Buscar empleo en un mercado laboral cada vez más competitivo puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza si no somos capaces de subrayar nuestras aptitudes como es debido. Desde el principio del proceso debemos aprender a enfrentar el rechazo, pues no siempre podemos ser el aspirante perfecto para todos los puestos, aunque podemos intentarlo. El camino hasta conseguir una entrevista de trabajo es largo y laborioso, pero siempre empieza del mismo modo: enviando un currículum que se puede acompañar por una carta de presentación, documento muy recomendable si queremos causar una buena primera impresión de cara a los reclutadores.
El cambio de tendencia en los procesos de selección también es notable, pues en los últimos años las empresas suelen dar más importancia a competencias “como la resiliencia, la capacidad de aprendizaje continuo y la habilidad para integrar herramientas tecnológicas” en sus tareas diarias, afirma Reyes Suárez, HR team leader de Randstad Professional.
Sin embargo, no hay que confiarse. Contar con las habilidades necesarias no nos asegura un buen puesto, lo que sí nos ayudaría es captar la atención del departamento de recursos humanos con un currículum bien estructurado, claro, conciso y adaptado a la posición deseada, que además destaque nuestros mejores logros y aptitudes. Siempre podemos acompañarlo por una carta de presentación, en la que podemos aprovechar para conectar nuestras competencias con las necesidades de la empresa, aconsejan desde Randstad.
Es más, la carta de presentación no es un simple documento que pase desapercibido, sino que nos ayuda a demostrar el valor que podemos aportar a la compañía y cómo ayudaremos a resolver los desafíos que enfrenta. Aún así, siempre debemos evitar el uso de plantillas genéricas, pues cada carta debe ser personalizada, adaptando el contenido a su misión y valores.
Pasar desapercibido nunca fue una opción
Las entrevistas de trabajo, ese procedimiento que tanto asusta. Es el momento perfecto para demostrar nuestra capacidad de comunicación y conocimiento sobre la empresa, utilizando respuestas claras y destacando experiencias relevantes relacionadas con el sector. Siempre podemos optar por devolver algunas preguntas al entrevistador en una muestra de interés genuino en el rol y la empresa.
Asimismo, y como ya ha destacado Suárez, las habilidades blandas serán imprescindibles para destacar en el mercado laboral de 2025. La comunicación efectiva, tanto verbal como escrita, es fundamental para establecer relaciones sólidas y transmitir ideas de manera clara, además de transmitir nuestra capacidad de trabajar en equipo y para gestionar conflictos, atributos también muy bien valorados.
Pero sobre todo, en un mundo cada vez más tecnológico, las habilidades técnicas siguen manteniéndose como una de las más importantes. Dominar herramientas digitales específicas del sector, tener conocimientos avanzados en tecnologías emergentes y contar con certificaciones relevantes serán aspectos diferenciales.
De este modo, el verdadero aspirante perfecto será aquel que logre un balance entre habilidades técnicas y blandas, una combinación que permite a los profesionales adaptarse a retos complejos y resolver problemas. «El candidato ideal para 2025 no solo destaca por sus conocimientos técnicos y experiencia profesional, sino también por trabajar en su pensamiento crítico y pericia digital, así como por su capacidad de adaptación a entornos laborales exigentes” sentencia Suárez
La clave está en balancear nuestras competencias «blandas» y técnicas de tal modo que ayuden a resolver los desafíos que enfrenta cada empresa
Buscar empleo en un mercado laboral cada vez más competitivo puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza si no somos capaces de subrayar nuestras aptitudes como es debido. Desde el principio del proceso debemos aprender a enfrentar el rechazo, pues no siempre podemos ser el aspirante perfecto para todos los puestos, aunque podemos intentarlo. El camino hasta conseguir una entrevista de trabajo es largo y laborioso, pero siempre empieza del mismo modo: enviando un currículum que se puede acompañar por una carta de presentación, documento muy recomendable si queremos causar una buena primera impresión de cara a los reclutadores.
El cambio de tendencia en los procesos de selección también es notable, pues en los últimos años las empresas suelen dar más importancia a competencias “como la resiliencia, la capacidad de aprendizaje continuo y la habilidad para integrar herramientas tecnológicas” en sus tareas diarias, afirma Reyes Suárez, HR team leader de Randstad Professional.
Sin embargo, no hay que confiarse. Contar con las habilidades necesarias no nos asegura un buen puesto, lo que sí nos ayudaría es captar la atención del departamento de recursos humanos con un currículum bien estructurado, claro, conciso y adaptado a la posición deseada, que además destaque nuestros mejores logros y aptitudes. Siempre podemos acompañarlo por una carta de presentación, en la que podemos aprovechar para conectar nuestras competencias con las necesidades de la empresa, aconsejan desde Randstad.
Es más, la carta de presentación no es un simple documento que pase desapercibido, sino que nos ayuda a demostrar el valor que podemos aportar a la compañía y cómo ayudaremos a resolver los desafíos que enfrenta. Aún así, siempre debemos evitar el uso de plantillas genéricas, pues cada carta debe ser personalizada, adaptando el contenido a su misión y valores.
Pasar desapercibido nunca fue una opción
Las entrevistas de trabajo, ese procedimiento que tanto asusta. Es el momento perfecto para demostrar nuestra capacidad de comunicación y conocimiento sobre la empresa, utilizando respuestas claras y destacando experiencias relevantes relacionadas con el sector. Siempre podemos optar por devolver algunas preguntas al entrevistador en una muestra de interés genuino en el rol y la empresa.
Asimismo, y como ya ha destacado Suárez, las habilidades blandas serán imprescindibles para destacar en el mercado laboral de 2025. La comunicación efectiva, tanto verbal como escrita, es fundamental para establecer relaciones sólidas y transmitir ideas de manera clara, además de transmitir nuestra capacidad de trabajar en equipo y para gestionar conflictos, atributos también muy bien valorados.
Pero sobre todo, en un mundo cada vez más tecnológico, las habilidades técnicas siguen manteniéndose como una de las más importantes. Dominar herramientas digitales específicas del sector, tener conocimientos avanzados en tecnologías emergentes y contar con certificaciones relevantes serán aspectos diferenciales.
De este modo, el verdadero aspirante perfecto será aquel que logre un balance entre habilidades técnicas y blandas, una combinación que permite a los profesionales adaptarse a retos complejos y resolver problemas. «El candidato ideal para 2025 no solo destaca por sus conocimientos técnicos y experiencia profesional, sino también por trabajar en su pensamiento crítico y pericia digital, así como por su capacidad de adaptación a entornos laborales exigentes” sentencia Suárez
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