Rafa Castaño hizo historia en «Pasapalabra» al llevarse el mayor bote jamás entregado en el concurso: 2.272.000 euros. Fue en 2023 cuando el sevillano completó el Rosco en una sola tanda, dejando sin opciones a su eterno rival, Orestes Barbero, en una de las finales más impactantes del programa. Desde entonces, su vida ha dado un giro radical, alejándose completamente de la televisión y construyendo un futuro que pocos esperaban.
A diferencia de otros ganadores del programa, Rafa ha optado por el anonimato, sin apariciones recurrentes en medios ni entrevistas constantes. No ha vuelto a pisar un plató ni ha participado en ediciones especiales del concurso, a pesar de que muchos esperaban su regreso. En lugar de seguir vinculado a la televisión, el periodista sevillano decidió centrarse en una de sus grandes pasiones: los libros. De hecho, ha cumplido el sueño de abrir su propia librería en Sevilla, algo que ya había manifestado antes de alzarse con el premio.
Sin embargo, su retiro del foco televisivo no ha sido total. Su vida sentimental ha generado interés después de que se hiciera pública su relación con Beatriz Solano, reportera de los informativos de Antena 3. La periodista navarra de 38 años, que cubre temas de Cultura y Sociedad, coincidió con Rafa durante su participación en el concurso, y desde entonces, su relación se ha mantenido en una discreción absoluta.
Solano, a diferencia de Castaño, es más activa en redes sociales, donde comparte imágenes de su vida profesional y personal. Sin embargo, no hay rastro de su pareja en sus publicaciones. Los seguidores no han tardado en notar este detalle y, en más de una ocasión, han comentado en sus fotos preguntándole por su relación. Beatriz, fiel a su carácter reservado en este aspecto, ha evitado responder y ha mantenido la privacidad sobre su vínculo con el exconcursante.
Mientras tanto, Rafa Castaño sigue disfrutando de una vida tranquila, alejado del ruido mediático y centrado en su nueva faceta empresarial. A pesar de las especulaciones sobre un posible regreso a la televisión, él ha preferido mantenerse en la sombra, sin dejarse tentar por la fama que en su momento alcanzó. De vez en cuando su nombre vuelve a aparecer en redes, especialmente cuando el programa reúne a antiguos ganadores, pero él ha dejado claro que su etapa televisiva ha quedado atrás.
Por ahora, el ganador del mayor bote de «Pasapalabra» parece tenerlo claro: su vida está lejos de los focos y más cerca de los libros. Y aunque no aparezca en pantalla, su victoria sigue siendo una de las más recordadas por los seguidores del concurso.
Desde su histórico triunfo en el concurso de Antena 3, el sevillano ha dejado atrás la televisión y ha optado por una vida discreta
Rafa Castaño hizo historia en «Pasapalabra» al llevarse el mayor bote jamás entregado en el concurso: 2.272.000 euros. Fue en 2023 cuando el sevillano completó el Rosco en una sola tanda, dejando sin opciones a su eterno rival, Orestes Barbero, en una de las finales más impactantes del programa. Desde entonces, su vida ha dado un giro radical, alejándose completamente de la televisión y construyendo un futuro que pocos esperaban.
A diferencia de otros ganadores del programa, Rafa ha optado por el anonimato, sin apariciones recurrentes en medios ni entrevistas constantes. No ha vuelto a pisar un plató ni ha participado en ediciones especiales del concurso, a pesar de que muchos esperaban su regreso. En lugar de seguir vinculado a la televisión, el periodista sevillano decidió centrarse en una de sus grandes pasiones: los libros. De hecho, ha cumplido el sueño de abrir su propia librería en Sevilla, algo que ya había manifestado antes de alzarse con el premio.
Sin embargo, su retiro del foco televisivo no ha sido total. Su vida sentimental ha generado interés después de que se hiciera pública su relación con Beatriz Solano, reportera de los informativos de Antena 3. La periodista navarra de 38 años, que cubre temas de Cultura y Sociedad, coincidió con Rafa durante su participación en el concurso, y desde entonces, su relación se ha mantenido en una discreción absoluta.
Solano, a diferencia de Castaño, es más activa en redes sociales, donde comparte imágenes de su vida profesional y personal. Sin embargo, no hay rastro de su pareja en sus publicaciones. Los seguidores no han tardado en notar este detalle y, en más de una ocasión, han comentado en sus fotos preguntándole por su relación. Beatriz, fiel a su carácter reservado en este aspecto, ha evitado responder y ha mantenido la privacidad sobre su vínculo con el exconcursante.
Mientras tanto, Rafa Castaño sigue disfrutando de una vida tranquila, alejado del ruido mediático y centrado en su nueva faceta empresarial. A pesar de las especulaciones sobre un posible regreso a la televisión, él ha preferido mantenerse en la sombra, sin dejarse tentar por la fama que en su momento alcanzó. De vez en cuando su nombre vuelve a aparecer en redes, especialmente cuando el programa reúne a antiguos ganadores, pero él ha dejado claro que su etapa televisiva ha quedado atrás.
Por ahora, el ganador del mayor bote de «Pasapalabra» parece tenerlo claro: su vida está lejos de los focos y más cerca de los libros. Y aunque no aparezca en pantalla, su victoria sigue siendo una de las más recordadas por los seguidores del concurso.
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