Dani Benítez concedió una entrevista a ‘Salvados’ donde explicaba cómo fue su calvario tras dar positivo en cocaína y tener que dejar la Primera División. El protagonista del programa de ‘Gonzo’ explicó lo dura que fue su infancia en su casa y la salvación que supuso el fútbol para él. Dani Benítez concedió una entrevista a ‘Salvados’ donde explicaba cómo fue su calvario tras dar positivo en cocaína y tener que dejar la Primera División. El protagonista del programa de ‘Gonzo’ explicó lo dura que fue su infancia en su casa y la salvación que supuso el fútbol para él.
Dani Benítez concedió una entrevista a ‘Salvados’ donde explicaba cómo fue su calvario tras dar positivo en cocaína y tener que dejar la Primera División. El protagonista del programa de ‘Gonzo’ explicó lo dura que fue su infancia en su casa y la salvación que supuso el fútbol para él.
En la siguiente campaña (2002-03), ascendió al primer equipo cadete, logrando los títulos de campeón de Mallorca y Baleares. Ese mismo año debutó con el equipo juvenil en División de Honor y fue convocado para la selección española Sub-16.
En su primer año como juvenil, jugó en la División de Honor y participó en varios encuentros con la Selección Balear y la selección española, con la que ganó el prestigioso Trofeo Atlántico. En la temporada 2004-05, continuó con el juvenil en División de Honor y debutó con el Mallorca B en Segunda División B. Además, siguió representando a las selecciones y esta última con la que se coronó campeón de España.
Durante la temporada 2005-06, aunque todavía en edad juvenil, pasó a formar parte del filial en Tercera División. El equipo terminó la temporada en segunda posición, pero no consiguió el ascenso. En la campaña 2006-07, Dani repitió con el Mallorca B en Tercera División. A pesar de que el filial nuevamente quedó en el segundo lugar, no logró concretar el ascenso de categoría.
En verano de 2009 fue contratado por el Udinese Calcio de la Serie A Italiana para después ser cedido al Granada CF, donde el jugador balear consiguió hacer ascender al equipo de Segunda División B a la Segunda División en la temporada 2009-2010. En 2010 su madre fallece debido a un cáncer, un episodio que cambiaría su vida por completo. En su honor, se hizo un tatuaje de un payaso triste y antes de cada partido iba al Cementerio de San José a recordarla a ella y a algunos amigos.
Benítez debutó con Granada Club de Fútbol en la Primera División de España el 27 de agosto del 2011 contra el Real Betis Balompié. En esa temporada Benítez tuvo cierto protagonismo en el equipo y el Granada C.F. consiguió la permanencia en la última jornada. Durante estas próximas tres temporadas Benítez tuvo problemas con varios entrenadores y apenas estaba convocado en los partidos
No fue convocado hasta que el 16 de febrero de 2014 regresó al terreno de juego tras casi 4 meses de inactividad debido a problemas físicos y decisiones técnicas, en un partido contra el Real Betis Balompié en Los Cármenes. En el minuto 79, con 1-0 a favor del Granada, el árbitro mostró a Benítez la roja directa.
Este partido sería su último encuentro en primera división. Tras el partido Benítez fue sometido a un test rutinario, dos semanas después salieron a la luz los resultados; Dani dio positivo en cocaína y el Granada comunicó que, tras finalizar esa temporada, rescindiría el contrato con el jugador. Finalmente, pasó por varios equipos en Tercera División de Mallorca, como el Poblense o el propio Constància, equipo de la ciudad de Inca.
El jugador mallorquín Dani Benítez desarrolló su carrera profesional en algunos equipos de la isla empezando por el pueblo donde nació, Lloseta. El pueblo de apenas 6.000 habitantes es un municipio que se encuentra en la comarca del Raiguer. El Llosetense, equipo del municipio con gran tradición, es uno de los equipos que milita en Tercera División del fútbol balear.
Fronterizo con uno de los municipios con más habitantes, el jugador se trasladó a vivir a los 10 años a Inca y jugó en el Juventud Sallista, uno de los tres equipos que existían en el municipio donde estuvo dos años antes de dirigirse al Real Mallorca en temporada 2001-02 donde Dani actuó con el Mallorca B de cadetes.
«»Los recuerdos que tengo no son del todo buenos. Mi padre no se ha llevado siempre bien con mi madre. Él trabajaba en los hoteles; ella tuvo algunos negocios en algún bar… En invierno, cuando mi padre estaba en casa, recuerdo muchas peleas entre ellos. Era un infierno», expresó.
El balear contó además cómo se sentía él: «Ese cariño de una pareja que se transmite a un hijo ni lo he tenido ni lo he vivido. Me quedaban dos semanas para cumplir los 16 años y me fui de casa por la mala relación que tenía con mi padre. Tuvimos una discusión muy fuerte… y no volví a casa».
Diario de Mallorca – Deportes