El futuro inmediato de la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell se conocerá entre y mañana. Al menos en lo que respecta a la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ya que todo apunta a que se entrará directamente en fase 2, que abriría una prórroga en el estudio de la operación hasta más allá de marzo de 2025.
Así lo han confirmado a LA RAZÓN fuentes autorizadas, que apuntaron que esta segunda fase implicaría varios escenarios. La CNMC puede resolver que la concentración debe ser autorizada de pleno o autorizada con compromisos. Si los compromisos no fueran suficientes para resolver los problemas de competencia observados, el organismo puede decidirse por imponer condiciones a la concentración que complementen o sustituyan los compromisos propuestos por la entidad. En caso de que no existan condicionantes que resuelvan los problemas de competencia, la CNMC podría prohibir la concentración.
En el caso de que la resolución del consejo de la institución sea de prohibición o subordinación a compromisos o condiciones, la operación pasaría directamente al Ministerio de Economía que, a su vez, podría elevarla en un plazo de 15 días al Consejo de Ministros. Esto llevaría la operación a su rechazo definitivo, ya que el Gobierno se ha mostrado desde el primer momento contrario a la fusión y, según ha podido saber este periódico, espera que la OPA llegue a fase 2 para poder tener capacidad de decisión.
Ambas entidades se mantienen firmes en su posiciones. Banco Sabadell no se mueve de su rechazo, y BBVA inmoviliza su oferta a los accionistas del pago de 0,29 euros en efectivo y la entrega de una acción nueva por cada 5,019 del Sabadell, teniendo en cuenta los dividendos pagados por ambas entidades en octubre. Antes de esos abonos, la oferta del BBVA pasaba por ofrecer únicamente una acción nueva del banco comprador por cada 4,83 del Sabadell, siempre que sus titulares aceptaran vender los títulos.
La operación se mantiene también bajo evaluación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que también debe dar luz verde a aprobar el folleto de la OPA para que el banco pueda seguir adelante con sus planes de compra. El supervisor bursátil ha decidido apostar por la paciencia y esperar hasta conocer la opinión de Competencia sobre la fusión, por lo que su decisión también se demorará en el tiempo si la CNMC finalmente activa la fase 2. Si competencia diera la sorpresa de última hora y otorgara su aprobación en fase 1, el proceso tomaría velocidad de crucero, permitiendo a BBVA y Sabadell negociar el cierre de la operación. Por contra, una fase 2 prolongaría la incertidumbre y dificultaría el desarrollo de los planes estratégicos de las dos entidades.
En caso de prohibición, BBVA deberá vender toda o parte de su participación en Sabadell en los términos que estipule la autoridad de Competencia.
Decide en las próximas horas si el estudio de la fusión sigue adelante hasta mediados de 2025. Sabadell mantiene su rechazo y BBVA espera una resolución definitiva ya
El futuro inmediato de la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell se conocerá entre y mañana. Al menos en lo que respecta a la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ya que todo apunta a que se entrará directamente en fase 2, que abriría una prórroga en el estudio de la operación hasta más allá de marzo de 2025.
Así lo han confirmado a LA RAZÓN fuentes autorizadas, que apuntaron que esta segunda fase implicaría varios escenarios. La CNMC puede resolver que la concentración debe ser autorizada de pleno o autorizada con compromisos. Si los compromisos no fueran suficientes para resolver los problemas de competencia observados, el organismo puede decidirse por imponer condiciones a la concentración que complementen o sustituyan los compromisos propuestos por la entidad. En caso de que no existan condicionantes que resuelvan los problemas de competencia, la CNMC podría prohibir la concentración.
En el caso de que la resolución del consejo de la institución sea de prohibición o subordinación a compromisos o condiciones, la operación pasaría directamente al Ministerio de Economía que, a su vez, podría elevarla en un plazo de 15 días al Consejo de Ministros. Esto llevaría la operación a su rechazo definitivo, ya que el Gobierno se ha mostrado desde el primer momento contrario a la fusión y, según ha podido saber este periódico, espera que la OPA llegue a fase 2 para poder tener capacidad de decisión.
Ambas entidades se mantienen firmes en su posiciones. Banco Sabadell no se mueve de su rechazo, y BBVA inmoviliza su oferta a los accionistas del pago de 0,29 euros en efectivo y la entrega de una acción nueva por cada 5,019 del Sabadell, teniendo en cuenta los dividendos pagados por ambas entidades en octubre. Antes de esos abonos, la oferta del BBVA pasaba por ofrecer únicamente una acción nueva del banco comprador por cada 4,83 del Sabadell, siempre que sus titulares aceptaran vender los títulos.
La operación se mantiene también bajo evaluación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que también debe dar luz verde a aprobar el folleto de la OPA para que el banco pueda seguir adelante con sus planes de compra. El supervisor bursátil ha decidido apostar por la paciencia y esperar hasta conocer la opinión de Competencia sobre la fusión, por lo que su decisión también se demorará en el tiempo si la CNMC finalmente activa la fase 2. Si competencia diera la sorpresa de última hora y otorgara su aprobación en fase 1, el proceso tomaría velocidad de crucero, permitiendo a BBVA y Sabadell negociar el cierre de la operación. Por contra, una fase 2 prolongaría la incertidumbre y dificultaría el desarrollo de los planes estratégicos de las dos entidades.
En caso de prohibición, BBVA deberá vender toda o parte de su participación en Sabadell en los términos que estipule la autoridad de Competencia.
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