La mujer de la imagen que encabeza esta página, montada en una minimoto y con el casco calado es Mamen Mayo, mediadora. Y dirán ustedes, qué hace esta mujer, ya entradita en años, con estas fachas. Pues es la encargada de lidiar entre los herederos de fortunas, inmuebles y dinerito sin que lleguen a juicio. Y también es la protagonista de su propia serie original «Mamen Mayo», que estrena hoy SkyShowtime con todos los episodios disponibles desde el día del estreno, de los que (sólo) hemos podido disfrutar cuatro.
Y hemos dicho disfrutar, porque son de esas series de las que servidor haría diaria, se consume con gusto, siempre es más de lo que parece, y tiene un reparto que ríanse ustedes de cualquier comedia, sin serlo del todo. Y me explico. «Mamen Mayo», es la actriz Sìlvia Abril en un registro en el que ella incluso confiesa haberse tenido que contener. Completa el reparto un elenco del que uno se enamora rápidamente y de distintas maneras. La historia es la siguiente: Mamen Mayo es la titular de un equipo de mediación que se dedica a resolver los conflictos de intereses surgidos dentro de familias y allegados envueltos en disputas por aquello que les han dejado los recién fallecidos. Pues Mayo, hija de un prestigioso abogado y hermana de una reconocida matrimonialista que heredó el bufete familiar, estudió psicología y ha hecho carrera resolviendo conflictos. Ingeniosa, elocuente y con una presencia elegante, Mamen está ahora en el mejor momento de su vida. Desde el principio la empresa de mediación parece el hermano tonto de un prestigioso bufete de abogados con sede en el piso superior, pero nada más lejos de la verdad. Mientras en la segunda planta ganan dinero a espuertas en relación a lo grande que sea un conflicto entre familiares, en el despacho de Mamen se usan otras técnicas más encaminadas a usar la inteligencia emocional, los trucos de salón e incluso técnicas muy poco legales para conseguir que todo el mundo se quede a gusto.
Para que este equipo funcione, tiene que ser claramente disfuncional. Junto a Mayo, especialista en leer a las personas y con un toque a Jessica Fletcher, está David Faura (Pablo Capuz), el ayudante de Mamen en el despacho de mediaciones. David es hijo del propietario del bufete de abogados que tiene sus oficinas en la planta de arriba. Aunque él cree que coordina y gestiona todo lo relacionado con contratos, adendas y cuestiones legales en Mediaciones Mayo, está lejos de ser el tiburón de la ley que él piensa que es. David es sensible, humano y está un poco desubicado. Es dueño de sus propios latinajos y puede que su línea argumental se vea acrecentada según avance la serie y su jefa consiga arrastrarlo hacia la luz. Es muy asustadizo, de carácter quebradizo y buen cantante y pinche de cocina. Uno de los personajes favoritos del que suscribe es sin duda el de Sebastiana (Mona Martínez), la tasadora especialista a primera vista. Lo mismo te tasa una casa con y sin serpiente, que te dice lo que cuesta tu peluco, que organiza timbas de póquer en las que se saca miles de euros. La interpretación de Martínez es colosal y casi se merece una serie propia, con ese lenguaje corporal que la acerca más a un personaje de «El Pico» que a una comedia como esta. Cierra el elenco principal una de esas caras que se nos van haciendo familiares por la cantidad y calidad de sus trabajos, hablamos de Clara Sans, que interpreta a Clara Codina, una joven abogada que trabaja para el bufete del padre de David situado en la planta de arriba. Fue la mejor de su promoción, considerada por todos sus profesores como la gran promesa de su generación, pero aun así supo disfrutar de su paso por la universidad. Mantendrá un rifirrafe con David por un puesto que en el fondo, al tiempo, ninguno de los dos quiere. Completan el reparto Óscar de la Fuente, Francisco Reyes, Javier Pereira, y Toni Acosta quien interpreta a Rebeca Mayo, hermana de Mamen.
La serie ha sido producida por Nostromo Pictures en asociación con SkyShowtime y creada por Eduard Sola, quien además es showrunner junto a Miguel Ángel Faura. La factura capitular es perfecta, con la presentación de un caso que requiere la intervención de mayo, cutos planes son desternillantes y en los que se implica en cuerpo y en alma con un optimismo inagotable. Por eso es una gran serie: es ligera, gustosa, divertida, con personajes al borde del mejor surrealismo español y, que además, esconde un precioso tesoro en forma de consejos a veces en off que hacen de la vida un lugar mejor.
Un día en la oficina y sin cuarta pared que la contenga
Es curiosa la mezcla que se ha hecho de tramas con una profunda raíz de drama familiar, mezclado con una comedia blanca y fina, que da un resultado muy satisfactorio. Además hay muchos guiños literales y figurados con una estructura que recuerda por momentos a «The Office», con las entrevistas individuales en despachos aislados, y que juega perfectamente con romper la cuarta pared, ya que incluso en esa, vemos a Sìlvia Abril en sus mejores momentos. Les chivo que el director, cuando lo planeado había terminado, levantaba los brazos sabiendo que los actores seguirían por su cuenta.
