La Corporación RTVE enfrenta una nueva crisis de credibilidad después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicara un informe alarmante sobre la percepción que el público tiene de sus contenidos. Según el informe, cerca del 75% de los encuestados considera que los informativos de RTVE carecen de objetividad, mientras que sólo un 26,6% defiende la imparcialidad de los mismos. Estos datos se dan a conocer en un momento especialmente tenso para la Corporación, que se prepara para cambios en su consejo de administración impuestos por el Gobierno mediante un decreto.
El informe de la CNMC, basado en el Panel de Hogares del segundo trimestre de 2024, también señala que solo el 25% de los encuestados cree que RTVE representa adecuadamente a las distintas fuerzas políticas en función de su representación parlamentaria. Además, entre los habituales de sus informativos, apenas un 48,5% perciben pluralidad en los contenidos.
El malestar ha escalado entre los trabajadores de RTVE, quienes han convocado los primeros paros de protesta para el próximo miércoles. Los empleados señalan que la intervención del Gobierno mediante decreto, que incrementará el número de miembros del consejo de administración a 15, con una mayoría afín al Ejecutivo, refuerza la percepción de favoritismo político y limita la independencia en los contenidos informativos.
Desde los Consejos de Informativos de RTVE se ha denunciado que estas decisiones afectan directamente al pluralismo y la credibilidad de los servicios informativos, comprometiendo la confianza de los espectadores. Esta situación se agrava con las protestas de los trabajadores, que exigen un mayor compromiso con la transparencia y la independencia de la Corporación.
La concentración del miércoles, a la que están llamados todos los empleados de RTVE, es el último reflejo de un clima de insatisfacción acumulado a lo largo de meses de controversias. La crisis actual no solo cuestiona la objetividad de los contenidos, sino que también representa un desafío para la propia estructura de RTVE, cuya reputación está en juego.
La falta de imparcialidad y pluralismo en los contenidos de RTVE aviva el malestar entre los trabajadores
La Corporación RTVE enfrenta una nueva crisis de credibilidad después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicara un informe alarmante sobre la percepción que el público tiene de sus contenidos. Según el informe, cerca del 75% de los encuestados considera que los informativos de RTVE carecen de objetividad, mientras que sólo un 26,6% defiende la imparcialidad de los mismos. Estos datos se dan a conocer en un momento especialmente tenso para la Corporación, que se prepara para cambios en su consejo de administración impuestos por el Gobierno mediante un decreto.
El informe de la CNMC, basado en el Panel de Hogares del segundo trimestre de 2024, también señala que solo el 25% de los encuestados cree que RTVE representa adecuadamente a las distintas fuerzas políticas en función de su representación parlamentaria. Además, entre los habituales de sus informativos, apenas un 48,5% perciben pluralidad en los contenidos.
El malestar ha escalado entre los trabajadores de RTVE, quienes han convocado los primeros paros de protesta para el próximo miércoles. Los empleados señalan que la intervención del Gobierno mediante decreto, que incrementará el número de miembros del consejo de administración a 15, con una mayoría afín al Ejecutivo, refuerza la percepción de favoritismo político y limita la independencia en los contenidos informativos.
Desde los Consejos de Informativos de RTVE se ha denunciado que estas decisiones afectan directamente al pluralismo y la credibilidad de los servicios informativos, comprometiendo la confianza de los espectadores. Esta situación se agrava con las protestas de los trabajadores, que exigen un mayor compromiso con la transparencia y la independencia de la Corporación.
La concentración del miércoles, a la que están llamados todos los empleados de RTVE, es el último reflejo de un clima de insatisfacción acumulado a lo largo de meses de controversias. La crisis actual no solo cuestiona la objetividad de los contenidos, sino que también representa un desafío para la propia estructura de RTVE, cuya reputación está en juego.
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