El Mallorca sueña a 6.700 kilómetros de casa

Hace tiempo que es un sueño y ahora toca pelear por cumplirlo. No hay ninguna obligación por conquistar la Supercopa de España, y muchos menos hacerlo a unos 6.700 kilómetros de casa, pero es una gran oportunidad en la que la única obligación es quedarse con la conciencia tranquila por haberlo dado todo. Hace tiempo que es un sueño y ahora toca pelear por cumplirlo. No hay ninguna obligación por conquistar la Supercopa de España, y muchos menos hacerlo a unos 6.700 kilómetros de casa, pero es una gran oportunidad en la que la única obligación es quedarse con la conciencia tranquila por haberlo dado todo.  

Hace tiempo que es un sueño y ahora toca pelear por cumplirlo. No hay ninguna obligación por conquistar laSupercopa de España, y muchos menos hacerlo a unos 6.700 kilómetros de casa, pero es una gran oportunidad en la que la única obligación es quedarse con la conciencia tranquila por haberlo dado todo.

Suena a tópico, pero es la realidad a la que se enfrenta el Mallorca en Arabia Saudí a tenor de lo que se le viene por delante, con las semifinales de mañana ante el todopoderoso Real Madrid (20 horas/Movistar) y, si diera la campanada, luchar por el título ante el vencedor del Barcelona-Athletic Club.

La expedición bermellona aterrizó a las 16:42 horas en el gigantesco Aeropuerto Internacional King Abdulariz tras un cómodo vuelo chárter de Air Europa (AE A683) de cuatro horas y media de duración que la plantilla, cuerpo técnico, empleados, autoridades, familiares, periodistas y aficionados llenó, con 330 plazas. Fue un tiempo más que suficiente para descansar, comer o dormir, incluso para algunos cánticos de ánimos al equipo, pero sobre todo para compartir confidencias.

Abdón Prats fue uno de los primeros en entrar al  Hotel Hilton Yeda. | RCDM
Abdón Prats fue uno de los primeros en entrar al Hotel Hilton Yeda. | RCDM

La ilusión por hacer ruido está sobre la mesa y el reciente descalabro de la Copa del Rey en Pontevedra no flotaba en el ambiente. O al menos eso pareció. El propietario y presidente del Mallorca, Andy Kohlberg, acompañado por su esposa, junto a Alfonso Díaz, CEO de Negocios, y Pablo Ortells, director deportivo, fueron los grandes anfitriones de un vuelo en el que el protocolo se rompió rápido. Las charlas animadas, como las de Abdón Prats con su tío Toni Prats, exportero del Mallorca y ahora director insular d’Esports del Consell, llamaron la atención, así como la del conseller del Govern, Jaume Bauzà, con el propio Kohlberg o el alcalde de Palma, Jaime Martínez, con varios aficionados.

Samu Costa y Chiquinho sonríen a su llegada al hotel. | RCDM
Samu Costa y Chiquinho sonríen a su llegada al hotel. | RCDM

Los ‘barralets’ más atrevidos se acercaron a la parte delantera del aparato para fotografiarse con algunos de sus ídolos para después presumir de ello en la trasera. «Darder ha sido muy simpático», destacaba una joven hincha, mientras que otro más mayor se felicitaba por haber conversado con el técnico Jagoba Arrasate.

Además, los más nostálgicos aprovecharon para recordar anécdotas con Chichi Soler, Jovan Stankovic y Vicente Engonga, leyendas del club que han aceptado la invitación para estar presente en el estadio King Abdullah y que levantaron la Supercopa de 1998 en el Camp Nou.

Los aplausos nada más aterrizar transmitieron las ganas de querer pasárselo bien en Arabia Saudí y, sobre todo, de tratar de regresar a la isla el lunes y no el viernes. Los 26 grados ya fueron una buena carta de presentación, pero las risas se multiplicaron cuando nada más salir del avión los jugadores recibieron un collar de flores en el cuello, como si llegaran para disfrutar las vacaciones. El lujoso Hotel Hilton Yeda es el lugar de concentración de un equipo que no está acostumbrado a estos viajes tan largos para jugar un partido. Eso sí, su ilusión es de que sean dos y, si puede ser, con final feliz.

 Diario de Mallorca – Deportes

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