El programa ‘Y ahora Sonsoles‘, de Antena 3, ha recibido este jueves en su plató a La Mari, una mujer de 91 años que ha logrado cautivar a miles de seguidores en redes sociales con su espontaneidad, sus consejos y su particular sentido del humor. Con cuatro nietos y seis bisnietos, Mari se ha convertido en un fenómeno viral, especialmente entre los más jóvenes, a quienes no duda en dar lecciones de vida con su estilo directo y sin filtros.
Nada más entrar en el plató, Mari ha dejado claro su carácter enérgico. «Estoy muy bien, como una rosa. No me duele… claro que me duelen todos los huesos, lo que pasa que yo soy muy valiente«, ha comentado entre risas, provocando la simpatía de Sonsoles Ónega y los colaboradores del programa de Atresmedia. Mari ha recordado su dura infancia en una familia humilde. «Mi padre trabajaba en el campo con los piñones y yo empecé a trabajar con 13 años como empleada de hogar. Lavaba la ropa en una pila porque no había lavadoras, y como era pequeña, me ponían una banqueta para llegar«, ha relatado.
Con nostalgia, también ha hablado de cómo conoció a su marido. «Fue un flechazo. Nos juntábamos los vecinos para bailar y cantar, no como ahora que cada uno está en su casa. Él se fijó en mí y desde entonces estuvimos bailando juntos toda la noche, aunque no había música«, ha recordado. A los 27 años, ya había tenido cinco hijos y había dejado de trabajar fuera de casa para dedicarse a su familia. Por otra parte, Mari ha explicado que su incursión en las redes sociales fue casi accidental. «Vivo entre Almería y Madrid, con mi hijo Fortu, el líder del grupo Obús. Durante la pandemia, estábamos aburridos y le dije que hiciéramos vídeos. La idea fue mía«, ha afirmado con orgullo. Su contenido, basado en consejos para los jóvenes y mensajes de cariño y fortaleza, pronto empezó a viralizarse. «Siempre digo que hay que huir de la mala gente, no decir mentiras y quererse mucho. Además los jóvenes deben llamar más a sus abuelos«, ha destacado.
Durante la entrevista, Fortu ha aparecido por videollamada para sorprender a su madre. La reacción de Mari ha provocado carcajadas en el plató de ‘Y ahora Sonsoles’. «Si no me habías dicho nada, manda narices la sorpresa que me has dado. Cuando te vea te voy a dar un zapatillazo«, ha bromeado, arrancando risas a todos los presentes. La Mari también ha abordado en su paso por el espacio líder de la franja vespertina el respeto a los mayores. «A las personas mayores siempre hay que respetarlas, sea quien sea«, ha afirmado. María del Monte, colaboradora del programa, ha elogiado su carácter y ha recordado a su propia madre, asegurando que habrían sido «Zipi y Zape» por su forma de ser.
Antes de despedirse, Mari ha sorprendido a todos con otra revelación: «Quiero operarme el pecho porque lo tengo caído, como las cabras viejas«, ha dicho entre risas. Además, ha anunciado que regalará a Sonsoles Ónega un libro de cocina que ha escrito: «A comer, cojones«, con recetas tradicionales. Con su desparpajo y autenticidad, La Mari ha dejado más que claro por qué se ha convertido en toda una sensación en redes y en un ejemplo de vitalidad a los 91 años.
Mari, de 91 años, tiene más de 300.000 seguidores en las redes que siguen sus consejos
El programa ‘Y ahora Sonsoles‘, de Antena 3, ha recibido este jueves en su plató a La Mari, una mujer de 91 años que ha logrado cautivar a miles de seguidores en redes sociales con su espontaneidad, sus consejos y su particular sentido del humor. Con cuatro nietos y seis bisnietos, Mari se ha convertido en un fenómeno viral, especialmente entre los más jóvenes, a quienes no duda en dar lecciones de vida con su estilo directo y sin filtros.
Nada más entrar en el plató, Mari ha dejado claro su carácter enérgico. «Estoy muy bien, como una rosa. No me duele… claro que me duelen todos los huesos, lo que pasa que yo soy muy valiente«, ha comentado entre risas, provocando la simpatía de Sonsoles Ónega y los colaboradores del programa de Atresmedia. Mari ha recordado su dura infancia en una familia humilde. «Mi padre trabajaba en el campo con los piñones y yo empecé a trabajar con 13 años como empleada de hogar. Lavaba la ropa en una pila porque no había lavadoras, y como era pequeña, me ponían una banqueta para llegar«, ha relatado.
Con nostalgia, también ha hablado de cómo conoció a su marido. «Fue un flechazo. Nos juntábamos los vecinos para bailar y cantar, no como ahora que cada uno está en su casa. Él se fijó en mí y desde entonces estuvimos bailando juntos toda la noche, aunque no había música«, ha recordado. A los 27 años, ya había tenido cinco hijos y había dejado de trabajar fuera de casa para dedicarse a su familia. Por otra parte, Mari ha explicado que su incursión en las redes sociales fue casi accidental. «Vivo entre Almería y Madrid, con mi hijo Fortu, el líder del grupo Obús. Durante la pandemia, estábamos aburridos y le dije que hiciéramos vídeos. La idea fue mía«, ha afirmado con orgullo. Su contenido, basado en consejos para los jóvenes y mensajes de cariño y fortaleza, pronto empezó a viralizarse. «Siempre digo que hay que huir de la mala gente, no decir mentiras y quererse mucho. Además los jóvenes deben llamar más a sus abuelos«, ha destacado.

Durante la entrevista, Fortu ha aparecido por videollamada para sorprender a su madre. La reacción de Mari ha provocado carcajadas en el plató de ‘Y ahora Sonsoles’. «Si no me habías dicho nada, manda narices la sorpresa que me has dado. Cuando te vea te voy a dar un zapatillazo«, ha bromeado, arrancando risas a todos los presentes. La Mari también ha abordado en su paso por el espacio líder de la franja vespertina el respeto a los mayores. «A las personas mayores siempre hay que respetarlas, sea quien sea«, ha afirmado. María del Monte, colaboradora del programa, ha elogiado su carácter y ha recordado a su propia madre, asegurando que habrían sido «Zipi y Zape» por su forma de ser.

Antes de despedirse, Mari ha sorprendido a todos con otra revelación: «Quiero operarme el pecho porque lo tengo caído, como las cabras viejas«, ha dicho entre risas. Además, ha anunciado que regalará a Sonsoles Ónega un libro de cocina que ha escrito: «A comer, cojones«, con recetas tradicionales. Con su desparpajo y autenticidad, La Mari ha dejado más que claro por qué se ha convertido en toda una sensación en redes y en un ejemplo de vitalidad a los 91 años.
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