Nueva rajada de Yolanda Díaz: llama «nuevos señores feudales» y «tecnocasta» a los magnates tecnológicos

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha empezado el año sin freno en sus declaraciones públicas. Durante una conferencia organizada por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el impacto de las nuevas tecnologías, y en especial de la IA en el mundo laboral y en la sociedad titulada, Díaz se ha despachado a gusto contra los grandes magnates tecnológicos, a los que ha llamado «tecnofeudalistas».

Según ha declarado ante los asistentes, «no podemos permitir que las grandes plataformas digitales gobiernen nuestras vidas como nuevos señores feudales». A su juicio, en la actualidad, la sociedad se enfrenta a un dilema decisivo: «El tecnofeudalismo del magnate Elon Musk aupado por el presidente estadounidense Donald Trump o una transición digital justa para los trabajadores que impulsa Europa».

Pese a su defensa de los postulados europeos frente a Trump, también tuvo una ácida ración de pensamientos para los organismos comunitarios. «Es fundamental que la Unión Europea, en materia de defensa y relaciones exteriores, tenga un proyecto propio. Y no lo tiene». La ministra defendió la necesidad de un proyecto estratégico propio para la UE y una «redefinición» de los presupuestos comunitarios que ya existen sin aumentar el gasto en Defesa. «No va de incrementar más el gasto en Defensa, va de que tengamos un proyecto común en el seno de la UE no dependiente de la estrategia de Estados Unidos. Y la salida es esta, no es incrementar el presupuesto, sino que Europa tenga un espacio propio», insistió en la misma jornada en que los líderes de la UE se reúnen en Bruselas para abordar el impulso a su defensa y la relación con Washington.

Sin embargo, Díaz, en términos belicistas, consideró que Europa debe ir a «la ofensiva» a la hora de regular el uso de la inteligencia artificial y los derechos laborales en las plataformas digitales de uso económico. «En un mundo bipolar entre Washington y China tenemos que salir a la ofensiva con un proyecto soberano, propio de la UE», dijo la titular de Trabajo, quien apostó por la «definición de un contrato social digital» en España y la UE, porque «estamos en un sistema gobernado por el tecnofeudalismo, en el que el problema no es la tecnocasta, sino el sistema que permite que existe la tecnocasta», dijo Díaz, quien consideró que este se caracteriza por la concentración en manos de unos pocos «rentistas» que extraen valor de los datos, la desposesión de los derechos de la ciudadanía y el debilitamiento del estado.

La vicepresidenta insistió en que todos esos avances en digitalización e IA no pueden suponer una «huida» del Derecho del Trabajo. También destacó que unos de los mayores retos es evitar que la tecnología sea utilizada para evadir los derechos laborales y señaló prácticas de Amazon, que utiliza los algoritmos para justificar despidos y desincentivar la sindicalización. «Ese modelo no puede ser el futuro del trabajo». La ministra puso como ejemplo a seguir lo que se ha hecho en España con la denominada ley Rider, que regula las plataformas digitales a la vez que protege los derechos laborales. Esa normativa, según Díaz, «introdujo la transparencia algorítmica por primera vez en Europa, blindó el carácter laboral del trabajo en plataformas y garantizó que los algoritmos no perpetuaran la explotación».

También aprovechó este foro para presentar una serie de propuestas para construir desde Europa un modelo que garantice la justicia social y digital como, realizar auditorías algorítmicas obligatorias con las que poder identificar y corregir sesgos discriminatorios; el derecho a la formación digital, de modo que todos los trabajadores tengan acceso a las herramientas y puedan adaptarse a los cambios tecnológicos, y la creación de un indicador de riesgo de automatización, que permita identificar a los trabajadores más vulnerables y asegurar su protección. En su intervención, la titular de la cartera de Trabajo también apostó por la participación sindical en el diseño y la evaluación de los algoritmos, a fin de que estén aseguradas y reflejadas las necesidades y derechos de los trabajadores.

