De ser la reina de la noche a ser la de España

La monarquía española no está pasando por su mejor momento o al menos eso parece en la ficción. Prime Video estrena «Su Majestad«, una serie que apuesta por la comedia satírica para retratar una Corona que se tambalea en un contexto de crisis institucional. Con una protagonista descarada, una trama hilarante y un humor afilado, esta comedia se convierte en un soplo de aire fresco dentro de la producción española.

Desde el primer minuto, «Su Majestad» deja claro que no es una serie convencional sobre la monarquía. Su protagonista, Pilar, interpretada magistralmente por Anna Castillo, es todo lo contrario a la heredera perfecta: frívola, altiva y completamente desinteresada en las responsabilidades reales. Le interesa más la moda, las fiestas y su carrera como DJ que el trono, y no tiene reparos en demostrarlo. Pero cuando su padre, el rey Alfonso XIV (Pablo Derqui), se ve obligado a retirarse de la vida pública por un escándalo, la joven se convierte en la inesperada regente del país.

El mayor acierto de esta comedia es sin duda la química entre Anna Castillo y Ernesto Alterio. Él interpreta a Alberto, el estricto y serio secretario real, cuya misión es convertir a Pilar en una digna representante de la monarquía. La dinámica entre ambos es la espina dorsal de la serie: el choque entre la rebeldía de Pilar y la disciplina de Alberto da lugar a momentos desternillantes, pero también a una evolución en la que se forja una amistad sincera. Anna Castillo brilla en cada escena, dotando a Pilar de una mezcla de carisma y torpeza que la hacen inolvidable. Ernesto Alterio, por su parte, aporta el contrapunto perfecto con su interpretación sobria y contenida. Su personaje, inicialmente rígido y protocolario, se va adaptando a la locura de Pilar, creando una relación que podría recordar a las grandes duplas cómicas del cine clásico.

En otro orden de cosas, uno de los aspectos más interesantes de «Su Majestad» es su capacidad para criticar sin convertirse en un panfleto político. No se trata de una burla exclusiva a la monarquía, sino a toda la estructura del poder en España. La serie ridiculiza a los medios de comunicación, a la Justicia, a la política y a la hipocresía institucional con una precisión quirúrgica. La escena inicial, con Pilar enfrentándose a una final de la Copa del Rey y el protocolo de la Casa Real intentando controlar el volumen del himno para tapar los abucheos, es una declaración de intenciones. A lo largo de los siete episodios, se suceden situaciones que recuerdan demasiado a la realidad: jueces que manipulan la Justicia en favor de la Corona, artistas encarcelados por injurias, un príncipe que decide abandonar la familia real y escribir un libro explosivo… Borja Cobeaga y Diego San José, creadores de la serie y responsables de éxitos como «Ocho apellidos vascos» y «Celeste«, han demostrado una vez más su talento para combinar el humor con la crítica social. No buscan blanquear a la monarquía ni destruirla, sino exponer su absurdo a través de una sátira que se ríe de todos por igual. «La serie tiene un equilibrio que está muy bien. Hay un punto donde el humor es algo sano, es un síntoma de madurez como sociedad y persona«, apunta Alterio, destacando el equilibrio que logra la serie.

El guion de «Su Majestad» está lleno de diálogos afilados y situaciones cómicas brillantes. Sin embargo, en algunos momentos la serie parece quedarse sin ideas y recurre a situaciones algo repetitivas o exageradas. Hay tramas que se alargan más de la cuenta, y algunos episodios pueden sentirse un poco planos en comparación con otros. Aun así, la serie logra mantener el interés gracias a su ritmo ágil y su formato de episodios de 30 minutos, lo que la convierte en una opción perfecta para un maratón. Además, la cantidad de referencias a la actualidad, tanto de la monarquía española como de otras casas reales europeas, añade un valor extra para los espectadores más atentos. «La gente va a encontrar referencias a la actualidad, pero no solo a la monarquía española sino de otras monarquías europeas«, asegura Castillo.

Una comedia que no se corta ni un pelo

«Su Majestad» es una serie atrevida, divertida y necesaria. No pretende cambiar la visión de nadie sobre la monarquía ni dar lecciones morales, pero sí ofrece una mirada fresca y mordaz sobre el poder en España. Con un reparto en estado de gracia, un guion lleno de momentos brillantes y una sátira que no deja títere con cabeza, la serie de Prime Video se posiciona como una de las comedias más destacadas del 2025.

 

Si se busca una ficción ligera pero con fondo, que haga reír mientras invita a reflexionar sobre la realidad, «Su Majestad» es la elección perfecta. Porque, al final del día, la ficción puede parecer exagerada, pero como bien nos recuerda la serie, muchas veces la realidad la supera.

