La Comisión Europea ya casi tiene redactado el manual de respuestas a los aranceles de Donald Trump. En él, ocupa un lugar destacado la búsqueda de nuevos mercados y aliados que reduzcan las dependencias europeas, algo que Bruselas lleva tiempo desplegando. Los primeros dos movimientos llegaron antes incluso de que el republicano volviera a la Casa Blanca, con la firma del acuerdo con Mercosur y la actualización del tratado con México. Pero esta semana se ha producido un fuerte gesto simbólico en la misma línea: 21 miembros del Colegio de Comisarios, con su presidenta, Ursula von der Leyen, a la cabeza, han viajado a la India para tratar de acelerar un pacto comercial con ese país. “Nuestros intereses en este mundo hipercompetitivo coinciden la mayoría de veces. Ambos podemos perder en un mundo de esferas de influencia y ambos podemos ganar en un mundo de cooperación y trabajo conjunto”, ha expuesto en la madrugada de este viernes (hora peninsular española) la alemana en Nueva Delhi.
La Comisión Europea viaja a Nueva Delhi para estrechar las relaciones con la potencia asiática dentro de la estrategia de diversificar los intercambios
La Comisión Europea ya casi tiene redactado el manual de respuestas a los aranceles de Donald Trump. En él, ocupa un lugar destacado la búsqueda de nuevos mercados y aliados que reduzcan las dependencias europeas, algo que Bruselas lleva tiempo desplegando. Los primeros dos movimientos llegaron antes incluso de que el republicano volviera a la Casa Blanca, con la firma del acuerdo con Mercosur y la actualización del tratado con México. Pero esta semana se ha producido un fuerte gesto simbólico en la misma línea: 21 miembros del Colegio de Comisarios, con su presidenta, Ursula von der Leyen, a la cabeza, han viajado a la India para tratar de acelerar un pacto comercial con ese país. “Nuestros intereses en este mundo hipercompetitivo coinciden la mayoría de veces. Ambos podemos perder en un mundo de esferas de influencia y ambos podemos ganar en un mundo de cooperación y trabajo conjunto”, ha expuesto en la madrugada de este viernes (hora peninsular española) la alemana en Nueva Delhi.
La India y la Unión Europea tienen firmado un acuerdo de asociación estratégica desde hace 20 años. Pero ahora se trata de ir más allá, de llegar a un acuerdo de libre comercio a finales de este año, es decir, apenas tres años después de que empezara a negociarse, según explica el comunicado suscrito por el primer ministro indio, Narendra Modi, y Von der Leyen. Ambos habrían expresado su intención de “intensificar la cooperación en asuntos comerciales y reducción del riesgo en las cadenas de suministro, inversión, tecnologías críticas, innovación, talento, transición digital y económica, sectores espacial y geoespacial y defensa”, apunta el texto, dejando clara la ambición de la apuesta.
Dicen los datos de la Comisión Europea que la India es el tercer socio comercial de la UE, con unos intercambios de bienes y servicios que ascendieron a 184.000 millones de euros en 2023. Solo esa cifra ya dice mucho del gran potencial de crecimiento que puede haber en las relaciones entre Europa y el país más poblado del mundo, puesto que los otros dos socios que están por delante son Estados Unidos, con 1,6 billones de transacciones bilaterales el mismo año, y China, 840.000 millones.
Pero alcanzar acuerdos comerciales con la India no es fácil, como recuerda Ignacio García Bercero, investigador del instituto de estudios europeos Bruegel y experto en comercio internacional. El país asiático tiene unos aranceles de entrada bastante altos. “Hay que ver qué formas de interacción se pueden conseguir con la India para que se dé cuenta de que el colapso del sistema multilateral es perjudicial para sus intereses”, apunta, en referencia a las posibles respuestas de la UE y otros países al principio que ahora parece imperar en Estados Unidos de relaciones y diálogos bilaterales. “China ya ha emergido”, explica, sacando al gigante asiático de los países emergentes, “La India, en cambio, es una economía emergente y su capacidad de mantener una tasa de crecimiento sostenida en el tiempo depende de que exista un sistema comercial multilateral que funcione y que sea abierto. Creo que habría que intentar hacer un diálogo más político, para que comprendan que su posición tradicional, muy defensiva, en las condiciones actuales no tiene sentido”, remacha.
También cree que hay que intentarlo James Crabtree, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores: “Es difícil imaginar un momento mejor para revitalizar los lazos históricamente deslucidos entre Europa y la India”. “El regreso de Donald Trump al poder en Washington ha creado una crisis en las relaciones transatlánticas, obligando a Bruselas a buscar nuevas alianzas geopolíticas”, apunta este investigador británico. Tanto él como García Bercero subrayan que el Ejecutivo indio puede tratar de aprovechar la nueva situación geopolítica para acercarse a Estados Unidos y ser un importante contrapeso asiático a China. No obstante, Crabtree apunta: “Los dirigentes indios también deben enfrentarse a una nueva era compleja e impredecible en la política estadounidense”.
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