Rusia llevaba casi tres meses acumulando sus misiles más avanzados para una nueva fase de bombardeos a gran escala. Así lo advertían desde hace semanas las autoridades ucranias y así ha sido. Las fuerzas invasoras han disparado este domingo 120 cohetes y 90 drones bomba Shahed contra la red energética ucrania de todo el país, según ha informado el presidente, Volodímir Zelenski. El ataque previo de magnitud similar se produjo el 26 de agosto, cuando Ucrania recibió desde territorio ruso, a cientos de kilómetros de sus objetivos, 117 misiles y 109 drones bomba.
Un ataque con 120 misiles y 90 drones bomba castiga la capacidad eléctrica del país con el riesgo de suspensión de suministros básicos para millones de personas durante los meses de frío
Rusia llevaba casi tres meses acumulando sus misiles más avanzados para una nueva fase de bombardeos a gran escala. Así lo advertían desde hace semanas las autoridades ucranias y así ha sido. Las fuerzas invasoras han disparado este domingo 120 cohetes y 90 drones bomba Shahed contra la red energética ucrania de todo el país, según ha informado el presidente, Volodímir Zelenski. El ataque previo de magnitud similar se produjo el 26 de agosto, cuando Ucrania recibió desde territorio ruso, a cientos de kilómetros de sus objetivos, 117 misiles y 109 drones bomba.
El operativo ruso ha durado desde las tres de la madrugada a las ocho de la mañana y en él han participado aviones, buques en el mar Negro que han disparado los cohetes de crucero Kalibr y también bases terrestres con misiles balísticos en Crimea y en Rusia. Zelenski ha informado de que han sido interceptados 140 de los 210 misiles y Shahed disparados, lo que indica un 66% de eficacia. En el anterior bombardeo masivo, en agosto, la ratio de derribo fue del 88%.
El Estado Mayor ucranio ha ido advirtiendo este año que Rusia está perfeccionando los Shahed, originalmente iraníes, pero ahora de producción propia, con mejores sistemas de guía, vuelo y carga explosiva. Las Fuerzas Aéreas han detallado que han derribado menos de la mitad de los Shahed disparados este domingo, pero, en cambio, han destruido un 70% de los misiles. El objetivo en un ataque combinado con misiles balísticos, de crucero y drones que entran en el espacio aéreo al mismo tiempo es que los drones, sobre todo, ayuden a saturar las defensas antiaéreas.
El número de víctimas era a principio de la mañana de dos muertos en Mikolaiv, según señaló Zelenski, aunque la cifra aumentó más tarde a siete fallecidos en todo el país, según la agencia Reuters. El bombardeo ruso ha sido con sus misiles de mayor precisión: los Kalibr, Kinzhal, Iskander y Zircon. El ataque ha causado también varios heridos y la destrucción de numerosas viviendas y comercios debido a la caída de los misiles derribados. El enorme ruido de las explosiones de misiles hipersónicos Kinzhal y Zircon ha sorprendido a los ciudadanos de Kiev a primera hora de la mañana, cuando han sido interceptados por las defensas antiaéreas. Las ondas expansivas han hecho temblar incluso edificios en el centro de la capital.
Los Zircon, misiles hipersónicos disparados por la flota rusa, han sido raramente utilizados por el Kremlin en esta guerra. El primer uso de los Zircon fue identificado el pasado febrero, y de nuevo en marzo, en un bombardeo ruso con más de 150 misiles y drones. Son, junto a los Kinzhal, los cohetes hipersónicos más avanzados del arsenal ruso, y se creía que era casi imposible interceptarlos hasta que las Fuerzas Aéreas Ucranias demostraron lo contrario derribándolos con baterías de defensa antiaérea estadounidenses Patriot.
En los últimos tres meses han sido sobre todo los Shahed la principal arma rusa para bombardeos a gran escala. Zelenski dijo este noviembre que Rusia había disparado este otoño diez veces más drones de largo alcance que en el mismo periodo del pasado año. El porcentaje de derribo de estos ha caído drásticamente, en parte porque los Shahed solo vuelan sin aparente objetivo, pero, como ha reiterado el portavoz de las Fuerzas Aéreas, Yuri Ignat, su función es también identificar la localización de sus unidades de defensa antiaérea.
Mil días de guerra
El ataque a gran escala ruso se produce cuando están a punto de cumplirse los 1.000 días de invasión. Mattias Schmale, jefe de la delegación de Naciones Unidas en Ucrania, acusó el viernes a Rusia de provocar el sufrimiento de la población civil durante los meses de frío al querer destruir la red energética. Schmale estimó que el país se ha quedado sin un 65% de su capacidad de generación eléctrica. Esta cifra es levemente mejor al casi 80% de pérdida estimada en la pasada primavera, en otra fase intensa de bombardeos contra la red eléctrica. Ucrania ha conseguido, en parte gracias a la ayuda de los países de la Unión Europea, restablecer parte de su sistema energético, además de contar con un aumento de las importaciones de electricidad procedente de la UE.
Schmale advirtió ante la posibilidad de una nueva campaña rusa para dejar sin suministros básicos a la ciudadanía ucrania: “Puede ser un punto de inflexión que [Rusia] fuerce un nuevo desplazamiento masivo de personas dentro y fuera del país. No es solo una cuestión de soluciones técnicas, es necesario urgir a la comunidad internacional que aporte su esfuerzo para parar esta guerra”.
“Esta es la verdadera respuesta del criminal de guerra Vladímir Putin a los que recientemente se han reunido con él y que le han llamado”, ha escrito en un comunicado Andrii Sibiga, ministro de Exteriores ucranio. Sibiga se refiere así a la conversación telefónica que mantuvieron el viernes el autócrata ruso y el canciller alemán, Olaf Scholz. También hace mención implícita a la presencia de numerosos líderes internacionales, y también a la del secretario general de la ONU, António Guterres, en la cumbre de los países BRIC del pasado octubre en Rusia. Tanto Guterres como Scholz han sido duramente criticados por las autoridades ucranias. Zelenski acusó al canciller de “abrir la caja de Pandora” al aceptar hablar con Putin y darle la oportunidad de romper su aislamiento internacional. El canciller defendió este domingo la llamada, en la que constató que la postura del líder ruso básicamente no ha cambiado.
En agosto y en octubre se publicaron informaciones en The Washington Post y Financial Times de una posible negociación secreta entre Moscú y Kiev, con Qatar como mediadora, para detener los ataques contra sus sectores energéticos. Ninguna de las dos partes confirmó la información —el Kremlin incluso negó que fuera cierta— y ambos bandos han continuado con sus operaciones. El lado ucranio se centra en golpear con sus drones a la industria gasística y petrolera rusa.
Zelenski valoró el sábado en una entrevista con Suspilne que el país está mejor preparado para afrontar este invierno que en los dos anteriores durante la guerra. De momento, los cortes de emergencia en el suministro eléctrico causados por el bombardeo de este sábado han sido limitados a algunas regiones de la provincia de Kiev, de Dnipró, Odesa y de Donetsk, según el Ministerio de Energía ucranio.
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