 Prime Video estrena «Su Majestad», una comedia que habla en siete capítulos sobre la monarquía actual de forma satírica  

La monarquía española no está pasando por su mejor momento o al menos eso parece en la ficción. Prime Video estrena «Su Majestad«, una serie que apuesta por la comedia satírica para retratar una Corona que se tambalea en un contexto de crisis institucional. Con una protagonista descarada, una trama hilarante y un humor afilado, esta comedia se convierte en un soplo de aire fresco dentro de la producción española.

Desde el primer minuto, «Su Majestad» deja claro que no es una serie convencional sobre la monarquía. Su protagonista, Pilar, interpretada magistralmente por Anna Castillo, es todo lo contrario a la heredera perfecta: frívola, altiva y completamente desinteresada en las responsabilidades reales. Le interesa más la moda, las fiestas y su carrera como DJ que el trono, y no tiene reparos en demostrarlo. Pero cuando su padre, el rey Alfonso XIV (Pablo Derqui), se ve obligado a retirarse de la vida pública por un escándalo, la joven se convierte en la inesperada regente del país.

Ernesto Alterio y Anna Castillo en "Su Majestad"

El mayor acierto de esta comedia es sin duda la química entre Anna Castillo y Ernesto Alterio. Él interpreta a Alberto, el estricto y serio secretario real, cuya misión es convertir a Pilar en una digna representante de la monarquía. La dinámica entre ambos es la espina dorsal de la serie: el choque entre la rebeldía de Pilar y la disciplina de Alberto da lugar a momentos desternillantes, pero también a una evolución en la que se forja una amistad sincera. Anna Castillo brilla en cada escena, dotando a Pilar de una mezcla de carisma y torpeza que la hacen inolvidable. Ernesto Alterio, por su parte, aporta el contrapunto perfecto con su interpretación sobria y contenida. Su personaje, inicialmente rígido y protocolario, se va adaptando a la locura de Pilar, creando una relación que podría recordar a las grandes duplas cómicas del cine clásico.

Escena de la serie "Su Majestad"

En otro orden de cosas, uno de los aspectos más interesantes de «Su Majestad» es su capacidad para criticar sin convertirse en un panfleto político. No se trata de una burla exclusiva a la monarquía, sino a toda la estructura del poder en España. La serie ridiculiza a los medios de comunicación, a la Justicia, a la política y a la hipocresía institucional con una precisión quirúrgica. La escena inicial, con Pilar enfrentándose a una final de la Copa del Rey y el protocolo de la Casa Real intentando controlar el volumen del himno para tapar los abucheos, es una declaración de intenciones. A lo largo de los siete episodios, se suceden situaciones que recuerdan demasiado a la realidad: jueces que manipulan la Justicia en favor de la Corona, artistas encarcelados por injurias, un príncipe que decide abandonar la familia real y escribir un libro explosivo… Borja Cobeaga y Diego San José, creadores de la serie y responsables de éxitos como «Ocho apellidos vascos» y «Celeste«, han demostrado una vez más su talento para combinar el humor con la crítica social. No buscan blanquear a la monarquía ni destruirla, sino exponer su absurdo a través de una sátira que se ríe de todos por igual. «La serie tiene un equilibrio que está muy bien. Hay un punto donde el humor es algo sano, es un síntoma de madurez como sociedad y persona«, apunta Alterio, destacando el equilibrio que logra la serie.

Escena de la serie "Su Majestad"

El guion de «Su Majestad» está lleno de diálogos afilados y situaciones cómicas brillantes. Sin embargo, en algunos momentos la serie parece quedarse sin ideas y recurre a situaciones algo repetitivas o exageradas. Hay tramas que se alargan más de la cuenta, y algunos episodios pueden sentirse un poco planos en comparación con otros. Aun así, la serie logra mantener el interés gracias a su ritmo ágil y su formato de episodios de 30 minutos, lo que la convierte en una opción perfecta para un maratón. Además, la cantidad de referencias a la actualidad, tanto de la monarquía española como de otras casas reales europeas, añade un valor extra para los espectadores más atentos. «La gente va a encontrar referencias a la actualidad, pero no solo a la monarquía española sino de otras monarquías europeas«, asegura Castillo.

Una comedia que no se corta ni un pelo

«Su Majestad» es una serie atrevida, divertida y necesaria. No pretende cambiar la visión de nadie sobre la monarquía ni dar lecciones morales, pero sí ofrece una mirada fresca y mordaz sobre el poder en España. Con un reparto en estado de gracia, un guion lleno de momentos brillantes y una sátira que no deja títere con cabeza, la serie de Prime Video se posiciona como una de las comedias más destacadas del 2025.

Si se busca una ficción ligera pero con fondo, que haga reír mientras invita a reflexionar sobre la realidad, «Su Majestad» es la elección perfecta. Porque, al final del día, la ficción puede parecer exagerada, pero como bien nos recuerda la serie, muchas veces la realidad la supera.

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