Del 19 al 21 de noviembre se celebrará en IFEMA Madrid la tercera edición de Global Mobility Call, un lugar de encuentro para administraciones, empresas y ciudadanos con un único y mismo objetivo: encontrar, desarrollar y ofrecer las soluciones en movilidad que demandan la normativa y la sociedad.
Global Mobility Call nace con una clara vocación de servicio, pues trata la movilidad de manera transversal y holística, uniendo en un mismo lugar a todos los actores implicados en este proceso de transformación.
Con motivo de la convocatoria de su tercera edición y más internacional, se ha celebrado en LA RAZÓN una interesante mesa de debate que ha contado con seis ponentes de reconocido valor y que representan a distintos sectores clave de movilidad: Félix Pérez-Fajardo, director de Global Mobility Call; Juan José Lillo, socio y co-fundador de Smobhub; Isabel Gorgoso, directora de nueva movilidad de Moeve; Borja López, gerente corporativo de Calidad, Innovación y RSC de Avanza; Francisco Baeza, director de Desarrollo de Negocio en SISTEM; y Adrián Fernández, director de sostenibilidad y eficiencia energética en Renfe. El encuentro estuvo moderado por el periodista José Luis Semprún.
El futuro más inmediato y a medio plazo sobre el proceso de transformación que están acometiendo todos los sectores hacia un nuevo modelo de movilidad más segura, conectada y sostenible ha sido el eje de esta mesa de debate, «una perfecta antesala de lo que se vivirá en IFEMA Madrid a partir del día 19», explicó Juan José Lillo, haciendo referencia a las más de cien mesas que tendrán lugar en el congreso.
Un futuro que, en opinión de Borja López, se observa y se espera con ilusión, pues en Avanza llevamos muchos años trabajando en esta dirección», comentó, al tiempo que sacaba a la luz el dato de que en 2026 un tercio de toda la flota que opera en España será eléctrica.
Isabel Gorgoso destacó la importancia del momento actual, en el que «debemos ofrecer a los ciudadanos nuevas formas de moverse y no centrar las acciones únicamente en la electrificación». Gorgoso abría el abanico a los biocombustibles, «ya perfectamente competitivos en precio y capacidad de producción con el diésel», o a otras modalidades de energía, como el hidrógeno verde. En este sentido Moeve (antigua Cepsa) ha dado un paso adelante ofreciendo en todas sus estaciones de servicio diferentes modos de abastecimiento.
«El foco, sin duda, está en el ciudadano y en sus necesidades», destacó Francisco Baeza. Tanto en el transporte de personas como en el de mercancías, las necesidades de las personas y de las empresas serán las que marquen el ritmo de esta importante transformación.
Por su parte, Adrián Fernández explicó cómo 2024 será un año de récord en el transporte de viajeros, pues en la conciencia social ya está implantada la necesaria transición energética a modelos más ecológicos, y en Renfe «llevamos muchas décadas trabajando en esta dirección, además de adaptarnos a las necesidades en cada momento que tienen las personas en cuanto a movilidad se refiere», explicó. Félix Pérez-Fajardo compartió en este momento la capacidad de conexión que tiene Global Mobility Call, con 15 sectores presentes, 80 expositores y más de 10.000 visitantes profesionales.
Punto de no retorno
Ante las opiniones negativas que está teniendo en nuestro país la electrificación del parque móvil y las infraestructuras asociadas a los vehículos (estaciones y puntos de carga), Isabel Gorgoso explicó que «estamos en un punto de no retorno» en cuanto al cambio de paradigma en las fuentes de energía y combustibles. Si bien la electrificación ha sido el primer paso, éste no puede ser el único, y la implicación de todos los actores en investigar e implementar otras fuentes de energía limpia es muy necesaria.
Unas fuentes que, sobre todo, apuntan hacia el hidrógeno y el amoniaco como combustibles, como apuntó Francisco Baeza, «aunque no son los únicos», matizaba. Juan José Lillo coincidió con Gorgoso, pero aportó que la inversión, la velocidad de adaptación y las herramientas para potenciar estas nuevas fuentes de energía deben estar ordenadas para lograr un mismo fin: la descarbonización total.
Doble revolución
El ciudadano tiene un gran papel en el juego de la movilidad, que en opinión de Adrián Fernández es una «doble revolución: la tecnológica, que nos hace capaces de adoptar modelos para abandonas los combustibles fósiles, y la cultural , pues hoy ya existe en la sociedad una conciencia por la movilidad sostenible». Para llevar a cabo esta doble revolución es necesario que haya empresas dispuestas a aceptar el reto, explicó Fernández, que matizó que «con la velocidad adecuada, hoy se pueden aplicar muchas nuevas tecnologías».