 También cargó contra la UE. «Es fundamental que la Unión Europea, en materia de defensa y relaciones exteriores, tenga un proyecto propio. Y no lo tiene».   

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha empezado el año sin freno en sus declaraciones públicas. Durante una conferencia organizada por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el impacto de las nuevas tecnologías, y en especial de la IA en el mundo laboral y en la sociedad titulada, Díaz se ha despachado a gusto contra los grandes magnates tecnológicos, a los que ha llamado «tecnofeudalistas».

Según ha declarado ante los asistentes, «no podemos permitir que las grandes plataformas digitales gobiernen nuestras vidas como nuevos señores feudales». A su juicio, en la actualidad, la sociedad se enfrenta a un dilema decisivo: «El tecnofeudalismo del magnate Elon Musk aupado por el presidente estadounidense Donald Trump o una transición digital justa para los trabajadores que impulsa Europa».

Pese a su defensa de los postulados europeos frente a Trump, también tuvo una ácida ración de pensamientos para los organismos comunitarios. «Es fundamental que la Unión Europea, en materia de defensa y relaciones exteriores, tenga un proyecto propio. Y no lo tiene». La ministra defendió la necesidad de un proyecto estratégico propio para la UE y una «redefinición» de los presupuestos comunitarios que ya existen sin aumentar el gasto en Defesa. «No va de incrementar más el gasto en Defensa, va de que tengamos un proyecto común en el seno de la UE no dependiente de la estrategia de Estados Unidos. Y la salida es esta, no es incrementar el presupuesto, sino que Europa tenga un espacio propio», insistió en la misma jornada en que los líderes de la UE se reúnen en Bruselas para abordar el impulso a su defensa y la relación con Washington.

Sin embargo, Díaz, en términos belicistas, consideró que Europa debe ir a «la ofensiva» a la hora de regular el uso de la inteligencia artificial y los derechos laborales en las plataformas digitales de uso económico. «En un mundo bipolar entre Washington y China tenemos que salir a la ofensiva con un proyecto soberano, propio de la UE», dijo la titular de Trabajo, quien apostó por la «definición de un contrato social digital» en España y la UE, porque «estamos en un sistema gobernado por el tecnofeudalismo, en el que el problema no es la tecnocasta, sino el sistema que permite que existe la tecnocasta», dijo Díaz, quien consideró que este se caracteriza por la concentración en manos de unos pocos «rentistas» que extraen valor de los datos, la desposesión de los derechos de la ciudadanía y el debilitamiento del estado.

La vicepresidenta insistió en que todos esos avances en digitalización e IA no pueden suponer una «huida» del Derecho del Trabajo. También destacó que unos de los mayores retos es evitar que la tecnología sea utilizada para evadir los derechos laborales y señaló prácticas de Amazon, que utiliza los algoritmos para justificar despidos y desincentivar la sindicalización. «Ese modelo no puede ser el futuro del trabajo». La ministra puso como ejemplo a seguir lo que se ha hecho en España con la denominada ley Rider, que regula las plataformas digitales a la vez que protege los derechos laborales. Esa normativa, según Díaz, «introdujo la transparencia algorítmica por primera vez en Europa, blindó el carácter laboral del trabajo en plataformas y garantizó que los algoritmos no perpetuaran la explotación».

También aprovechó este foro para presentar una serie de propuestas para construir desde Europa un modelo que garantice la justicia social y digital como, realizar auditorías algorítmicas obligatorias con las que poder identificar y corregir sesgos discriminatorios; el derecho a la formación digital, de modo que todos los trabajadores tengan acceso a las herramientas y puedan adaptarse a los cambios tecnológicos, y la creación de un indicador de riesgo de automatización, que permita identificar a los trabajadores más vulnerables y asegurar su protección. En su intervención, la titular de la cartera de Trabajo también apostó por la participación sindical en el diseño y la evaluación de los algoritmos, a fin de que estén aseguradas y reflejadas las necesidades y derechos de los trabajadores.

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