La reacción de dos hijas en ‘El programa de Ana Rosa’ al descubrir que su padre no murió en 1994, sino en la DANA

La DANA de Valencia sigue dejando historias trágicas por contar. Esta mañana, pudimos conocer el destino de Miguel, quien se encontraba en un campo de naranjos de Quart de Poblet (Valencia) cuando la tormenta le arrasó. Sin embargo, esta pérdida destacó por un hecho distinto: en teoría, Miguel estaba muerto desde hacía 30 años.

El difunto desapareció de su casa de Granada en 1994 y, después de diez años sin dar señales de vida, se le declaró como fallecido. Durante este tiempo, Miguel no hizo ningún tipo de movimiento: ni visitas al médico ni renovación de documentos.

En 2025, sus hijas han descubierto que Miguel no había fallecido cuando ellas pensaban, sino que su padre simplemente se había ido de casa. Durante ‘El programa de Ana Rosa’, el equipo ha podido conversar con una de ellas para escuchar su testimonio.

Problemas mentales como hipótesis

La hija de Miguel apuntaba que el fallecimiento de su padre se declaró el 1 de agosto de 1994: «Un juez lo dio por fallecido, pero siempre quedaba ese gusanillo de decir: ¿Estará vivo?«. Además, el equipo ha destacado que Miguel tenía antecedentes de problemas de salud mental.

«El último movimiento bancario era de 1980. Anteriormente, que si no lo habían encontrado, no había ido al médico, etc., Es que no tiene ni historia clínica. No solicitó la pensión de jubilación. Incluso, el DNI que se dejó en casa, es de esos antiguos.», ha agregado la mujer.

Un padre ausente

Miguel terminó en Valencia, a menos de cinco horas de viaje del domicilio en el que residía con sus hijas hasta el día de autos en 1994. «Ese hombre venía arrastrado de otro sitio. Ahora resulta que estaba a cuatro horas y media de camino y no ha venido nunca a saber de sus hijas, pues como que estamos un poquito reacias hacia él», agregaba la hija, mostrando un evidente descontento a los motivos por los que su padre se había alejado de su familia.

«Yo estuve en Valencia hace cuatro o cinco años, que fuimos de vacaciones a Marina D’or. ¿Quién no me dice a mí que no me lo crucé? Ya, por fin, porque hay un cuerpo, con la triste finalidad de que está fallecido, pero se ha encontrado», ha sentenciado la hija de Miguel, sorprendida por lo ocurrido con su padre.

 Miguel se fue a vivir a Valencia, a menos de cinco horas de viaje del domicilio en el que residía con sus hijas, hasta que la catástrofe climatológica del pasado mes de octubre acabó con su vida  

La DANA de Valencia sigue dejando historias trágicas por contar. Esta mañana, pudimos conocer el destino de Miguel, quien se encontraba en un campo de naranjos de Quart de Poblet (Valencia) cuando la tormenta le arrasó. Sin embargo, esta pérdida destacó por un hecho distinto: en teoría, Miguel estaba muerto desde hacía 30 años.

El difunto desapareció de su casa de Granada en 1994 y, después de diez años sin dar señales de vida, se le declaró como fallecido. Durante este tiempo, Miguel no hizo ningún tipo de movimiento: ni visitas al médico ni renovación de documentos.

En 2025, sus hijas han descubierto que Miguel no había fallecido cuando ellas pensaban, sino que su padre simplemente se había ido de casa. Durante ‘El programa de Ana Rosa’, el equipo ha podido conversar con una de ellas para escuchar su testimonio.

Problemas mentales como hipótesis

La hija de Miguel apuntaba que el fallecimiento de su padre se declaró el 1 de agosto de 1994: «Un juez lo dio por fallecido, pero siempre quedaba ese gusanillo de decir: ¿Estará vivo?«. Además, el equipo ha destacado que Miguel tenía antecedentes de problemas de salud mental.

«El último movimiento bancario era de 1980. Anteriormente, que si no lo habían encontrado, no había ido al médico, etc., Es que no tiene ni historia clínica. No solicitó la pensión de jubilación. Incluso, el DNI que se dejó en casa, es de esos antiguos.», ha agregado la mujer.

Un padre ausente

Miguel terminó en Valencia, a menos de cinco horas de viaje del domicilio en el que residía con sus hijas hasta el día de autos en 1994. «Ese hombre venía arrastrado de otro sitio. Ahora resulta que estaba a cuatro horas y media de camino y no ha venido nunca a saber de sus hijas, pues como que estamos un poquito reacias hacia él», agregaba la hija, mostrando un evidente descontento a los motivos por los que su padre se había alejado de su familia.

«Yo estuve en Valencia hace cuatro o cinco años, que fuimos de vacaciones a Marina D’or. ¿Quién no me dice a mí que no me lo crucé? Ya, por fin, porque hay un cuerpo, con la triste finalidad de que está fallecido, pero se ha encontrado», ha sentenciado la hija de Miguel, sorprendida por lo ocurrido con su padre.

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