Lo hizo cuando quiso. Lo hizo cómo lo quiso. Lo hizo donde quiso. Marc Márquez (Ducati) ha demostrado, a lo bestia, a lo caníbal (así es como le llaman en Italia), a lo ocho veces campeón del mundo, que es el auténtico favorito, protagonista, de este Mundial de MotoGP. Hacía 11 años que no ganaba la primera carrera del año (Catar-2014) y, este domingo, en Buriram (Tailandia), ha ganado de forma prodigiosa. «Ha jugado con nosotros, ha jugado con Àlex (Márquez) y conmigo. Ha estado muy superior a nosotros», afirmó, al bajar del podio, el bicampeón italiano ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati), tercero, pegadito al ‘hermanísimo’, también conocido como ‘el pistolas’ tras 26 vueltas infernales, imposible (o casi) de aguantar. Lo hizo cuando quiso. Lo hizo cómo lo quiso. Lo hizo donde quiso. Marc Márquez (Ducati) ha demostrado, a lo bestia, a lo caníbal (así es como le llaman en Italia), a lo ocho veces campeón del mundo, que es el auténtico favorito, protagonista, de este Mundial de MotoGP. Hacía 11 años que no ganaba la primera carrera del año (Catar-2014) y, este domingo, en Buriram (Tailandia), ha ganado de forma prodigiosa. «Ha jugado con nosotros, ha jugado con Àlex (Márquez) y conmigo. Ha estado muy superior a nosotros», afirmó, al bajar del podio, el bicampeón italiano ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati), tercero, pegadito al ‘hermanísimo’, también conocido como ‘el pistolas’ tras 26 vueltas infernales, imposible (o casi) de aguantar.
Lo hizo cuando quiso. Lo hizo cómo lo quiso. Lo hizo donde quiso. Marc Márquez (Ducati) ha demostrado, a lo bestia, a lo caníbal (así es como le llaman en Italia), a lo ocho veces campeón del mundo, que es el auténtico favorito, protagonista, de este Mundial de MotoGP. Hacía 11 años que no ganaba la primera carrera del año (Catar-2014) y, este domingo, en Buriram (Tailandia), ha ganado de forma prodigiosa. «Ha jugado con nosotros, ha jugado con Àlex (Márquez) y conmigo. Ha estado muy superior a nosotros», afirmó, al bajar del podio, el bicampeón italiano‘Pecco’ Bagnaia(Ducati), tercero, pegadito al ‘hermanísimo’, también conocido como ‘el pistolas’ tras 26 vueltas infernales, imposible (o casi) de aguantar.
Márquez jugó, en efecto, con todos y, además, supo adaptarse a la situación, supo utilizar a su hermano («yo sabía que mi máximo era acabar segundo detrás de Marc, con quien no podíamos ninguno») y, en la vuelta siete de las 26 de que constaba la carrera, cuando Marc vio que su neumático delantero estaba fuera de la presión autorizada, reglamentaria y, por tanto, le podían penalizar, dejó pasar a Àlex, se pasó un montón de vueltas detrás de él y, a falta de tres giros, lo superó, en la curva de entrada a meta y, en las tres últimas vueltas, le sacó ¡impresionante! casi un segundo y medio de ventaja al ‘pistolas’.
Lo hizo cuando, dónde y cómo quiso. «Soy la persona más feliz del mundo», comentó al acabar la carrera. «Sé que mis padres lo hicieron todo por nosotros sin pedir recompensa alguna, pero también sé que hoy mamá, en casa, y papá aquí, son los seres más felices de la Tierra. No se puede pedir más: Àlex y yo en la cima de MotoGP, es de las cosas grandes que he hecho en mi vida, si no la más grande. Sí, sí, esto es Top-1, desde luego. Y, además, arriba en la clasificación del Mundial y empezando mi aventura con Ducati. Es imposible pedir más».
«Nuestros padres lo hicieron todo por nosotros, todo, sin perseguir recompensa alguna y ver, ahora, a sus dos hijos en lo más alto de MotoGP es maravilloso tanto para mí como para Àlex. Felicidad completa»
Marc y Àlex Márquez cerraron un gran premio con triple español, pues José Antonio Rudea ganó en Moto3 y Manuel González en Moto2, cosa que no ocurría desde Portugal 2024, cuando los triunfadores fueron Dani Holgado, Arón Canet y el campeón Jorge Martín. «Aquí gané mi último título de MotoGP, en 2019, y es hermoso, muy hermoso volver a triunfar en esta pista, donde hay tantos y buenos apasionados seguidores de las carreras», dijo Marc, tremendamente emocionado, casi llorando, no, no, llorando.
