El sector del deporte en España no solo es clave para la salud y el bienestar social, sino que también representa un pilar fundamental de la economía. Según estimaciones recientes, el deporte aporta un 3,3% al PIB, con una red de 42.000 empresas y cerca de 250.000 empleos vinculados a esta industria.
En términos de gasto, en 2022 los hogares españoles destinaron más de 6.000 millones de euros al deporte, casi el doble del presupuesto asignado por las Administraciones Públicas, que ascendió a 3.716,4 millones de euros, según el Anuario de Estadísticas Deportivas 2023 del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deporte.
El último número de Panorama Social, publicado por Funcas, dedica un monográfico titulado «Sociedad y deporte: inclusión, globalización y nuevas tecnologías», en el que analiza la transformación del sector deportivo y su creciente peso en la economía española.
En este contexto, el deporte no solo es una fuente de empleo y actividad económica, sino que también se posiciona como un motor de inversión pública y privada. La práctica deportiva en España ha crecido significativamente en las últimas décadas, pasando del 25% en 1980 al 48% en la actualidad. Además, la industria del deporte evoluciona con la digitalización y la aparición de nuevas disciplinas como los e-Sports, que en los últimos años han alcanzado un volumen de negocio de 1.800 millones de dólares a nivel global, consolidándose como un mercado en expansión.
Más allá de su impacto en la economía, el deporte también es un factor clave en la transformación social, con un aumento de la participación de las mujeres y de la población de mayor edad. Sin embargo, el informe también destaca desafíos pendientes, como la persistencia de desigualdades estructurales en el acceso a cargos de liderazgo o la regulación de nuevas formas de práctica deportiva.
El auge del sector deportivo en España confirma su relevancia no solo como un fenómeno social y cultural, sino como un motor de crecimiento económico y empleo, con una industria en constante evolución y con un papel cada vez más relevante en la agenda política y empresarial del país.
Los hogares españoles destinaron más de 6.000 millones de euros al deporte, casi el doble del presupuesto asignado por las Administraciones Públicas, que ascendió a 3.716,4 millones de euros, según Funcas
El sector del deporte en España no solo es clave para la salud y el bienestar social, sino que también representa un pilar fundamental de la economía. Según estimaciones recientes, el deporte aporta un 3,3% al PIB, con una red de 42.000 empresas y cerca de 250.000 empleos vinculados a esta industria.
En términos de gasto, en 2022 los hogares españoles destinaron más de 6.000 millones de euros al deporte, casi el doble del presupuesto asignado por las Administraciones Públicas, que ascendió a 3.716,4 millones de euros, según el Anuario de Estadísticas Deportivas 2023 del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deporte.
El último número de Panorama Social, publicado por Funcas, dedica un monográfico titulado «Sociedad y deporte: inclusión, globalización y nuevas tecnologías», en el que analiza la transformación del sector deportivo y su creciente peso en la economía española.
En este contexto, el deporte no solo es una fuente de empleo y actividad económica, sino que también se posiciona como un motor de inversión pública y privada. La práctica deportiva en España ha crecido significativamente en las últimas décadas, pasando del 25% en 1980 al 48% en la actualidad. Además, la industria del deporte evoluciona con la digitalización y la aparición de nuevas disciplinas como los e-Sports, que en los últimos años han alcanzado un volumen de negocio de 1.800 millones de dólares a nivel global, consolidándose como un mercado en expansión.
Más allá de su impacto en la economía, el deporte también es un factor clave en la transformación social, con un aumento de la participación de las mujeres y de la población de mayor edad. Sin embargo, el informe también destaca desafíos pendientes, como la persistencia de desigualdades estructurales en el acceso a cargos de liderazgo o la regulación de nuevas formas de práctica deportiva.
El auge del sector deportivo en España confirma su relevancia no solo como un fenómeno social y cultural, sino como un motor de crecimiento económico y empleo, con una industria en constante evolución y con un papel cada vez más relevante en la agenda política y empresarial del país.
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