La vacuna frente al herpes zóster también es un escudo contra las enfermedades cardiovasculares

Un estudio asocia esta inmunización con una reducción del 23% en el riesgo de sufrir enfermedad coronaria. La protección se prolongaría hasta ocho años después del ‘pinchazo’ Leer Un estudio asocia esta inmunización con una reducción del 23% en el riesgo de sufrir enfermedad coronaria. La protección se prolongaría hasta ocho años después del ‘pinchazo’ Leer  

Recibir la vacuna frente al herpes zóster también protege el corazón. Así lo asegura un estudio publicado este martes en la revista European Heart Journal que muestra que la vacuna confiere una reducción del 23% en el riesgo de padecer trastornos como enfermedad coronaria, ictus o insuficiencia cardiaca.

El efecto protector del ‘pinchazo’ se prolonga hasta ocho años y es especialmente notable en varones, personas menores de 60 años e individuos con estilos de vida poco saludables.

El herpes zóster es una enfermedad producida por el virus varicela zóster. Se trata del mismo virus que causa la varicela en la infancia. El virus es capaz de quedarse alojado en las raíces nerviosas y reactivarse años más tarde, causando lo que se conoce como herpes zóster. La enfermedad provoca un dolor ardiente seguido de la aparición de pequeñas manchas rojas en la piel que más tarde se convierten en vesículas y que se distribuyen como una cinta, por lo que coloquialmente a la enfermedad también se le denomina «culebrilla». En algunos casos la infección puede causar complicaciones graves.

Se puede prevenir la enfermedad mediante vacunas. La que está disponible en España está producida por técnicas de recombinación de ADN del patógeno y se administra en dos dosis, por vía intramuscular, con intervalo de administración de entre 2 a 6 meses. En España está recomendada en mayores de 65 años y adultos vulnerables.

Dirigidos por Dong Keon Yon, un grupo de investigadores del Kyung Hee University College of Medicine, en Seúl (Corea del Sur), quisieron estudiar si la vacunación frente a este virus podía reducir el riesgo de problemas de corazón, una complicación con la que se había relacionado previamente.

Para ello, realizaron un seguimiento durante 12 años a casi 1,3 millones de individuos mayores de 50 años que vivían en Corea del Sur. Además de su cartilla vacunal, también recopilaron datos sobre su edad, sexo, nivel socioeconómico y hábitos de vida.

El estudio mostró que entre los individuos que habían recibido una vacuna con el virus debilitado se daba un riesgo de eventos cardiovasculares que era un 23% menor que en el resto.

Según sus datos, el efecto protector era especialmente notable en los dos o tres años posterior a la inmunización, aunque se prolongaba hasta ocho años después.

«Nuestro estudio sugiere que la vacuna frente al herpes zóster puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad cardiaca, incluso en personas sin factores de riesgo conocido. Esto significa que la vacunación podría ofrecer beneficios para la salud más allá de la prevención del herpes zóster», ha señalado Yon en un comunicado difundido por la Sociedad Europea de Cardiología.

Hay diferentes mecanismos que podrían explicar este efecto protector, continúa el especialista. En primer lugar, es conocido que «la infección puede causar daño en los vasos sanguíneos, así como inflamación y formación de coágulos que pueden provocar enfermedad cardiovascular. Al prevenir el herpes zóster, la vacunación podría reducir esos riesgos. Nuestro estudio ha encontrado beneficios más claros en personas jóvenes, probablemente debido a una mejor respuesta inmunitaria, así como en varones, posiblemente por diferencias en la efectividad de la vacuna», añade el investigador.

«Es uno de los estudios más amplios y completos que ha seguido a una población sana durante un periodo de más de 12 años», continúa. «Por primera vez, esto nos ha permitido examinar la asociación entre la vacuna frente al herpes zóster y 18 tipos de enfermedad cardiovascular. Pudimos tener en cuenta otras situaciones de salud, factores relacionados con los hábitos de vida y el estatus socioeconómico, lo que hace que nuestros resultados sean más robustos», subraya.

De cualquier manera, Yon recuerda que estos resultados se obtuvieron tras el análisis de una cohorte asiática exclusivamente, por lo que podrían no ser aplicables a todas las poblaciones. El estudio, añade, no establece una relación causal, por lo que reclama nuevas investigaciones que ratifiquen sus resultados y analicen el impacto de otro tipo de vacunas que no usan un virus debilitado para generar inmunidad.

El pasado mes de abril, una investigación publicada en Nature también señaló que la vacunación contra el herpes zóster en personas mayores también podría reducir las probabilidades de desarrollar demencia. El trabajo señaló a que la inmunización contra este virus se asocia, en los siguientes siete años, con una reducción de un 20% del riesgo de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa.

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