La peineta que cambió el Las Palmas-Mallorca

Muriqi acabó expulsado y Mojica marcó el gol de la victoria bermellona ante Las Palmas (2–3) en un libre indirecto fruto de una acción loca, que ni Jagoba Arrasate entendió. Un córner a favor del Mallorca, que acabó sin peligro, cambió el rumbo del partido. El marcador iba empatado a dos, pero una revisión del VAR dejó el destino del partido abierto a la improvisación. Muriqi acabó expulsado y Mojica marcó el gol de la victoria bermellona ante Las Palmas (2–3) en un libre indirecto fruto de una acción loca, que ni Jagoba Arrasate entendió. Un córner a favor del Mallorca, que acabó sin peligro, cambió el rumbo del partido. El marcador iba empatado a dos, pero una revisión del VAR dejó el destino del partido abierto a la improvisación.  

Muriqi acabó expulsado y Mojica marcó el gol de la victoria bermellona ante Las Palmas (2–3) en un libre indirecto fruto de una acción loca, que ni Jagoba Arrasate entendió. Un córner a favor del Mallorca, que acabó sin peligro, cambió el rumbo del partido. El marcador iba empatado a dos, pero una revisión del VAR dejó el destino del partido abierto a la improvisación.

Muñiz Ruiz acudió al monitor y después de revisar la jugada expulsó al kosovar por mostrar una peineta a Jaime Mata, que le provocó previamente.

En el acta, el colegiado gallego detalla el motivo de la amonestación previa al delantero de Las Palmas, castigada con libre indirecto. «Provocó haciendo gestos exaltados a un adversario celebrando una acción defensiva enfrente de él, que causó una reacción inmediata del rival que supuso su expulsión», argumentó.

La respuesta de Muriqi, según el árbitro fue ofensiva y acabó expulsado. «Realizó un gesto ofensivo haciendo una peineta, enseñando su dedo corazón y como reacción a un gesto provocador del jugador adversario», confirmó Muñiz Ruiz.

El colegiado señaló libre indirecto fuera del área pequeña a favor del Mallorca porque quien inició el altercado fue Jaime Mata dentro a escasos metros de la línea gol. Mojica, Samu Costa y Chiquinho se hicieron con el balón y empezaron a tejer entre ellos el gol que dio los tres puntos al equipo bermellón.  

Samu Costa pisa el balón, Chiquinho deja pasar el esférico, engañando a toda la defensa del equipo canario, y Mojica ajusta el esférico a la escuadra derecha de Cillessen.

El colombiano confirmó ante los micrófonos que él no iba a chutar. «Dije que disparaba yo porque me sentía con confianza, en principio iba a hacerlo Samu Costa. En el gol hemos demostrado nuestro compromiso y comunicación», confesó el colombiano, el autor del tercer gol que da la sexta victoria de la temporada al Mallorca

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