Algo huele a podrido en Beachwood Island

Érase una vez un cuento de hadas en el que una extensa familia real, con su rey, reina, príncipes, princesas y toda la corte, vivía en su castillo de Beechwood Island. La magia, la paz y la armonía reinaban por todas partes hasta que las luchas por el poder y el dinero acabaron mal para todos. Prime Video estrena hoy la serie «Éramos mentirosos» («We Were Liars»), serie de televisión estadounidense basada en la novela homónima de E. Lockhart, publicada en 2014, y que sigue la historia de una familia adinerada repleta de secretos, mentiras y una tragedia que en un solo verano hará temblar todo su mundo.

La historia sigue a Cadence Sinclair Eastman (Emily Alyn Lind), una joven de 17 años perteneciente a la poderosa familia Sinclair, que pasa cada verano en la isla privada de su abuelo, frente a la costa de Massachusetts, Beachwood Island. Junto a sus primos y su amigo (Gat Shubham Maheshwari), forman un grupo apodado «los Mentirosos». El verano en que Cadence cumple 15 años, sufre un misterioso accidente que cambia su vida y la de su familia para siempre. A partir de ese momento, la joven intenta reconstruir lo sucedido entre recuerdos fragmentados y secretos que todos parecen ocultar. La serie oculta, bajo la apariencia de una serie ñoña de adolescentes enamoradizos, un thriller lleno de suspense y misterio con muchas incógnitas. Sin embargo, no engaña y, desde el comienzo, vemos escenas de una persona tirada y abandonada en una playa, de noche, mientras comienza la narración con voz en off e identificamos a Cadence: «Algo terrible me pasó el verano pasado y no sé ni quién ni por qué me hicieron daño». El llamado grupo de los mentirosos lo forman Cadence, Gat, hijo del novio de una de sus tías, y los dos primos, la alocada Mirren Sinclair (Esther McGregor) y Johnny Sinclair (Joseph Zada), todos unidos en una piña e incluso alejados de los adultos. Tienen su propio código, respetan sus maneras de ser y comparten cosas íntimas, gracias a juegos, que no revelan a nadie más.

Por otro lado, esta relación a cuatro podría irse al traste porque la complicidad entre Gat y Cadence parece transformarse en algo más íntimo, incluso con el amor como protagonista. El acercamiento de estos dos, intentando hablar a solas de sus sentimientos, causará un cisma que provocará que los primos queden aparte. Los adultos tienen su propio espacio y también sus propios conflictos. El cabeza de familia, el abuelo, es Harris Sinclair (David Morse), tradicional y juguetón, pero con bastante mal genio. Su mujer, Tipper (Wendy Crewson), representa la imagen de la matriarca tradicional y apariencias de perfección tras la riqueza y el privilegio. Sus hijas son Penny (Caitlin Fitzgerald), madre de Cadence; Carrie (Mamie Gummer), madre de Johnny; Bess (Candice King), madre de Mirren; y Ed Patil (Rahul Kohli), novio de Carrie y padre de Gat.

La serie no difiere mucho de la historia literaria, ya que cuenta entre sus filas con la escritora de la novela, y adopta la misma estructura no lineal del libro, alternando entre el presente y los recuerdos fragmentados de Cadence. Los jóvenes disfrutan de su tiempo de ocio en la isla, mientras empezamos a conocer que algo no va bien del todo, y enseguida nos hacemos a los flashes de memoria de la protagonista que nos avisan de que algo se oculta. Mientras estamos entretenidos con las dinámicas familiares, que incluyen discusiones, más secretos y más lucha por el poder y el estatus, se va fraguando la intrahistoria que sorprenderá a los espectadores si no han sido antes lectores de la novela. Pronto conoceremos a una Cadence morena, que no rubia, desconectada del mundo durante mucho tiempo y que vuelve a la isla para su recuperación tras un extraño accidente en el mar, sobre todo para buscar respuestas de lo que ha pasado. Incluso al volver a juntarse con sus tres amigos, todo se vuelve más confuso y nadie quiere darle respuestas directas sobre lo que pasó o cómo pasó. Cadence intentará atar todos los cabos recorriendo los recuerdos de su pasado para enlazarlos finalmente con el trágico suceso que cambiará para siempre su vida más de lo que lo ha hecho.

El trabajo de los protagonistas discurre sin contratiempos y con bastante acierto, sólo opacado por la falta de profundidad en sus personalidades. Sin embargo la trama atrapa con sus idas y venidas y explota en la cara del espectador casi al final.

