Otra vez, Alexia Putellas. Otra vez, en el centro de la historia. España no viajó a Göteborg solo para certificar un pase que ya tenía casi hecho; lo hizo para ganar, para seguir creciendo y para hacerlo en un escenario con memoria. En el Gamla Ullevi, donde el Barça levantó su primera Champions en 2021 y donde Suecia y España se unieron en 2023 con la pancarta de “Se acabó: Our fight is a global fight”, la capitana volvió a firmar su sello más reconocible: un gol de zurda, ajustado a la escuadra, para sellar la victoria (0-1) y llevar a la Roja a la final de la Nations League. Otra vez, Alexia Putellas. Otra vez, en el centro de la historia. España no viajó a Göteborg solo para certificar un pase que ya tenía casi hecho; lo hizo para ganar, para seguir creciendo y para hacerlo en un escenario con memoria. En el Gamla Ullevi, donde el Barça levantó su primera Champions en 2021 y donde Suecia y España se unieron en 2023 con la pancarta de “Se acabó: Our fight is a global fight”, la capitana volvió a firmar su sello más reconocible: un gol de zurda, ajustado a la escuadra, para sellar la victoria (0-1) y llevar a la Roja a la final de la Nations League.
Otra vez, Alexia Putellas. Otra vez, en el centro de la historia. España no viajó a Göteborg solo para certificar un pase que ya tenía casi hecho; lo hizo para ganar, para seguir creciendo y para hacerlo en un escenario con memoria. En el Gamla Ullevi, donde el Barça levantó su primera Champions en 2021 y donde Suecia y España se unieron en 2023 con la pancarta de “Se acabó: Our fight is a global fight”, la capitana volvió a firmar su sello más reconocible: un gol de zurda, ajustado a la escuadra, para sellar la victoria (0-1) y llevar a la Roja a la final de la Nations League. Las mallorquinas Cata Coll y Mariona Caldentey fueron titulares y Lucía Corrales jugó en la segunda parte.
La selección se presentó con apenas dos cambios respecto a la goleada de la ida (4-0 en Málaga). Sin Salma Paralluelo, lesionada en la rodilla, Claudia Pina repitió como referencia ofensiva y Eva Navarro ocupó el extremo derecho en lugar de Vicky López, a quien Sonia Bermúdez prefiere cuidar por su juventud. Enfrente, una Suecia renovada y valiente, con hasta cuatro caras nuevas —Holmberg, Junttila, Jusu Bah y Schröder—, se propuso demostrar que es mucho mejor de lo que fue hace cuatro días.
Igual que en La Rosaleda, el plan sueco fue presionar arriba, pero esta vez sí pudo mantenerlo. España tuvo más dificultades para imponer su ritmo y circular con fluidez. Dominaba el balón, pero sin filo. Las pérdidas en la salida y arriba provocaron transiciones peligrosas y la sensación de incomodidad creció. Faltó desequilibrio por los costados: Eva Navarro chocó una y otra vez con Sandberg, y Olga Carmona no consiguió proyectarse tanto como acostumbra. Mariona, que se metía por dentro, tampoco halló los espacios que acostumbra a generar.
Vivió España más atascada de lo habitual, pero sin sufrir. La única ocasión clara del primer acto para la Roja llegó a balón parado: un centro perfecto de Mapi León tras una falta sobre Pina, rematado por Paredes desde segunda línea, que se marchó fuera. Suecia, seria y ordenada, amenazó con Kaneryd, Josu y Schröder, jugadoras jóvenes, pero rápidas y atrevidas. En el centro del campo, Zigotti y Lundkvist se multiplicaban para cerrar líneas y cortar cualquier intento de progresión. Ona Batlle salvó un disparo de Schröder y Cata Coll, atenta, atrapó sin apuros un tiro de Kaneryd antes del descanso.
Inconformista, Sonia Bermúdez agitó el partido tras el intermedio. Dio entrada a Martín-Prieto y Jana para buscar la chispa que faltaba. Y la reacción llegó. España se mostró más vertical, más viva. Primero avisó la delantera del Benfica tras un pase profundo de Alexia, y poco después Björn evitó el gol despejando un centro de Olga. También Suecia tuvo su momento, con un disparo de Josu que Cata atajó segura. Pero el destino ya tenía nombre propio.
Alexia Putellas decidió. En el minuto 74, Pina recibió de Aitana en el vértice del área y, tras controlarla con calma, la puso atrás para la capitana, que apareció sola desde segunda línea, y la colocó con la zurda en la escuadra. Otro gol de museo, otro golpeo de los suyos. Bermúdez aprovechó para dar entrada a Clara errajordi, que debutó con solo 17 años, y también a María Méndez y la mallorquina Lucía Corrales. España administró el tramo final con madurez y oficio. No brilló como en la ida, pero volvió a ganar. En Göteborg, donde comenzó una nueva era para el fútbol femenino español, España logró el pase a otra final, la de la Nations League, que se disputará en un mes. Y en medio de todo, como siempre, Alexia
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