La industria española desacelera a pasos agigantados: el índice PMI cae al nivel más bajo desde agosto

La actividad del sector industrial en España vuelve a dar peligrosas muestras de debilidad tras desacelerarse el pasado mes de de enero debido al aumento «más lento» de la producción y de los nuevos pedidos y al incremento «marginal» de las exportaciones. Así lo marca el índice PMI de actividad del sector manufacturero español HCOB, elaborado por S&P Global, que cayó hasta los 50,9 puntos, un dato «ostensiblemente inferior» al de diciembre (53,3 puntos) y levemente por encima de los 50 puntos que separan la frontera del crecimiento o la contracción.

En el primer mes del año, la producción aumentó solo «marginalmente», con un «modesto incremento de los nuevos pedidos», que fue el más lento en cinco meses. Aunque la demanda se mantuvo positiva, las empresas encuestadas notaron «un cierto grado de incertidumbre entre sus clientes» por los incrementos «más débiles» tanto de la producción como de los nuevos pedidos, particularmente en los mercados de exportación. Debido a la reducción de la producción y a un incremento de la cartera de pedidos por completar, las empresas redujeron sus compras y la contratación.

Los últimos datos mostraron que la inflación de los precios de los insumos aumentó notablemente en enero, hasta su nivel más alto desde julio de 2024, por lo que las empresas optaron por «aumentar fuertemente sus tarifas», lo que motivo que «los precios cobrados volvieron a aumentar después de cuatro meses de descenso», provocando que que los precios cobrados aumentaran después de cuatro meses de descenso. Los encuestados vincularon en parte la menor disposición a contratar nuevo personal a la preocupación por el aumento de los costes.

Para Jonas Feldhusen, economista del HCOB, «el nuevo año ha empezado con debilidad», una situación que refleja la debilidad en los principales países de la zona euro, como Alemania y Francia, mientras que advierte de que la evolución de los precios «es motivo de preocupación». En esta tesitura y de cara a los próximos doce meses, las empresas esperan que la producción aumente con respecto a los niveles actuales, mientras que la confianza en general se mantuvo prácticamente igual que la máxima de siete meses registrada en diciembre de 2024.

En cuanto al índice PMI de la eurozona, el deterioro de la actividad de las fábricas se redujo sustancialmente en el arranque de 2025, a pesar de que la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump conlleva la amenaza de la imposición de aranceles a las exportaciones europeas, y ascendió a 46,6 puntos desde los 45,1 del cierre de 2024. A pesar de que la lectura de enero supone el nivel más alto del PMI manufacturero en ocho meses, un resultado por debajo del umbral de 50 puntos continúa indicando contracción de la actividad en el sector. Las notas negativas siguen llegando de las principales economías, con caídas registradas en Francia y Alemania (45 cada uno), Italia (46,3) y Países Bajos (48,4).

El menor ritmo de deterioro observado a nivel general en enero obedeció al menor declive en los nuevos pedidos y la producción, cuyos respectivos ritmos de contracción fueron los más suaves desde mayo de 2024. Los niveles de empleo se recortaron aún más en el primer mes de 2025, y la tasa de destrucción de puestos de trabajo se aceleró ligeramente. De tal modo, la dotación de personal de las fábricas ha disminuido por vigésimo mes consecutivo. Además, por primera vez desde agosto de 2024, los costes de los insumos aumentaron en enero, aunque las empresas se abstuvieron de repercutir este aumento a sus clientes, ya que los precios de venta se mantuvieron sin cambios, poniendo fin a una secuencia de cuatro meses de bajada de los precios cobrados.

 La producción aumentó solo «marginalmente», con un «modesto incremento de los nuevos pedidos», asegura S&P Global  

La actividad del sector industrial en España vuelve a dar peligrosas muestras de debilidad tras desacelerarse el pasado mes de de enero debido al aumento «más lento» de la producción y de los nuevos pedidos y al incremento «marginal» de las exportaciones. Así lo marca el índice PMI de actividad del sector manufacturero español HCOB, elaborado por S&P Global, que cayó hasta los 50,9 puntos, un dato «ostensiblemente inferior» al de diciembre (53,3 puntos) y levemente por encima de los 50 puntos que separan la frontera del crecimiento o la contracción.

En el primer mes del año, la producción aumentó solo «marginalmente», con un «modesto incremento de los nuevos pedidos», que fue el más lento en cinco meses. Aunque la demanda se mantuvo positiva, las empresas encuestadas notaron «un cierto grado de incertidumbre entre sus clientes» por los incrementos «más débiles» tanto de la producción como de los nuevos pedidos, particularmente en los mercados de exportación. Debido a la reducción de la producción y a un incremento de la cartera de pedidos por completar, las empresas redujeron sus compras y la contratación.

Los últimos datos mostraron que la inflación de los precios de los insumos aumentó notablemente en enero, hasta su nivel más alto desde julio de 2024, por lo que las empresas optaron por «aumentar fuertemente sus tarifas», lo que motivo que «los precios cobrados volvieron a aumentar después de cuatro meses de descenso», provocando que que los precios cobrados aumentaran después de cuatro meses de descenso. Los encuestados vincularon en parte la menor disposición a contratar nuevo personal a la preocupación por el aumento de los costes.

Para Jonas Feldhusen, economista del HCOB, «el nuevo año ha empezado con debilidad», una situación que refleja la debilidad en los principales países de la zona euro, como Alemania y Francia, mientras que advierte de que la evolución de los precios «es motivo de preocupación». En esta tesitura y de cara a los próximos doce meses, las empresas esperan que la producción aumente con respecto a los niveles actuales, mientras que la confianza en general se mantuvo prácticamente igual que la máxima de siete meses registrada en diciembre de 2024.

En cuanto al índice PMI de la eurozona, el deterioro de la actividad de las fábricas se redujo sustancialmente en el arranque de 2025, a pesar de que la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump conlleva la amenaza de la imposición de aranceles a las exportaciones europeas, y ascendió a 46,6 puntos desde los 45,1 del cierre de 2024. A pesar de que la lectura de enero supone el nivel más alto del PMI manufacturero en ocho meses, un resultado por debajo del umbral de 50 puntos continúa indicando contracción de la actividad en el sector. Las notas negativas siguen llegando de las principales economías, con caídas registradas en Francia y Alemania (45 cada uno), Italia (46,3) y Países Bajos (48,4).

El menor ritmo de deterioro observado a nivel general en enero obedeció al menor declive en los nuevos pedidos y la producción, cuyos respectivos ritmos de contracción fueron los más suaves desde mayo de 2024. Los niveles de empleo se recortaron aún más en el primer mes de 2025, y la tasa de destrucción de puestos de trabajo se aceleró ligeramente. De tal modo, la dotación de personal de las fábricas ha disminuido por vigésimo mes consecutivo. Además, por primera vez desde agosto de 2024, los costes de los insumos aumentaron en enero, aunque las empresas se abstuvieron de repercutir este aumento a sus clientes, ya que los precios de venta se mantuvieron sin cambios, poniendo fin a una secuencia de cuatro meses de bajada de los precios cobrados.

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