos femeninos que alimentan teorías sobre su probable bisexualidad. Su vida estuvo marcada por tragedias, como la pérdida de su hijo Rodolfo y su asesinato en Ginebra. Un legado tan complejo como inolvidable.
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