‘Quintudemia’: así son los cinco virus que están saturando los servicios de salud de toda España

Gripe, VRS, Norovirus, Rinovirus y Covid son las amenazas circulantes en esta temporada invernal. Algunos cuentan con vacunas para sortear sus efectos Leer Gripe, VRS, Norovirus, Rinovirus y Covid son las amenazas circulantes en esta temporada invernal. Algunos cuentan con vacunas para sortear sus efectos Leer  

Con la decoración navideña aún a medio retirar, los servicios sanitarios de todo el país se están viendo saturados por la llegada de cinco virus invernales de los que está siendo complicado escapar.

Afortunadamente todos ellos son viejos conocidos, pero eso no quita que los ingresos hospitalarios se hayan disparado en la última semana y que ahora mismo sea complicado conseguir una cita en el centro de salud a corto plazo, dada la coincidencia en el tiempo de estos cinco virus.

Aunque existen tipos diferentes de virus de la gripe, los más comunes son el tipo A y el B. El tratamiento y los síntomas de ambos serán inicialmente los mismos, pero en concreto el tipo A es más perjudicial por su tendencia a acabar provocando neumonías.

Los síntomas más comunes son fiebre y escalofríos, cefalea, dolor muscular, tos y fatiga. Y si nos hemos contagiado poco podemos hacer ya que no hay un tratamiento específico para acelerar la curación, todo lo que haremos será tratar los síntomas para encontrarnos un poco mejor y controlar la fiebre. Lo esperable es que a los siete o diez días nos encontremos perfectamente.

Hablamos de una familia de virus muy contagiosos que nos enviarán directos al baño, ya que provocan lo que mucha gente denomina «gripe intestinal» aunque nada tenga que ver con esta otra enfermedad. En este caso se trata de un virus digestivo y, en el otro, de uno respiratorio.

La sintomatología clásica pasa por fiebre, diarrea, vómitos, dolor de estómago, cefalea y dolor muscular. La parte positiva es que suelen ser de corta duración, ya que en unas 48 o 72 horas se empieza a mejorar.

Si nos hemos contagiado lo más importante es mantenernos bien hidratados. No hay un tratamiento específico para este virus, así que tendremos que superarlo con paracetamol para la fiebre y el malestar y buena hidratación para compensar las pérdidas por vómitos y diarrea.

Poco que contar de este virus que paralizó el mundo hace 5 años y que ha decidido quedarse entre nosotros como uno más. Afortunadamente su virulencia se ha reducido enormemente respecto a lo que llegó a causar en su momento, pero sigue provocando infecciones respiratorias que pueden ser especialmente peligrosas en personas que pertenezcan a grupos de riesgo.

En la actualidad la variante activa recibe el nombre de XEC, que es descendiente de ómicron, y la sintomatología que produce sigue siendo la misma: fiebre moderada, tos, malestar general…

Son los causantes del resfriado común o catarro, una infección frecuente que afecta a la parte superior de nuestro aparato respiratorio: nariz, senos nasales, faringe y laringe. La parte positiva es que no se trata de una infección grave, aunque sí molesta, y que en tres o cuatro días suele desaparecer.

Los síntomas más comunes son congestión nasal, estornudos, dolor de garganta y una secreción de moco casi constante por la nariz. Podemos tener también malestar general, pero nunca fiebre o escalofríos.

Nos encontramos ante el virus respiratorio sincitial, un patógeno que ponía a temblar cada invierno a padres, madres y pediatras ya que provocaba unas 15.000 hospitalizaciones de bebés cada año en España. Afortunadamente estas cifras se han reducido hasta en un 90% en algunas comunidades autónomas gracias a la campaña de inmunización desde la aparición de la vacuna infantil.

Pero este virus no es exclusivo de los bebés, ya que puede infectar el tracto respiratorio de personas de cualquier edad, y ahora lo estamos viendo muy activo en ancianos requiriendo ingreso hospitalario en no pocos casos.

La sintomatología habitual incluye rinorrea, fiebre, tos, estornudos, una mayor o menor dificultad respiratoria y sibilancias.

Puede ser, es posible que en cuanto acabas de recuperarte de la gripe empieces con un resfriado y luego un norovirus. O que incluso sufras dos infecciones al mismo tiempo o encadenes varios resfriados, ya que existen unos 200 tipos de virus diferentes que los provocan. Va a depender de la suerte con la que hayas empezado el nuevo año.

Es lo más probable, ya que un 70% de las infecciones respiratorias lo están. En el porcentaje restante tenemos a hongos como el Aspergillus o a bacterias como el S. Pneumoniae, que causa buena parte de las neumonías.

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