Nadie del CD Sant Jordi ni de la barriada palmesana olvidarán este miércoles 29 de octubre. Juegan por primera vez en su historia una ronda-la primera- de la Copa del Rey. Saben que Osasuna (19 horas/Movistar) es descaradamente el equipo favorito, pero les da igual. Desde que se clasificaron el 4 de octubre tras ganar al Lourdes a domicilio en la última eliminatoria previa, están ilusionados por jugar el partido que sueñan desde niños. La única nota amarga es que no podrán hacerlo en su estadio, sino a unos diez kilómetros más cerca del núcleo urbano de Palma, en Son Malferit. Nadie del CD Sant Jordi ni de la barriada palmesana olvidarán este miércoles 29 de octubre. Juegan por primera vez en su historia una ronda-la primera- de la Copa del Rey. Saben que Osasuna (19 horas/Movistar) es descaradamente el equipo favorito, pero les da igual. Desde que se clasificaron el 4 de octubre tras ganar al Lourdes a domicilio en la última eliminatoria previa, están ilusionados por jugar el partido que sueñan desde niños. La única nota amarga es que no podrán hacerlo en su estadio, sino a unos diez kilómetros más cerca del núcleo urbano de Palma, en Son Malferit.
Nadie del CD Sant Jordi ni de la barriada palmesana olvidarán este miércoles 29 de octubre. Juegan por primera vez en su historia una ronda-la primera- de la Copa del Rey. Saben que Osasuna (19 horas/Movistar) es descaradamente el equipo favorito, pero les da igual. Desde que se clasificaron el 4 de octubre tras ganar al Lourdes a domicilio en la última eliminatoria previa, están ilusionados por jugar el partido que sueñan desde niños. La única nota amarga es que no podrán hacerlo en su estadio, sino a unos diez kilómetros más cerca del núcleo urbano de Palma, en Son Malferit.
Aun así, habrá un lleno absoluto. Se han vendido las 1.989 entradas disponibles y desde las 19 horas, las gradas se teñirán de rojo para animar a los suyos y para vivir un día inolvidable, de esos que se transmiten de generación en generación. Porque, no hay que olvidarse, el CD Sant Jordi se fundó en 1974 y en toda su historia solo ha disputado una temporada en Tercera Federación. Militan en División de Honor (la antigua Preferente) y llegar a disfrutar de un día así no sucede todos los años. O, en este caso, una vez en la vida.
En ilusión, ganas y entrega Osasuna no les ganará. Los navarros están mejor preparados. Es su profesión. Pero en los días previos al encuentro en el campo del club se respiraba un ambiente especial. Saben que es prácticamente imposible dar la sorpresa, aunque están esperanzados. El éxito es llegar. Y lo han conseguido. En estas cuatro semanas desde que se clasificaron hasta hoy hay un halo difícil de transmitir. No son palabras, sino gestos. Concretamente, miradas. Los aficionados se sienten orgullosos de sus jugadores, han logrado lo imposible, pero todavía siguen soñando.
“¿Y por qué no?”. Este es uno de los mensajes más recurrentes dentro del vestuario del CD Sant Jordi desde que Iván Oliver es el entrenador. “Lo hemos dado durante todos los años que hemos estado juntos. También en las eliminatorias previas a la primera ronda de la Copa del Rey. Somos personas igual que los futbolistas de Osasuna. Como jugadores vivimos realidades diferentes, pero vienen a casa y jugarán en césped artificial, que ellos no están acostumbrados. ¿Por qué no podemos hacer cosas grandes? Es muy complicado, pero tenemos que intentar hacer las cosas bien. Así podemos ganar o perder, pero haciéndolo bien”, asegura el técnico.
“Es una ilusión muy grande poder disputar un partido profesional, que hasta ahora no habíamos jugado ninguno. Es un reto para todos para ver si somos capaces de hacer sufrir a un equipo de Primera División”, explica Oliver, que es entrenador del primer equipo desde 2022.
Una de las decisiones más dolorosas para él será hacer la convocatoria. “Tengo 26 jugadores y todos están disponibles. El problema grande es que tengo que dejar a cuatro fuera y de los restantes habrá seis que no podrán jugar ni un minuto”, cuenta. Será un encuentro complicado: “¿La clave? Que nosotros estemos muy, muy bien y que ellos no tengan el día. Podemos tener dos ocasiones claras y aprovecharlas e intentar aguantar y sufrir. Debemos tener las cosas claras de dónde estamos y lo que nos jugamos”.
El sábado pasado ganaron 4-1 en casa ante el Alcúdia B, ocupan la décima posición en Liga y tienen un partido menos. Oliver tiene claro que este partido de la Copa del Rey es “un premio muy grande”, pero que no deben perder el foco de “competir en Liga”.
Por otra parte, Osasuna llega a Son Malferit tras un inicio irregular. Cayeron el domingo contra el Celta 2-3 y el equipo comienza a crear algunas dudas. Su entrenador, Alessio Lisci, aseguró ayer en rueda de prensa que la Copa del es un “torneo especial y que estamos con ganas de volver a ganar y de hacer un buen partido”.
Admitió que habrá rotaciones para evitar que los titulares se arriesguen a tener lesiones: “Le daremos entrada a jugadores que están teniendo menos participación y a jugadores del filial”. Sobre el CD Sant Jordi, Lisci lo tiene bien estudiado. “Es un equipo que juega con defensa impar y que tiene un delantero, Pedro, que es peligroso, marca muchísimos goles, va casi a tanto por partido en su categoría”, señaló.
“Para ellos no sé si es el partido más importante que han jugado en su vida, pero sí está claro que la motivación que van a tener ellos es tremendamente alta. Además juegan en casa, aunque no sea su campo está cerca y su afición irá, entonces una de las cosas más difíciles es tener el mismo nivel de motivación. Por eso es importante estar muy concentrados”, apuntó.
El CD Sant Jordi está soñando. Será muy difícil, prácticamente imposible, pero creen en su milagro. ¿Y por qué no?
Diario de Mallorca – Deportes
