«Cuanto más digital es el mundo, más nos fascina el papel» Silvia Hijano Fundadora de Libracos

Con raíces que se remontan a generaciones de impresores y encuadernadores, a Silvia Hijano las historias de su infancia, impregnadas del aroma a tinta y papel, despertaron su fascinación por el mundo editorial. El punto de inflexión llegó en 2004, cuando descubrió la escuela-taller de encuadernación artesanal del Palacio Real de Madrid. Este encuentro fortuito marcó el inicio de lo que hoy es Libracos, un proyecto que fusiona la tradición artesanal con la innovación tecnológica.

¿Qué significa el premio para usted y para Libracos?

Me siento muy dichosa y emocionada. El reconocimiento al trabajo y las ideas es un impulso enorme. Además, me gusta mucho ver cómo la innovación ya no solo está vinculada a la tecnología. Se puede innovar desde oficios tan antiguos como el mío y además se valora y premia.

Para Libracos también supone un paso importante ya que le da una enorme visibilidad y, por tanto, años de vida. Como artesana me gustaría encerrarme en el taller a doblar papel, pero como emprendedora entiendo que en la exposición siempre está el avance.

Forma parte de la Aceleradora Cultural de EAE Madrid con la Comunidad de Madrid ¿Le ha ayudado a gestionar y hacer crecer Libracos?

Es sin duda uno de los hitos que tengo que señalar en este mapa de viaje de Libracos. Me ha ayudado a profesionalizar muchos procesos, pero sobre todo a tener una red de apoyo increíble. Da mucha fuerza ver cómo profesionales de todos los ámbitos te dan su apoyo, visión e ideas. De hecho, tengo la cabeza llena de nuevas ideas.

He llegado a un cruce donde salen cientos de caminos y personas que me pueden acompañar en él. Muchas veces uno necesita ponerle nombre o sentido a algo que ya hace, o adentrarse y llamar a puertas que antes ni sabía que existían.

La Aceleradora Cultura de EAE Madrid ha sido y es una puerta abierta constante a nuevos lugares y personas.

Libracos se define como un «atelier dedicado a contar historias a través del papel». ¿Qué tiene el papel que lo convierte en un medio tan especial?

Estamos en un momento en el que recibimos cientos de estímulos por segundo, cada vez nos cuesta más conectar. Buscamos, comparamos, opinamos y saltamos de una cosa a otra. Y de repente, llega algo que nos emociona… nos vincula y que nos hace viajar. Los libros y el papel son una fábrica de recuerdos que nos transporta a lugares donde hemos sido felices; activan nuestros sentidos y nos siguen sorprendiendo y emocionando. Cuanto más digital es el mundo, más nos fascina el papel. No solo nos engancha a esas generaciones que

crecimos con poca tecnología, también lo hace con los más jóvenes.

Hay una conexión directa que nos hace querer ser narradores de nuestra propia historia. Los libros pop-up tienen algo muy atrayente: es nuestra energía al abrir las páginas la que hace que la historia comience.

El libro es para mí el mejor invento de la humanidad y está claro que perdura desde hace tantos siglos y perdurará porque e gancha a esas generaciones que crecimos con poca tecnología, también lo hace con los más jóvenes. Hay una conexión directa que nos hace querer ser narradores de nuestra propia historia. Los libros pop-up tienen algo muy atrayente: es nuestra energía al abrir las páginas la que hace que la historia comience.

El libro es para mí el mejor invento de la humanidad y está claro que perdura desde hace tantos siglos y perdurará porque e algo que va completamente unido a nosotros y a nuestra forma de relacionarnos, transmitir ideas o vivir fantasías.

¿Cómo logran ese equilibrio entre tradición e innovación?

El equilibrio está en no tener miedo. Hay que despojarse de las cosas y no sentir que somos únicos. La máquina no está haciendo mi trabajo. Es una herramienta más. Gracias a esto puedo dar un acabado espectacular al larguísimo trabajo artesano que conllevan las ingenierías en papel y la encuadernación.

Trabaja con grandes marcas y lanzas Campus Pop-Up, una plataforma de formación en técnicas de dimensión. ¿Qué te motivó y qué esperas?

En la pandemia salió el primero de mis cursos online y a día de hoy tengo más de 100.000 alumnos en todo el mundo. Por eso he decidido crear mi propia plataforma que verá la luz en junio de este año. Quiero que sea un lugar donde compartir, descubrir y no solo formarse en cuestiones técnicas concretas sino también adentrarse en el maravilloso mundo de contar historias a través del papel.

Además de para aficionados y curiosos, será un campus virtual especializado en técnicas en dimensión para fomentar las capacidades de profesionales dedicados a la creatividad y la enseñanza.

Los oficios desaparecen por la falta de innovación y porque los maestros han tenido miedo a contar todo lo que sabían a sus aprendices por miedo a la competencia.

Los libros, crear cosas bonitas y sentirse realizado con lo que se hace están muy por encima de las competencias y los egos.

En un mundo cada vez más digital, ¿cuál es el futuro del papel y cómo puede Libracos seguir reinventándose?

Es complicado, pero creo se aumentará aún más el control del consumo de papel para salvaguardar las producciones. Seguirá plantando cara a cualquier invento digital que se precie.

Libracos se seguirá adaptando a los tiempos. Llevo así 17 años y espero estar muchos más. Me gusta hacer libros y contar. Lo haré de la manera que mejor se adapte. Si alguien hubiera venido del futuro a ese octubre de 2008 cuando empecé con Libracos a decirme todo lo que ha sucedido hasta ahora, le hubiera creído sin dudar que todo esto iba a suceder. Los libros nos llevan a muchos lugares y en mi caso no solo a descubrir historias sino también a poder contarlas.