SkyShowtime estrena hoy «Mamen Mayo», serie de ocho episodios a medio camino entre la comedia y el drama familiar con un elenco de personajes muy surrealistas
La mujer de la imagen que encabeza esta página, montada en una minimoto y con el casco calado es Mamen Mayo, mediadora. Y dirán ustedes, qué hace esta mujer, ya entradita en años, con estas fachas. Pues es la encargada de lidiar entre los herederos de fortunas, inmuebles y dinerito sin que lleguen a juicio. Y también es la protagonista de su propia serie original «Mamen Mayo», que estrena hoy SkyShowtime con todos los episodios disponibles desde el día del estreno, de los que (sólo) hemos podido disfrutar cuatro.
Y hemos dicho disfrutar, porque son de esas series de las que servidor haría diaria, se consume con gusto, siempre es más de lo que parece, y tiene un reparto que ríanse ustedes de cualquier comedia, sin serlo del todo. Y me explico. «Mamen Mayo», es la actriz Sìlvia Abril en un registro en el que ella incluso confiesa haberse tenido que contener. Completa el reparto un elenco del que uno se enamora rápidamente y de distintas maneras. La historia es la siguiente: Mamen Mayo es la titular de un equipo de mediación que se dedica a resolver los conflictos de intereses surgidos dentro de familias y allegados envueltos en disputas por aquello que les han dejado los recién fallecidos. Pues Mayo, hija de un prestigioso abogado y hermana de una reconocida matrimonialista que heredó el bufete familiar, estudió psicología y ha hecho carrera resolviendo conflictos. Ingeniosa, elocuente y con una presencia elegante, Mamen está ahora en el mejor momento de su vida. Desde el principio la empresa de mediación parece el hermano tonto de un prestigioso bufete de abogados con sede en el piso superior, pero nada más lejos de la verdad. Mientras en la segunda planta ganan dinero a espuertas en relación a lo grande que sea un conflicto entre familiares, en el despacho de Mamen se usan otras técnicas más encaminadas a usar la inteligencia emocional, los trucos de salón e incluso técnicas muy poco legales para conseguir que todo el mundo se quede a gusto.
Para que este equipo funcione, tiene que ser claramente disfuncional. Junto a Mayo, especialista en leer a las personas y con un toque a Jessica Fletcher, está David Faura (Pablo Capuz), el ayudante de Mamen en el despacho de mediaciones. David es hijo del propietario del bufete de abogados que tiene sus oficinas en la planta de arriba. Aunque él cree que coordina y gestiona todo lo relacionado con contratos, adendas y cuestiones legales en Mediaciones Mayo, está lejos de ser el tiburón de la ley que él piensa que es. David es sensible, humano y está un poco desubicado. Es dueño de sus propios latinajos y puede que su línea argumental se vea acrecentada según avance la serie y su jefa consiga arrastrarlo hacia la luz. Es muy asustadizo, de carácter quebradizo y buen cantante y pinche de cocina. Uno de los personajes favoritos del que suscribe es sin duda el de Sebastiana (Mona Martínez), la tasadora especialista a primera vista. Lo mismo te tasa una casa con y sin serpiente, que te dice lo que cuesta tu peluco, que organiza timbas de póquer en las que se saca miles de euros. La interpretación de Martínez es colosal y casi se merece una serie propia, con ese lenguaje corporal que la acerca más a un personaje de «El Pico» que a una comedia como esta. Cierra el elenco principal una de esas caras que se nos van haciendo familiares por la cantidad y calidad de sus trabajos, hablamos de Clara Sans, que interpreta a Clara Codina, una joven abogada que trabaja para el bufete del padre de David situado en la planta de arriba. Fue la mejor de su promoción, considerada por todos sus profesores como la gran promesa de su generación, pero aun así supo disfrutar de su paso por la universidad. Mantendrá un rifirrafe con David por un puesto que en el fondo, al tiempo, ninguno de los dos quiere. Completan el reparto Óscar de la Fuente, Francisco Reyes, Javier Pereira, y Toni Acosta quien interpreta a Rebeca Mayo, hermana de Mamen.
La serie ha sido producida por Nostromo Pictures en asociación con SkyShowtime y creada por Eduard Sola, quien además es showrunner junto a MiguelÁngel Faura. La factura capitular es perfecta, con la presentación de un caso que requiere la intervención de mayo, cutos planes son desternillantes y en los que se implica en cuerpo y en alma con un optimismo inagotable. Por eso es una gran serie: es ligera, gustosa, divertida, con personajes al borde del mejor surrealismo español y, que además, esconde un precioso tesoro en forma de consejos a veces en off que hacen de la vida un lugar mejor.
Un día en la oficina y sin cuarta pared que la contenga
►Es curiosa la mezcla que se ha hecho de tramas con una profunda raíz de drama familiar, mezclado con una comedia blanca y fina, que da un resultado muy satisfactorio. Además hay muchos guiños literales y figurados con una estructura que recuerda por momentos a «TheOffice», con las entrevistas individuales en despachos aislados, y que juega perfectamente con romper la cuarta pared, ya que incluso en esa, vemos a Sìlvia Abril en sus mejores momentos. Les chivo que el director, cuando lo planeado había terminado, levantaba los brazos sabiendo que los actores seguirían por su cuenta.
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