 Prime Video estrena hoy «Éramos mentirosos», serie basada en la novela homónima de E. Lockhart  

Érase una vez un cuento de hadas en el que una extensa familia real, con su rey, reina, príncipes, princesas y toda la corte, vivía en su castillo de Beechwood Island. La magia, la paz y la armonía reinaban por todas partes hasta que las luchas por el poder y el dinero acabaron mal para todos. Prime Video estrena hoy la serie «Éramosmentirosos» («We Were Liars»), serie de televisión estadounidense basada en la novela homónima de E. Lockhart, publicada en 2014, y que sigue la historia de una familia adinerada repleta de secretos, mentiras y una tragedia que en un solo verano hará temblar todo su mundo.

La historia sigue a Cadence Sinclair Eastman (Emily Alyn Lind), una joven de 17 años perteneciente a la poderosa familia Sinclair, que pasa cada verano en la isla privada de su abuelo, frente a la costa de Massachusetts, Beachwood Island. Junto a sus primos y su amigo (Gat Shubham Maheshwari), forman un grupo apodado «los Mentirosos». El verano en que Cadence cumple 15 años, sufre un misterioso accidente que cambia su vida y la de su familia para siempre. A partir de ese momento, la joven intenta reconstruir lo sucedido entre recuerdos fragmentados y secretos que todos parecen ocultar. La serie oculta, bajo la apariencia de una serie ñoña de adolescentes enamoradizos, un thriller lleno de suspense y misterio con muchas incógnitas. Sin embargo, no engaña y, desde el comienzo, vemos escenas de una persona tirada y abandonada en una playa, de noche, mientras comienza la narración con voz en off e identificamos a Cadence: «Algo terrible me pasó el verano pasado y no sé ni quién ni por qué me hicieron daño». El llamado grupo de los mentirosos lo forman Cadence, Gat, hijo del novio de una de sus tías, y los dos primos, la alocada Mirren Sinclair (Esther McGregor) y Johnny Sinclair (Joseph Zada), todos unidos en una piña e incluso alejados de los adultos. Tienen su propio código, respetan sus maneras de ser y comparten cosas íntimas, gracias a juegos, que no revelan a nadie más.

Por otro lado, esta relación a cuatro podría irse al traste porque la complicidad entre Gat y Cadence parece transformarse en algo más íntimo, incluso con el amor como protagonista. El acercamiento de estos dos, intentando hablar a solas de sus sentimientos, causará un cisma que provocará que los primos queden aparte. Los adultos tienen su propio espacio y también sus propios conflictos. El cabeza de familia, el abuelo, es Harris Sinclair (David Morse), tradicional y juguetón, pero con bastante mal genio. Su mujer, Tipper (Wendy Crewson), representa la imagen de la matriarca tradicional y apariencias de perfección tras la riqueza y el privilegio. Sus hijas son Penny (Caitlin Fitzgerald), madre de Cadence; Carrie (Mamie Gummer), madre de Johnny; Bess (Candice King), madre de Mirren; y Ed Patil (Rahul Kohli), novio de Carrie y padre de Gat.

La serie no difiere mucho de la historia literaria, ya que cuenta entre sus filas con la escritora de la novela, y adopta la misma estructura no lineal del libro, alternando entre el presente y los recuerdos fragmentados de Cadence. Los jóvenes disfrutan de su tiempo de ocio en la isla, mientras empezamos a conocer que algo no va bien del todo, y enseguida nos hacemos a los flashes de memoria de la protagonista que nos avisan de que algo se oculta. Mientras estamos entretenidos con las dinámicas familiares, que incluyen discusiones, más secretos y más lucha por el poder y el estatus, se va fraguando la intrahistoria que sorprenderá a los espectadores si no han sido antes lectores de la novela. Pronto conoceremos a una Cadence morena, que no rubia, desconectada del mundo durante mucho tiempo y que vuelve a la isla para su recuperación tras un extraño accidente en el mar, sobre todo para buscar respuestas de lo que ha pasado. Incluso al volver a juntarse con sus tres amigos, todo se vuelve más confuso y nadie quiere darle respuestas directas sobre lo que pasó o cómo pasó. Cadence intentará atar todos los cabos recorriendo los recuerdos de su pasado para enlazarlos finalmente con el trágico suceso que cambiará para siempre su vida más de lo que lo ha hecho.

El trabajo de los protagonistas discurre sin contratiempos y con bastante acierto, sólo opacado por la falta de profundidad en sus personalidades. Sin embargo la trama atrapa con sus idas y venidas y explota en la cara del espectador casi al final.

 Programación TV en La Razón

Más Noticias