Esta conciencia social ha hecho que los ciudadanos cambien su percepción de la movilidad. Hoy en día, según opina Baeza, «el medio de transporte más utilizado es aquel que satisface las necesidades del ciudadano en menos tiempo y a un precio más bajo».
Lo que está del todo claro, como comentó Gorgoso, es que en el camino de la movilidad sostenible «no podemos dejar a nadie atrás», por lo que se ve imprescindible que el cambio sea paulatino, pues no siempre es posible comprar un coche eléctrico, o no están implementadas las medidas de electrificación en todas las vías. «Para las zonas urbanas la electrificación es clara», apuntó López, pero no ocurre lo mismo para las grandes distancias.
Borja López aludió en este momento a la necesidad de concienciar a empresas y sociedad que la primera sostenibilidad que debe garantizarse es la económica, que se pueda asumir el cambio. «Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), de aquí a 2030 deberían matricularse 1.300 nuevos autobuses eléctricos al año», y esa es una cifra que no es asumible.
Conclusiones
La mesa de debate se acercaba a su final, y el moderador dejó unos minutos a los ponentes para concluir sus argumentos. Juan José Lillo resumió la «necesidad de que reguladores, administraciones, empresas y ciudadanos trabajen conjuntamente para lograr los objetivos señalados».
Félix Pérez-Fajardo concluyó apuntando a la cada vez más amplia modalidad de fuentes de energía limpias que existen, y terminó apuntando a que «estamos en un proceso de transformación en el que cada cual debe llevar su velocidad de adaptación».
Además, eventos como Global Mobility Call son los escenarios perfectos para debatir y trazas las sinergias que definirán ese futuro al que todos tendemos, pues todos están implicados en ello, desde las administraciones, que quieren crear industria en torno a la movilidad, a las empresas, que pueden aportar soluciones, pasando por los ciudadanos, que son, en definitiva, quienes harán uso de estos modelos de movilidad sostenible y limpia.
Por su parte, Isabel Gorgoso puso el foco en las «nuevas oportunidades que surgen día a día» en cuanto a modelos de negocio en movilidad se refiere. Borja López y Francisco Baeza coincidieron en el argumento de que la movilidad es inherente al ser humano, y como tal, es una buena oportunidad de mejora de la calidad de vida y el progreso de la sociedad.
Por último, Pérez-Fajardo animó a los usuarios que pudieron seguir la mesa redonda por streaming a que se pasaran por Global Mobility Call para poder ver en directo todo lo debatido.
LA RAZÓN organiza una mesa de debate y análisis en torno al presente y futuro de la movilidad
Del 19 al 21 de noviembre se celebrará en IFEMA Madrid la tercera edición de Global Mobility Call, un lugar de encuentro para administraciones, empresas y ciudadanos con un único y mismo objetivo: encontrar, desarrollar y ofrecer las soluciones en movilidad que demandan la normativa y la sociedad.
Global Mobility Call nace con una clara vocación de servicio, pues trata la movilidad de manera transversal y holística, uniendo en un mismo lugar a todos los actores implicados en este proceso de transformación.
Con motivo de la convocatoria de su tercera edición y más internacional, se ha celebrado en LA RAZÓN una interesante mesa de debate que ha contado con seis ponentes de reconocido valor y que representan a distintos sectores clave de movilidad: Félix Pérez-Fajardo, director de Global Mobility Call; Juan José Lillo, socio y co-fundador de Smobhub; Isabel Gorgoso, directora de nueva movilidad de Moeve; Borja López, gerente corporativo de Calidad, Innovación y RSC de Avanza; Francisco Baeza, director de Desarrollo de Negocio en SISTEM; y Adrián Fernández, director de sostenibilidad y eficiencia energética en Renfe. El encuentro estuvo moderado por el periodista José Luis Semprún.
El futuro más inmediato y a medio plazo sobre el proceso de transformación que están acometiendo todos los sectores hacia un nuevo modelo de movilidad más segura, conectada y sostenible ha sido el eje de esta mesa de debate, «una perfecta antesala de lo que se vivirá en IFEMA Madrid a partir del día 19», explicó Juan José Lillo, haciendo referencia a las más de cien mesas que tendrán lugar en el congreso.
Un futuro que, en opinión de Borja López, se observa y se espera con ilusión, pues en Avanza llevamos muchos años trabajando en esta dirección», comentó, al tiempo que sacaba a la luz el dato de que en 2026 un tercio de toda la flota que opera en España será eléctrica.
Isabel Gorgoso destacó la importancia del momento actual, en el que «debemos ofrecer a los ciudadanos nuevas formas de moverse y no centrar las acciones únicamente en la electrificación». Gorgoso abría el abanico a los biocombustibles, «ya perfectamente competitivos en precio y capacidad de producción con el diésel», o a otras modalidades de energía, como el hidrógeno verde. En este sentido Moeve (antigua Cepsa) ha dado un paso adelante ofreciendo en todas sus estaciones de servicio diferentes modos de abastecimiento.