«Ha jugado con nosotros, ha sido el mejor durante todo el fin de semana, desde luego, pero esto solo acaba de empezar», dijo Bagnaia. «Yo sabía, como ‘Pecco’, que Marc estaba soberbio y, por tanto, de lo único que me debía ocupar era de que no me alcanzase el italiano. He visto que Marc, cuando me ha pasado, estaba cómodo y por el sitio. Había conservado el neumático trasero y sabía que podía aguantar a ‘Pecco’. Sí, yo también lo celebro por los papás, también», acabó comentado el ‘hermanísimo’.
Dicen que las casas de apuestas pronto no aceptarán el dinero de los que quieren forrarse con la conquista del título de MotoGP por parte del catalán Marc Márquez. Ahora, más o menos, después de ganar, hoy, el Gran Premio de Tailandia, tras conquistar la victoria ayer en la prueba al ‘sprint’, apenas te dan 1,50 euros por euro jugado. Pero, insisto, pronto solo aceptarán dinero si, por ejemplo, te juegas 50 euros a que ganará las 42 carreras que restan. Esa gente no tiene nada de boba.
Márquez, con su victoria nº 89 (pronto tendrá las 90 del mítico y glorioso Ángel Nieto), demostró que aquellos que le otorgan, ya de salida, la etiqueta de nuevo (o viejo) campeón del mundo, tenían razón. La comunión con su nueva moto, la Ducati ‘Desmosedici’ que lleva años persiguiendo, es total y le permite correr con la sagacidad, determinación y alegría, que no con el riesgo, de su época más gloriosa: 2019.
Aquel año (2019), cuando, curiosamente, conquistó su último título aquí, en Buriram (Tailandia), faltando aún cuatro grandes premios para el final, fue un año impresionante. De las 19 carreras que se corrieron, Márquez ganó 12, acabó segundo en 6 y se fue al suelo, en Austin (Texas, EEUU), cuando dominaba la carrera con tres segundos de ventaja ¡tres! sobre sus perseguidores.
Después de aquel año, el mundo de Marc Márquez se vino abajo. Y, cinco años después, Marc resucita y, curiosamente, 93 grandes premios más tarde (¡93!, su número), se convierte, de nuevo, en el líder de MotoGP. Su último liderato data de Valencia-2019 y ahora, tras 93 carreras, el muchacho de Cervera (Lleida) vuele a reinar en la máxima categoría, aquella que le pertenecía hasta su accidente en Jerez. Desde su último liderato en MotoGP han pasado 1.932 días. Toda una vida. O casi.
«Marc ha jugado con Àlex y conmigo, era muy superior y tenía unas decimitas guardadas. Este fin de semana ha sido estupendo para él, pero esto solo acaba de empezar»
Márquez ha visto pasar 14 carreras del 2020, 18 del 2021, 20 del 2022, 20 del 2022 y 20 del 2024 sin poder decir que era el mandamás de la categoría, pero, en la primera cita de 2025, el fin de semana que se estrenaba como piloto de Ducati Lenovo y lucía el rojo que distingue al diablo, el mayor de los Márquez, que el sábado ya mostró, en solo 13 vueltas, de lo que era capaz, ha ganado su 89 gran premio, consiguiendo la ‘pole’, la vuelta rápida del ‘warm-up’, la vuelta rápida en carrera y la victoria provocando el entusiasmo de los 99.778 espectadores que llenaron el trazado de Chang.
Cuentan que en el coche que les conducía al podio de Buriram, Marc y Àlex Márquez hicieron broma con ‘Pecco’ Bagnaia, al que le sugirieron que aprendiese catalán porque iban a compartir muchas horas juntos durante esta temporada. “Además, tú algo debes saber de catalán”, le comentó Marc, “pues estuviste en el equipo Monlau de Emilio Alzamora, cuando eras niño”. “Sí, sí, lo hablo ‘una mica’ y lo ‘capisco’ un poco”.
Clasificación del GP: 1. Marc Márquez (Ducati), 39 minutos 037 segundos; 2. Àlex Márquez (Ducati), a 1.732 segundos; 3. ‘Pecco’ Baganaia (Ducati), a 0.666 segundos; 4, Franco Morbidelli (Ducati), a 2.778 segundos y 5. Ai Ogura (Aprilia), a 2.274 segundos.
Mundial de MotoGP: 1. Marc MÁRQUEZ (España), 37 puntos; 2. Àlex MÁRQUEZ (España), 29 puntos; 3. ‘Pecco’ BAGNAIA (Italia), 23 puntos; 4. Franco MORBIDELLI (Italia), 18 puntos y 5. Ai OGURA (Japón), 17 puntos.
Diario de Mallorca – Deportes