«Nuestro club debe tener una estructura organizativa que nos proteja como institución y que nos proteja también a todos como propietarios del Real Madrid. Para ello, les confirmo que traeremos a esta Asamblea una propuesta de reorganización societaria del club que asegure nuestro futuro, nos proteja de las amenazas que sufrimos y, ante todo, garantice que los socios seamos propietarios de verdad de nuestro club y de su patrimonio económico». «Nuestro club debe tener una estructura organizativa que nos proteja como institución y que nos proteja también a todos como propietarios del Real Madrid. Para ello, les confirmo que traeremos a esta Asamblea una propuesta de reorganización societaria del club que asegure nuestro futuro, nos proteja de las amenazas que sufrimos y, ante todo, garantice que los socios seamos propietarios de verdad de nuestro club y de su patrimonio económico».
«Nuestro club debe tener una estructura organizativa que nos proteja como institución y que nos proteja también a todos como propietarios del Real Madrid. Para ello, les confirmo que traeremos a esta Asamblea una propuesta de reorganización societaria del club que asegure nuestro futuro, nos proteja de las amenazas que sufrimos y, ante todo, garantice que los socios seamos propietarios de verdad de nuestro club y de su patrimonio económico».
Florentino Pérez pronunció estas palabras en la última Asamblea General del Real Madrid, celebrada el 24 de noviembre del año pasado. Ese día verbalizó en público la voluntad de acometer en el que seguramente sea su último gran proyecto como presidente del club blanco, con un mandato que expira en 2029. Un cambio en el modelo de propiedad que haga compatibles la propiedad social de la entidad con la entrada de inversores externos como financiadores de su actividad.
No está siendo sencillo, porque el objetivo final sería poco menos que obtener la cuadratura del círculo: que los socios del Real Madrid sigan siendo los dueños de la entidad, como ocurre con los clubes deportivos, poniendo en el mercado una parte de la propiedad de la sociedad, como ocurre con las sociedades anónimas deportivas (SAD).

En reuniones con socios compromisarios hace un año, Florentino mencionó el ‘modelo alemán’ o ‘modelo Bayern’. Consiste en que la mayoría accionarial del club se reserva a los socios, abriendo un máximo de 49% a empresas externas y ha servido de inspiración recurrente en el Bernabéu, pero choca con la legislación española, que no prevé un híbrido como ese: o se es un club deportivo, con un voto por socio, o se es una SAD, lo que abre la puerta a que cualquiera pueda hacerse con acciones hasta, ulteriormente, hacerse con el control total de la sociedad.
El ‘modelo Bayern’, muy del gusto del presidente del Real Madrid y sus asesores, choca con las limitaciones de la legislación española
Expertos en derecho societario deportivo consultados por este diario descartan la posibilidad de una sociedad mixta similar a la de clubs de la Bundesliga. Porque a lo que no va a renunciar Florentino Pérez es a la cultura social del Real Madrid, en la que la obtención de la condición de socio no es transferible y solo es adquirible, en la actualidad, para los hijos y nietos de otros socios.
En los despachos del Bernabéu llevan al menos año y medio buscando la vía más adecuada para encajar todas las piezas. El gurú financiero de confianza de Florentino Pérez, Anas Laghrari, es partidario de la creación de una filial mercantil que vehicule ciertas líneas de negocio del club, como adelantó ‘Vozpópuli’. Es decir, que el Real Madrid mantenga su estructura social actual, poniendo en el mercado una parte de su actividad mercantil.

El Real Madrid ya posee una sociedad mercantil, llamada Real Madrid Estadio SL, creada en 2021 para la gestión de diversos aspectos vinculados al Santiago Bernabéu. Esta sociedad, por ejemplo, es a su vez propietaria de Aparcamientos del Santiago Bernabéu SL, creada para la construcción de los parkings cuya adjudicación por parte del Ayuntamiento de Madrid ha sido revocada por la Justicia ya en dos ocasiones.
Ese modelo, en el fondo, no sería muy diferente al que, a trancas y barrancas, ha explorado Joan Laporta en los últimos años para salvar de la quiebra al FC Barcelona. La entidad azulgrana posee las mercantiles Barça Innovation Hub SL, Barça Produccions SL (más conocida como Barça Studios) y Barça Licensing & Merchandising SL (esta última creada en la época de Bartomeu).
Con la venta de una parte minoritaria de estas líneas de negocio, Laporta ha ido obteniendo la financiación que necesitaba para cubrir gastos ordinarios del club y mantener su actividad ordinaria. Es decir, para conseguir ‘palancas’, como se han conocido populares estas operaciones mercantiles del Barça en los últimos años.
El modelo que estudia el Real Madrid guarda similitudes con el utilizado, de manera atropellada, por Laporta en los últimos años
La sensación es que Florentino no pretende tanto la venta inmediata de activos del club como la preparación de la entidad para ese hipotético escenario futuro de necesidad. Es decir, que si el día de mañana el Real Madrid requiriera capital externo para mantener su actividad conservando su competitividad en el mercado, todas las herramientas para conseguirlo estén perfectamente listas llegado ese momento, a diferencia de lo que le viene ocurriendo al Barça.
Hasta ahora, el Real Madrid solo ha recurrido a una operación de ese calibre. Fue la venta a Sixth Street y Legends del 20% del beneficio del negocio del Bernabéu durante 20 años a cambio de 360 millones de euros, que fueron destinados a la construcción del estadio. El negocio en sí (y por supuesto el estadio), no obstante, continúa bajo propiedad íntegra del Madrid.

Todo esto, sin olvidar que la reforma del Bernabéu ha tenido un coste declarado hasta la fecha de unos 1.400 millones de euros, que la explotación de los aparcamientos subterráneos ha sido revocada por la Justicia y que está muy en duda que el campo pueda volver a acoger conciertos en un futuro cercano tras la rebelión de los vecinos de Chamartín.
La obsesión de Florentino, como la de cualquier madridista, es que en el futuro el club siga teniendo la capacidad de ser el mejor equipo del mundo en un contexto de voracidad inversora en la Premier League y de ‘clubs-estado’ como el PSG y el Manchester City. De ahí que en las oficinas del Bernabéu se esté perfilando esta operación, de cara a ser presentada en la próxima asamblea del club, que debería celebrarse en noviembre o a comienzos de diciembre, pero que aún no ha sido convocada.
Diario de Mallorca – Deportes