«El foco, sin duda, está en el ciudadano y en sus necesidades», destacó Francisco Baeza. Tanto en el transporte de personas como en el de mercancías, las necesidades de las personas y de las empresas serán las que marquen el ritmo de esta importante transformación.
Por su parte, Adrián Fernández explicó cómo 2024 será un año de récord en el transporte de viajeros, pues en la conciencia social ya está implantada la necesaria transición energética a modelos más ecológicos, y en Renfe «llevamos muchas décadas trabajando en esta dirección, además de adaptarnos a las necesidades en cada momento que tienen las personas en cuanto a movilidad se refiere», explicó. Félix Pérez-Fajardo compartió en este momento la capacidad de conexión que tiene Global Mobility Call, con 15 sectores presentes, 80 expositores y más de 10.000 visitantes profesionales.
Punto de no retorno
Ante las opiniones negativas que está teniendo en nuestro país la electrificación del parque móvil y las infraestructuras asociadas a los vehículos (estaciones y puntos de carga), Isabel Gorgoso explicó que «estamos en un punto de no retorno» en cuanto al cambio de paradigma en las fuentes de energía y combustibles. Si bien la electrificación ha sido el primer paso, éste no puede ser el único, y la implicación de todos los actores en investigar e implementar otras fuentes de energía limpia es muy necesaria.
Unas fuentes que, sobre todo, apuntan hacia el hidrógeno y el amoniaco como combustibles, como apuntó Francisco Baeza, «aunque no son los únicos», matizaba. Juan José Lillo coincidió con Gorgoso, pero aportó que la inversión, la velocidad de adaptación y las herramientas para potenciar estas nuevas fuentes de energía deben estar ordenadas para lograr un mismo fin: la descarbonización total.
Doble revolución
El ciudadano tiene un gran papel en el juego de la movilidad, que en opinión de Adrián Fernández es una «doble revolución: la tecnológica, que nos hace capaces de adoptar modelos para abandonas los combustibles fósiles, y la cultural , pues hoy ya existe en la sociedad una conciencia por la movilidad sostenible». Para llevar a cabo esta doble revolución es necesario que haya empresas dispuestas a aceptar el reto, explicó Fernández, que matizó que «con la velocidad adecuada, hoy se pueden aplicar muchas nuevas tecnologías».
Esta conciencia social ha hecho que los ciudadanos cambien su percepción de la movilidad. Hoy en día, según opina Baeza, «el medio de transporte más utilizado es aquel que satisface las necesidades del ciudadano en menos tiempo y a un precio más bajo».
Lo que está del todo claro, como comentó Gorgoso, es que en el camino de la movilidad sostenible «no podemos dejar a nadie atrás», por lo que se ve imprescindible que el cambio sea paulatino, pues no siempre es posible comprar un coche eléctrico, o no están implementadas las medidas de electrificación en todas las vías. «Para las zonas urbanas la electrificación es clara», apuntó López, pero no ocurre lo mismo para las grandes distancias.
Borja López aludió en este momento a la necesidad de concienciar a empresas y sociedad que la primera sostenibilidad que debe garantizarse es la económica, que se pueda asumir el cambio. «Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), de aquí a 2030 deberían matricularse 1.300 nuevos autobuses eléctricos al año», y esa es una cifra que no es asumible.
Conclusiones
La mesa de debate se acercaba a su final, y el moderador dejó unos minutos a los ponentes para concluir sus argumentos. Juan José Lillo resumió la «necesidad de que reguladores, administraciones, empresas y ciudadanos trabajen conjuntamente para lograr los objetivos señalados».
Félix Pérez-Fajardo concluyó apuntando a la cada vez más amplia modalidad de fuentes de energía limpias que existen, y terminó apuntando a que «estamos en un proceso de transformación en el que cada cual debe llevar su velocidad de adaptación».
Además, eventos como Global Mobility Call son los escenarios perfectos para debatir y trazas las sinergias que definirán ese futuro al que todos tendemos, pues todos están implicados en ello, desde las administraciones, que quieren crear industria en torno a la movilidad, a las empresas, que pueden aportar soluciones, pasando por los ciudadanos, que son, en definitiva, quienes harán uso de estos modelos de movilidad sostenible y limpia.
Por su parte, Isabel Gorgoso puso el foco en las «nuevas oportunidades que surgen día a día» en cuanto a modelos de negocio en movilidad se refiere. Borja López y Francisco Baeza coincidieron en el argumento de que la movilidad es inherente al ser humano, y como tal, es una buena oportunidad de mejora de la calidad de vida y el progreso de la sociedad.
Por último, Pérez-Fajardo animó a los usuarios que pudieron seguir la mesa redonda por streaming a que se pasaran por Global Mobility Call para poder ver en directo todo lo debatido.
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