La opinión de Sebastià Adrover: El silencio de Louzán es ofensivo y muy torpe

Rafael Louzán, que parece más de lo mismo a lo que ya había en la Federación Española de Fútbol, debe tener los peores asesores del mundo. Después de unas acusaciones tan graves de acoso denunciadas por las parejas y hasta las madres de los futbolistas del Mallorca, más allá de las pronunciadas por la propia afición desplazada a Yeda, tuvo la ocasión de condenarlo. Incluso, aunque fuera de cara a la galería, el gallego podría haber recordado que están trabajando para identificar a los agresores. Rafael Louzán, que parece más de lo mismo a lo que ya había en la Federación Española de Fútbol, debe tener los peores asesores del mundo. Después de unas acusaciones tan graves de acoso denunciadas por las parejas y hasta las madres de los futbolistas del Mallorca, más allá de las pronunciadas por la propia afición desplazada a Yeda, tuvo la ocasión de condenarlo. Incluso, aunque fuera de cara a la galería, el gallego podría haber recordado que están trabajando para identificar a los agresores.  

Rafael Louzán, que parece más de lo mismo a lo que ya había en la Federación Española de Fútbol, debe tener los peores asesores del mundo. Después de unas acusaciones tan graves de acoso denunciadas por las parejas y hasta las madres de los futbolistas del Mallorca, más allá de las pronunciadas por la propia afición desplazada a Yeda, tuvo la ocasión de condenarlo. Incluso, aunque fuera de cara a la galería, el gallego podría haber recordado que están trabajando para identificar a los agresores.

Sin embargo, optó por ser muy torpe en el fondo y en las formas. Porque su silencio es muy ofensivo y demuestra una nula sensibilidad hacia un asunto tan importante y en el que, en cierta manera, tiene responsabilidad. Porque la RFEF es la responsable de que la Supercopa se organice en Arabia Saudí, un país que busca blanquear su imagen a través de comprar elogios como el que ayer articuló Louzán. Los cuarenta millones de euros anuales le deben parecer suficientes para callar ante los lamentables hechos.

No obstante, no solo apostó por mirar hacia otro lado, sino que deslizó que este acuerdo con el país árabe tiene muchas opciones de prolongarse. Y eso es un insulto intolerable que debería indignar al fútbol español y no solo a Son Moix. ¿Alguien tiene dudas que si esto le hubiera pasado a la pareja de un jugador del Madrid o del Barça el escándalo hubiera sido nacional y no se hablaría de otra cosa? Pues eso. Incluso el cónsul, que cobra de todos nosotros, se atrevió a decir ayer que los españoles están encantados de visitar Yeda. Que se lo pregunten a la mujer de Dani Rodríguez. Qué asco.

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 Diario de Mallorca – Deportes

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