 Su empresa se ha alzado como Startup más Creativa en Técnicas Tradicionales de los IV Premios de La Razón  

Con raíces que se remontan a generaciones de impresores y encuadernadores, a Silvia Hijano las historias de su infancia, impregnadas del aroma a tinta y papel, despertaron su fascinación por el mundo editorial. El punto de inflexión llegó en 2004, cuando descubrió la escuela-taller de encuadernación artesanal del Palacio Real de Madrid. Este encuentro fortuito marcó el inicio de lo que hoy es Libracos, un proyecto que fusiona la tradición artesanal con la innovación tecnológica.

¿Qué significa el premio para usted y para Libracos?

Me siento muy dichosa y emocionada. El reconocimiento al trabajo y las ideas es un impulso enorme. Además, me gusta mucho ver cómo la innovación ya no solo está vinculada a la tecnología. Se puede innovar desde oficios tan antiguos como el mío y además se valora y premia.

Para Libracos también supone un paso importante ya que le da una enorme visibilidad y, por tanto, años de vida. Como artesana me gustaría encerrarme en el taller a doblar papel, pero como emprendedora entiendo que en la exposición siempre está el avance.

Forma parte de la Aceleradora Cultural de EAE Madrid con la Comunidad de Madrid ¿Le ha ayudado a gestionar y hacer crecer Libracos?

Es sin duda uno de los hitos que tengo que señalar en este mapa de viaje de Libracos. Me ha ayudado a profesionalizar muchos procesos, pero sobre todo a tener una red de apoyo increíble. Da mucha fuerza ver cómo profesionales de todos los ámbitos te dan su apoyo, visión e ideas. De hecho, tengo la cabeza llena de nuevas ideas.

He llegado a un cruce donde salen cientos de caminos y personas que me pueden acompañar en él. Muchas veces uno necesita ponerle nombre o sentido a algo que ya hace, o adentrarse y llamar a puertas que antes ni sabía que existían.

La Aceleradora Cultura de EAE Madrid ha sido y es una puerta abierta constante a nuevos lugares y personas.

Libracos se define como un «atelier dedicado a contar historias a través del papel». ¿Qué tiene el papel que lo convierte en un medio tan especial?

Estamos en un momento en el que recibimos cientos de estímulos por segundo, cada vez nos cuesta más conectar. Buscamos, comparamos, opinamos y saltamos de una cosa a otra. Y de repente, llega algo que nos emociona… nos vincula y que nos hace viajar. Los libros y el papel son una fábrica de recuerdos que nos transporta a lugares donde hemos sido felices; activan nuestros sentidos y nos siguen sorprendiendo y emocionando. Cuanto más digital es el mundo, más nos fascina el papel. No solo nos engancha a esas generaciones que

crecimos con poca tecnología, también lo hace con los más jóvenes.

Hay una conexión directa que nos hace querer ser narradores de nuestra propia historia. Los libros pop-up tienen algo muy atrayente: es nuestra energía al abrir las páginas la que hace que la historia comience.

El libro es para mí el mejor invento de la humanidad y está claro que perdura desde hace tantos siglos y perdurará porque e gancha a esas generaciones que crecimos con poca tecnología, también lo hace con los más jóvenes. Hay una conexión directa que nos hace querer ser narradores de nuestra propia historia. Los libros pop-up tienen algo muy atrayente: es nuestra energía al abrir las páginas la que hace que la historia comience.

El libro es para mí el mejor invento de la humanidad y está claro que perdura desde hace tantos siglos y perdurará porque e algo que va completamente unido a nosotros y a nuestra forma de relacionarnos, transmitir ideas o vivir fantasías.

¿Cómo logran ese equilibrio entre tradición e innovación?

El equilibrio está en no tener miedo. Hay que despojarse de las cosas y no sentir que somos únicos. La máquina no está haciendo mi trabajo. Es una herramienta más. Gracias a esto puedo dar un acabado espectacular al larguísimo trabajo artesano que conllevan las ingenierías en papel y la encuadernación.

Trabaja con grandes marcas y lanzas Campus Pop-Up, una plataforma de formación en técnicas de dimensión. ¿Qué te motivó y qué esperas?

En la pandemia salió el primero de mis cursos online y a día de hoy tengo más de 100.000 alumnos en todo el mundo. Por eso he decidido crear mi propia plataforma que verá la luz en junio de este año. Quiero que sea un lugar donde compartir, descubrir y no solo formarse en cuestiones técnicas concretas sino también adentrarse en el maravilloso mundo de contar historias a través del papel.

Además de para aficionados y curiosos, será un campus virtual especializado en técnicas en dimensión para fomentar las capacidades de profesionales dedicados a la creatividad y la enseñanza.

Los oficios desaparecen por la falta de innovación y porque los maestros han tenido miedo a contar todo lo que sabían a sus aprendices por miedo a la competencia.

Los libros, crear cosas bonitas y sentirse realizado con lo que se hace están muy por encima de las competencias y los egos.

En un mundo cada vez más digital, ¿cuál es el futuro del papel y cómo puede Libracos seguir reinventándose?

Es complicado, pero creo se aumentará aún más el control del consumo de papel para salvaguardar las producciones. Seguirá plantando cara a cualquier invento digital que se precie.

Libracos se seguirá adaptando a los tiempos. Llevo así 17 años y espero estar muchos más. Me gusta hacer libros y contar. Lo haré de la manera que mejor se adapte. Si alguien hubiera venido del futuro a ese octubre de 2008 cuando empecé con Libracos a decirme todo lo que ha sucedido hasta ahora, le hubiera creído sin dudar que todo esto iba a suceder. Los libros nos llevan a muchos lugares y en mi caso no solo a descubrir historias sino también a poder contarlas.

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