Moeve vuelve a beneficios: gana 92 millones de euros y celebra que el panorama fiscal «se haya estabilizado» con el fin del impuesto a las energéticas

Moeve, la antigua Cepsa, salió de pérdidas en 2024. La compañía energética logró un beneficio de 92 millones de euros, frente a las pérdidas de 233 millones de euros que cosechó en 2023 por el impacto que sufrió por el cambio en la valoración de inventarios y el impuesto extraordinario a las energéticas, según ha informado hoy la compañía en una nota de prensa.

La compañía registró un beneficio neto ajustado -el que mide el desarrollo propio de su negocio- de 444 millones de euros, lo que supone un aumento del 60% respecto a los 278 millones de 2023. También mejoró su resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado en un 32%, hasta los 1.852 millones de euros; impulsado por un sólido rendimiento del negocio de Energía y mejores resultados de Química en el ejercicio, según ha explicado Moeve.

Por segmentos, el resultado de Exploración y Producción de Moeve siguió siendo positivo con 298 millones de euros, aunque inferior a los 493 de 2023 reflejo, según la energética, de las desinversiones realizadas durante los dos últimos años en este área.

El flujo de caja de operaciones de la compañía se situó en los 1.123 millones de euros, manteniéndose estable respecto a 2023 (1.126 millones), algo que Moeve valora de forma positiva al haberse registrado en un contexto de desinversiones en el negocio Exploración y Producción como avance en su estrategia de descarbonización.

Las inversiones contables (orgánicas e inorgánicas) de Moeve en 2024 ascendieron a 1.293 millones de euros, aumentando en un 77% en comparación con el año pasado (732 millones de euros en 2023). De ellas, el 43% fueron inversiones sostenibles, frente al 29% en 2023.

La deuda neta de la compañía energética a finales de 2024 fue de 2.369 millones de euros, en línea con la de finales de 2023 (2.291 millones de euros), mientras que su ratio de deuda neta/Ebitda mejoró hasta 1,4x frente al 1,9x del año anterior. Moeve cerró el año además con una posición de liquidez de 6.115 millones de euros, lo que pone de manifiesto la política financiera conservadora de la compañía, según ha explicado.

El pasado ejercicio, la compañía contribuyó con 5.241 millones de euros en impuestos, de los que el 83%, es decir, 4.375 millones de euros, se pagaron en España. La cifra incluye un pago de 243 millones de euros por el impuesto extraordinario a las energéticas.

Valoración positiva

Maarten Wetselaar, consejero delegado de Moeve, ha declarado que 2024 ha sido «un año histórico para nuestra compañía. En primer lugar, Moeve se ha convertido en nuestra nueva identidad, un cambio que refleja la profunda transformación recogida en nuestra estrategia Positive Motion, cuyo objetivo es lograr que la mayor parte de nuestro Ebitda provenga de actividades sostenibles para finales de esta década». Por otro lado, Wetselaar ha añadido que la compañía ha dado «pasos tangibles hacia esta transformación: mediante la desinversión del 70% de nuestra cartera de Exploración y Producción, el inicio de la construcción de nuestra planta de biocombustibles de segunda generación, que formará parte del mayor complejo de biocombustibles 2G del sur de Europa, la puesta en marcha de un concepto único de estación de servicio, el suministro de SAF en los principales aeropuertos españoles, y el lanzamiento de nuevos productos bajos en carbono de nuestro negocio de Química».

El directivo ha destacado que el rendimiento financiero de Moeve mejoró considerablemente y que la fortaleza de su flujo de caja «nos ha permitido duplicar las inversiones sostenibles para acelerar así proyectos clave para la compañía».

Wetselaar ha celebrado que se haya «estabilizado el panorama fiscal en España» con la desaparición del impuesto extraordinario a las energéticas, lo que, ha asegurado, les permitirá «respaldar inversiones en transición energética».

 La compañía registró unas pérdidas de 233 millones en 2023 por la valoración de inventarios y el impuesto a las energéticas  

Moeve, la antigua Cepsa, salió de pérdidas en 2024. La compañía energética logró un beneficio de 92 millones de euros, frente a las pérdidas de 233 millones de euros que cosechó en 2023 por el impacto que sufrió por el cambio en la valoración de inventarios y el impuesto extraordinario a las energéticas, según ha informado hoy la compañía en una nota de prensa.

La compañía registró un beneficio neto ajustado -el que mide el desarrollo propio de su negocio- de 444 millones de euros, lo que supone un aumento del 60% respecto a los 278 millones de 2023. También mejoró su resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado en un 32%, hasta los 1.852 millones de euros; impulsado por un sólido rendimiento del negocio de Energía y mejores resultados de Química en el ejercicio, según ha explicado Moeve.

Por segmentos, el resultado de Exploración y Producción de Moeve siguió siendo positivo con 298 millones de euros, aunque inferior a los 493 de 2023 reflejo, según la energética, de las desinversiones realizadas durante los dos últimos años en este área.

El flujo de caja de operaciones de la compañía se situó en los 1.123 millones de euros, manteniéndose estable respecto a 2023 (1.126 millones), algo que Moeve valora de forma positiva al haberse registrado en un contexto de desinversiones en el negocio Exploración y Producción como avance en su estrategia de descarbonización.

Las inversiones contables (orgánicas e inorgánicas) de Moeve en 2024 ascendieron a 1.293 millones de euros, aumentando en un 77% en comparación con el año pasado (732 millones de euros en 2023). De ellas, el 43% fueron inversiones sostenibles, frente al 29% en 2023.

La deuda neta de la compañía energética a finales de 2024 fue de 2.369 millones de euros, en línea con la de finales de 2023 (2.291 millones de euros), mientras que su ratio de deuda neta/Ebitda mejoró hasta 1,4x frente al 1,9x del año anterior. Moeve cerró el año además con una posición de liquidez de 6.115 millones de euros, lo que pone de manifiesto la política financiera conservadora de la compañía, según ha explicado.

El pasado ejercicio, la compañía contribuyó con 5.241 millones de euros en impuestos, de los que el 83%, es decir, 4.375 millones de euros, se pagaron en España. La cifra incluye un pago de 243 millones de euros por el impuesto extraordinario a las energéticas.

Valoración positiva

Maarten Wetselaar, consejero delegado de Moeve, ha declarado que 2024 ha sido «un año histórico para nuestra compañía. En primer lugar, Moeve se ha convertido en nuestra nueva identidad, un cambio que refleja la profunda transformación recogida en nuestra estrategia Positive Motion, cuyo objetivo es lograr que la mayor parte de nuestro Ebitda provenga de actividades sostenibles para finales de esta década». Por otro lado, Wetselaar ha añadido que la compañía ha dado «pasos tangibles hacia esta transformación: mediante la desinversión del 70% de nuestra cartera de Exploración y Producción, el inicio de la construcción de nuestra planta de biocombustibles de segunda generación, que formará parte del mayor complejo de biocombustibles 2G del sur de Europa, la puesta en marcha de un concepto único de estación de servicio, el suministro de SAF en los principales aeropuertos españoles, y el lanzamiento de nuevos productos bajos en carbono de nuestro negocio de Química».

El directivo ha destacado que el rendimiento financiero de Moeve mejoró considerablemente y que la fortaleza de su flujo de caja «nos ha permitido duplicar las inversiones sostenibles para acelerar así proyectos clave para la compañía».

Wetselaar ha celebrado que se haya «estabilizado el panorama fiscal en España» con la desaparición del impuesto extraordinario a las energéticas, lo que, ha asegurado, les permitirá «respaldar inversiones en transición energética».

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