¿Cómo saber si estás enganchado al móvil?

La celebración en Barcelona del MWC, el congreso mundial de móviles, es un escaparate internacional de tecnología, avances, propuestas, nuevas empresas y oportunidades de negocio. Al mismo tiempo, la omnipresencia del móvil y la tecnología han abierto un debate sobre el uso racional de las pantallas y, en especial, de las aplicaciones. Dominica Díez es una de las profesionales con más experiencia al respecto y que ha detectado como se amplían las adicciones a cuestiones como las criptomonedas y la bolsa de valores, en los adultos. La celebración en Barcelona del MWC, el congreso mundial de móviles, es un escaparate internacional de tecnología, avances, propuestas, nuevas empresas y oportunidades de negocio. Al mismo tiempo, la omnipresencia del móvil y la tecnología han abierto un debate sobre el uso racional de las pantallas y, en especial, de las aplicaciones. Dominica Díez es una de las profesionales con más experiencia al respecto y que ha detectado como se amplían las adicciones a cuestiones como las criptomonedas y la bolsa de valores, en los adultos.  

La celebración en Barcelona del MWC, el congreso mundial de móviles, es un escaparate internacional de tecnología, avances, propuestas, nuevas empresas y oportunidades de negocio. Al mismo tiempo, la omnipresencia del móvil y la tecnología han abierto un debate sobre el uso racional de las pantallas y, en especial, de las aplicaciones. Dominica Díez es una de las profesionales con más experiencia al respecto y que ha detectado como se amplían las adicciones a cuestiones como las criptomonedas y la bolsa de valores, en los adultos.

Han empezado a llegar casos de personas adictas a la bolsa y de trading con criptomonedas

«Han empezado a llegar casos de personas adictas a la bolsa, que siguen el mismo patrón de adicción que el juego con apuestas. Y también casos de trading con criptomonedas», explica Díez, Doctora en Psicología, psicóloga clínica responsable de la Unidad de Adicciones Comportamentales de la Fundació Althaia. «Se trata en ambos casos de decisiones rápidas con muchas fluctuaciones, que te obligan a estar permanentemente conectados y atentos«. Se trata, en este caso, «de poner conciencia y horarios para afrontar la ansiedad sin recaer en la conducta problema».

Un argumento habitual de los adultos es que necesitan el móvil para trabajar. «Empiezan a llegar casos de adultos que no se pueden desenganchar del móvil, que están demasiado pendientes, que dejan de ir a pasear para mirar cosas por Instagram», explica Díez. Existen casos en los que durante el horario laboral se miran contenidos de ocio a través de la pantalla. «Aquí una de las claves es ponerse un horario», indica la psicóloga.

Díez recuerda que la actual clasificación de enfermedades mentales (fijada en el DSM-V y en el CIE10) solo se recogen dos tipos de adicciones tecnológicas: la ludopatía -el juego online o presencial- y el trastorno por uso de videojuegos. Pero la lista podría ampliarse, explica esta profesional con base en su experiencia. Por ejemplo, los adultos adictos a las redes sociales, a recibir mensajes en Instagram, o a las compras online. Y, por supuesto, también, al sexo online.

Los expertos como esta psicóloga distinguen entre dos tipos de tratamiento, dos tipos de adicción. Cuando se trata de un caso que interfiere claramente en la vida cotidiana y la estabilidad, como es el caso del juego online. Ahí el trabajo pasa por suprimir del todo la conexión a estas aplicaciones.

Se trata de desarrollar recursos personales para afrontar la ansiedad sin recaer en la conducta problema

Como con la abstinencia total del alcohol y el tabaco. La otra adicción, por ejemplo la de la compra online, ha de ser regulada, para lograr que algo necesario en la vida cotidiana -hacer compras- se pueda llevar a cabo de forma ordenada

El mecanismo de adicción a las pantallas y al móvil -a las aplicaciones, para ser más exacto- «consiste en ayudar a tolerar la ansiedad que genera no seguir enganchado, y desarrollar recursos personales para afrontar la ansiedad sin recaer en la conducta problema, como quien quiere fumar y ya no fuma, existen técnicas psicológicas a aplicar para tener otras conductas que aporten bienestar», explica Díez. Lo interesante es saber que esa ansiedad -necesidad de mirar el móvil, comprar, jugar online- dura un minuto, «porque cuando la cabeza se focaliza en otra cosa diferente, las ganas se van«.

¿Es como la adicción a la cocaína, como apuntan algunos conferenciantes? «Es una comparación bestia, porque no todo es adicción ni pasa la misma factura en la salud de las personas», responde la psicóloga. Si existe un mecanismo cerebral: el ansia irresistible de llevar a cabo una conducta.

Díez cree fundamental que en cada hogar se establezca un plan digital familiar. Por ejemplo, para decidir si vale la pena tener la tele encendida si no se ve. O para que los adultos den ejemplo y si usan el móvil por trabajo lo hagan sentados en la mesa o en el despacho, no en el sofá».

La psicóloga lanza una propuesta para el Mobile: «Debería haber un ‘stand’ sobre control parental, sobre los mecanismos adictivos de determinadas aplicaciones, con información, porque cada vez hay más investigación sobre la manera con la que la gente se engancha a determinadas aplicaciones, diseñadas para ello; deberíamos recordar que a determinadas edades no es adecuado usar ciertas aplicaciones, que pueden generar problemas en mentes inmaduras a las que se les genera una aceleración que no les corresponde y provoca falta de interés por cosas propias de la edad».

Muchas aplicaciones se basan en el refuerzo intermitente como en las máquinas tragaperras, esto es lo más adictivo

El problema, recuerda Díez, no es la tecnología en sí misma porque existen aplicaciones útiles con finalidades terapéuticas, con beneficios a nivel neurocognitivo. «Pero en las aplicaciones adictivas, se basan en el refuerzo intermitente, que se investigó en los 50 y consisten en que a veces hay notificaciones interesantes y a veces no, como en las máquinas tragaperras esto es lo más adictivo, es cuando segregamos dopamina, por la expectativa, y necesitamos este refuerzo para conseguir estar normales», describe la experta.

 El Periódico de Aragón – Tecnología 

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