El Mallorca ha conseguido la mitad del objetivo principal de la temporada, la permanencia, en apenas catorce partidos. Los bermellones ocupan la octava posición con veintiún puntos, unos guarismos que garantizan haber logrado la mitad de la puntuación necesaria para salvarse un año más y seguir en Primera División. El Mallorca ha conseguido la mitad del objetivo principal de la temporada, la permanencia, en apenas catorce partidos. Los bermellones ocupan la octava posición con veintiún puntos, unos guarismos que garantizan haber logrado la mitad de la puntuación necesaria para salvarse un año más y seguir en Primera División.
El Mallorca ha conseguido la mitad del objetivo principal de la temporada, la permanencia, en apenas catorce partidos. Los bermellones ocupan la octava posición con veintiún puntos, unos guarismos que garantizan haber logrado la mitad de la puntuación necesaria para salvarse un año más y seguir en Primera División.
El equipo de Jagoba Arrasate está firmando un gran arranque de temporada. Sus seis victorias lo han aupado a la parte alta de la clasificación y con su último triunfo el pasado sábado ante Las Palmas (2–3) reafirma su idea de juego y supera un bache de dos derrotas consecutivas.
Después de que el club palmesano se salvara la temporada pasada en la penúltima jornada, este año todo hace indicar que la hinchada mallorquinista podría celebrar por cuarto curso seguido la permanencia, aunque esta vez con bastante más tiempo de antelación, salvo que se produjera un gran bajón.
Todavía quedan cinco partidos para acabar la primera vuelta y el Mallorca tiene que jugar tres partidos en casa ante el Valencia, Barcelona y Girona; y a domicilio contra el Celta y el Getafe, todos este año antes de jugar los dieciseisavos de la Copa del Rey y de viajar a Arabia Saudí para jugar la Supercopa de España.
Los bermellones están empezando a poner bastante distancia con el descenso, que lo marca el Valencia. El equipo ché cuenta con diez puntos después de doce encuentros –tiene dos partidos aplazados por culpa de la DANA–, por lo que este registro supone que los de Arrasate tengan más del doble de puntos que ellos y mirando arriba se encuentran a solo uno del sexto clasificado, lugar que da acceso a competición continental la campaña siguiente. En este caso, por ahora, a Conference League.
Para curarse en salud, la mayoría de clubes piensan que cuarenta puntos son suficientes para certificar la continuidad en la máxima categoría del fútbol español un año más. De hecho, en los últimos diez cursos solo un equipo bajó con esa cifra, el Valladolid hace dos años.
En las últimas Ligas el precio de la salvación ha bajado. La media de puntos con los que ha bajado el último equipo que desciende en las últimas diez campañas es de 35’2 puntos, un registro del que el equipo de Arrasate solo está a catorce, es decir, con ganar cuatro encuentros y empatar dos le bastaría.
Aunque el último precedente de sumar esas veintiuna unidades en catorce partidos no fue del todo bien. En la temporada 2010/11, el Mallorca ocupaba la séptima plaza con unos guarismos prácticamente idénticos a los actuales –con la excepción de haber marcado y encajado algún gol más– y el club se cayó en la segunda mitad del año. Acabó salvándose ‘in extremis’ en la última jornada en la decimoséptima posición con 44 puntos gracias a la victoria del Valencia frente al Deportivo, que descendió, con dos goles del exfutbolista bermellón Aritz Aduriz.
Hasta en dos ocasiones más se encuentran más precedentes, aunque ambas hace más de veinte años. En el curso 99/00 acabó en el décimo puesto con 51 unidades, mientras que en la temporada 97/98 sí finalizó en posiciones europeas con un magnífico quinto puesto y 60 puntos.
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