El Ingreso Mínimo Vital es una prestación del Gobierno de España creada para prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas.
Se trata de una ayuda que garantiza una renta mínima a aquellas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica, por lo que no pueden hacer frente a los gastos esenciales de la vida.
Sin embargo, esta ayuda no se recibe de manera indefinida. La Seguridad Social realiza comprobaciones de manera periódica para comprobar que los beneficiarios continúan cumpliendo con los requisitos de la prestación. Por ello, a partir del 1 de enero de 2025, la Seguridad Social va a endurecer los requisitos para cobrar esta ayuda, con el objetivo de asegurar que solo quienes realmente lo necesiten puedan acceder a la prestación.
Se endurecen las condiciones
A partir de 2025, muchos beneficiarios se verán afectados. La Seguridad Social obligará a todos los ciudadanos que cobran esta prestación a realizar la declaración de la renta, que será evaluada en conjunto con la Agencia Tributaria. Si los ingresos de una familia superan los máximos establecidos o si se han producido cambios significativos en su composición, el IMV podría ser reducido o incluso retirado.
Con este análisis, existen cuatro resultados posibles para la situación de cada beneficiario:
- La Seguridad Social certifica que la situación económica no ha variado, por lo tanto se mantiene la misma cuantía
- La situación fiscal ha variado de tal forma que la persona beneficiaria tiene derecho a un aumento de la prestación.
- Una mejoría de la situación del ciudadano obliga a que la Seguridad Social reduzca en su proporción el ingreso mensual del IMV.
- Los datos fiscales han variado de tal forma que el beneficiario pierde el derecho a seguir cobrando la ayuda.
Por otra parte, la composición del hogar también es una condición a tener en cuenta. Si un beneficiario ha modificado su domicilio, los integrantes de la unidad de convivencia o las circunstancias familiares, deberá notificarlo a la Seguridad Social. En caso de no actualizar la información, el ciudadano podría perder la prestación.
Se trata de una medida que pretende controlar el estado de cada familia de manera permanente, obligando a los ciudadanos a actualizar los datos necesarios cuando se produzcan cambios para verificar que las condiciones siguen siendo las mismas.
¿Qué ocurrirá a partir del 1 de enero de 2025?
Tras este endurecimiento, es probable que muchas familias se vean perjudicadas. Algunos perderán parte del ingreso que estaban obteniendo hasta ahora, mientras que otros, debido a diversos cambios en su situación, verán como dejan de percibir el Ingreso Mínimo Vital.
En caso de tener que notificar algún cambio, puedes hacerlo accediendo a este enlace de la Seguridad Social.
Requisitos para poder solicitar el IMV en 2025
– Tener residencia en España: los beneficiarios individuales o miembros de una unidad de convivencia deben tener residencia legal y efectiva en España de forma continuada e ininterrumpida durante al menos el año anterior a presentar la solicitud. No se exige el plazo de un año a:
- Los menores incorporados a la unidad de convivencia por nacimiento, adopción, reagrupación familiar de hijos e hijas, guarda con fines de adopción o acogimiento familiar permanente.
- Las personas víctimas de trata de seres humanos y de explotación sexual.
- Las mujeres víctima de violencia de género.
– Estar en situación de vulnerabilidad económica: para determinar la situación de vulnerabilidad económica se toma en consideración la capacidad económica de la persona solicitante individual o de la unidad de convivencia, computando los recursos de todos sus miembros. Este requisito se cumple cuando el promedio mensual de ingresos y rentas anuales computables del ejercicio anterior sea inferior al menos en 10 euros a la cuantía mensual garantizada por el ingreso mínimo vital que corresponda según la modalidad y el número de miembros de la unidad de convivencia. Computará como ingreso el importe de las pensiones y prestaciones, contributivas o no contributivas, públicas o privadas.
No se considera en situación de vulnerabilidad económica la persona beneficiaria individual que sea titular de un patrimonio neto, sin incluir la vivienda habitual, valorado en un importe igual o superior a tres veces la cuantía correspondiente de renta garantizada por el ingreso mínimo vital para una persona beneficiaria individual. En 2023 esto equivale a 20.353,62 euros.
Aumenta el IMV para 2025
El Ingreso Mínimo Vital aumentará en 350 euros el próximo año. Así queda reflejado en el Real Decreto-ley 2/2023. Este incremento forma parte de una revalorización que empezó en 2024 y que seguirá creciendo hasta 2027.
Se espera que el Ingreso Mínimo Vital se incremente un 14,1%, tratando de contrastar el aumento de los precios y permitiendo a las familias poder hacer frente a los gastos necesarios. Por ello, esta renta básica podría alcanzar los 7.600 euros al año, lo que se traduce en unos 633,33 euros mensuales.
Los beneficiados que vean modificada su situación económica podrán dejar de percibir la prestación
El Ingreso Mínimo Vital es una prestación del Gobierno de España creada para prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas.
Se trata de una ayuda que garantiza una renta mínima a aquellas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica, por lo que no pueden hacer frente a los gastos esenciales de la vida.
Sin embargo, esta ayuda no se recibe de manera indefinida. La Seguridad Social realiza comprobaciones de manera periódica para comprobar que los beneficiarios continúan cumpliendo con los requisitos de la prestación. Por ello, a partir del 1 de enero de 2025, la Seguridad Social va a endurecer los requisitos para cobrar esta ayuda, con el objetivo de asegurar que solo quienes realmente lo necesiten puedan acceder a la prestación.
Se endurecen las condiciones
A partir de 2025, muchos beneficiarios se verán afectados. La Seguridad Social obligará a todos los ciudadanos que cobran esta prestación a realizar la declaración de la renta, que será evaluada en conjunto con la Agencia Tributaria. Si los ingresos de una familia superan los máximos establecidos o si se han producido cambios significativos en su composición, el IMV podría ser reducido o incluso retirado.
Con este análisis, existen cuatro resultados posibles para la situación de cada beneficiario:
- La Seguridad Social certifica que la situación económica no ha variado, por lo tanto se mantiene la misma cuantía
- La situación fiscal ha variado de tal forma que la persona beneficiaria tiene derecho a un aumento de la prestación.
- Una mejoría de la situación del ciudadano obliga a que la Seguridad Social reduzca en su proporción el ingreso mensual del IMV.
- Los datos fiscales han variado de tal forma que el beneficiario pierde el derecho a seguir cobrando la ayuda.
Por otra parte, lacomposición del hogartambién es una condición a tener en cuenta. Si un beneficiarioha modificado su domicilio, los integrantes de la unidad de convivencia o las circunstancias familiares, deberá notificarlo a la Seguridad Social. En caso de no actualizar la información, el ciudadano podría perder la prestación.
Se trata de una medida que pretende controlar el estado de cada familia de manera permanente, obligando a los ciudadanos a actualizar los datos necesarios cuando se produzcan cambios para verificar que las condiciones siguen siendo las mismas.
¿Qué ocurrirá a partir del 1 de enero de 2025?
Tras este endurecimiento, es probable que muchas familias se vean perjudicadas. Algunos perderán parte del ingreso que estaban obteniendo hasta ahora, mientras que otros, debido a diversos cambios en su situación, verán como dejan de percibir el Ingreso Mínimo Vital.
En caso de tener que notificar algún cambio, puedes hacerlo accediendo a este enlace de la Seguridad Social.
Requisitos para poder solicitar el IMV en 2025
– Tener residencia en España: los beneficiarios individuales o miembros de una unidad de convivencia deben tener residencia legal y efectiva en España de forma continuada e ininterrumpida durante al menos el año anterior a presentar la solicitud. No se exige el plazo de un año a:
- Los menores incorporados a la unidad de convivencia por nacimiento, adopción, reagrupación familiar de hijos e hijas, guarda con fines de adopción o acogimiento familiar permanente.
- Las personas víctimas de trata de seres humanos y de explotación sexual.
- Las mujeres víctima de violencia de género.
– Estar en situación de vulnerabilidad económica: para determinar la situación de vulnerabilidad económica se toma en consideración la capacidad económica de la persona solicitante individual o de la unidad de convivencia, computando los recursos de todos sus miembros. Este requisito se cumple cuando el promedio mensual de ingresos y rentas anuales computables del ejercicio anterior sea inferior al menos en 10 euros a la cuantía mensual garantizada por el ingreso mínimo vital que corresponda según la modalidad y el número de miembros de la unidad de convivencia. Computará como ingreso el importe de las pensiones y prestaciones, contributivas o no contributivas, públicas o privadas.
No se considera en situación de vulnerabilidad económica la persona beneficiaria individual que sea titular de un patrimonio neto, sin incluir la vivienda habitual, valorado en un importe igual o superior a tres veces la cuantía correspondiente de renta garantizada por el ingreso mínimo vital para una persona beneficiaria individual. En 2023 esto equivale a 20.353,62 euros.
Aumenta el IMV para 2025
El Ingreso Mínimo Vital aumentará en 350 euros el próximo año. Así queda reflejado en el Real Decreto-ley 2/2023. Este incremento forma parte de una revalorización que empezó en 2024 y que seguirá creciendo hasta 2027.
Se espera que el Ingreso Mínimo Vital se incremente un 14,1%, tratando de contrastar el aumento de los precios y permitiendo a las familias poder hacer frente a los gastos necesarios. Por ello, esta renta básica podría alcanzar los 7.600 euros al año, lo que se traduce en unos 633,33 euros mensuales.
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