¿Cuál es la
situación actual del sector de instalaciones deportivas en España?
El sector de las
instalaciones deportivas en España se encuentra en un momento de
consolidación y crecimiento, reflejo del creciente reconocimiento de
la importancia del ejercicio físico en la mejora de la salud y la
calidad de vida. Con una oferta cada vez más diversificada y una
demanda en aumento, los centros deportivos están evolucionando y
adaptándose a las necesidades de una sociedad más consciente del
bienestar físico y mental.
Sin embargo, el sector
sigue enfrentando importantes desafíos estructurales, como la carga
fiscal elevada que supone el IVA al 21%, una presión impositiva que
desincentiva la práctica deportiva en lugar de fomentarla. En este
contexto, la colaboración con las administraciones públicas es
clave para garantizar que la actividad física sea considerada una
herramienta fundamental de salud pública y no un lujo al que solo
algunos puedan acceder.
¿Cómo ha
evolucionado el sector en los últimos años, especialmente después
de la pandemia?
Las consecuencias de la
COVID-19 aún se sienten en el sector. Según el estudio «Impacto
COVID-19 en Instalaciones Deportivas», las pérdidas ascendieron
a 1.505 millones de euros, con una reducción promedio del 64% en la
facturación de los centros deportivos. Además, la recuperación fue
más lenta debido a restricciones como la obligatoriedad del uso de
mascarilla hasta mayo de 2022.
Sin embargo, otros
factores también agravaron la situación económica del sector, como
la subida de los precios de la energía y el gas, que triplicaron el
gasto en estos suministros. En algunos gimnasios, este coste
representó hasta el 30% de su presupuesto, forzando medidas como el
cierre de piscinas o la reducción de horarios para minimizar gastos.
La pandemia ayudó a
situar la salud en el centro de las prioridades, y la actividad
física se ha consolidado como una herramienta esencial para su
cuidado. Actualmente, seis millones de personas acuden al gimnasio en
España, lo que demuestra la creciente concienciación sobre su
importancia.
¿Cuáles son los
principales retos a los que se enfrentan los empresarios del sector?
Uno de los principales retos es la sostenibilidad económica y
ambiental de las instalaciones deportivas. La gestión eficiente de
los recursos energéticos y la adaptación a normativas
medioambientales son factores clave. Además, la cada vez mayor
competencia obliga a los operadores a diferenciarse mediante valor
añadido y fidelización del cliente. También es crucial la
retención de talento y la formación continua de los profesionales,
quienes deben estar en constante actualización para ofrecer
servicios innovadores y adaptados a las necesidades de los usuarios.
Por último, pero no menos importante, es fundamental que la
normativa y la legislación favorezcan el desarrollo del sector.
¿Cómo afecta la
normativa actual a la gestión de instalaciones deportivas?
La regulación juega un
papel crucial en el sector, pero también puede ser un obstáculo si
no está bien adaptada a la realidad del mismo. Actualmente,
enfrentamos una alta carga burocrática y regulaciones que varían
entre comunidades autónomas, lo que dificulta la operatividad y
expansión de los negocios. Además, aspectos como la gestión
laboral, las licencias y la fiscalidad requieren una revisión para
hacer el sector más competitivo.
Uno de los mayores
problemas a los que se enfrenta el sector es el alto IVA del 21%, una
carga fiscal que penaliza una actividad que promueve la salud y el
bienestar. A pesar de que la Constitución Española, en su artículo
43, señala el fomento de la actividad física y el deporte, el
sector sigue sin recibir una fiscalidad acorde con su impacto
positivo en la sociedad. Otras actividades de ocio no vinculado a la
salud han visto reducciones en su tipo impositivo, mientras que el
deporte sigue gravado con el máximo. Desde FNEID, reclamamos un IVA
reducido, similar al que disfrutan otros sectores
Es fundamental que el
deporte sea tratado fiscalmente como un bien de primera necesidad y
no como un producto de lujo. Reducir el IVA al 10% no solo impulsaría
la competitividad del sector, sino que fomentaría el acceso a la
práctica deportiva, lo que tendría un impacto directo en la salud
de la población y, en consecuencia, en el ahorro de recursos
sanitarios públicos. No tiene sentido que productos menos
beneficiosos para la salud tengan un tratamiento fiscal más
favorable que la actividad física.
Además, es fundamental
avanzar en la implementación de deducciones fiscales en el IRPF para
quienes invierten en su bienestar a través del deporte. Algunas
comunidades autónomas, como la Comunidad Valenciana y La Rioja, o la
Comunidad de Madrid que está pendiente de desarrollo pero dentro
del Programa, ya han dado pasos en esta dirección, permitiendo a los
ciudadanos desgravar parte de su gasto en gimnasios y actividades
deportivas. Extender esta medida a nivel nacional no solo
incentivaría la práctica deportiva, sino que supondría un ahorro
significativo en gasto sanitario, reforzando el papel del ejercicio
físico como un pilar esencial de la salud pública.
¿Existe suficiente
apoyo por parte de las administraciones públicas?
El apoyo institucional ha
mejorado, pero todavía es insuficiente. Durante la pandemia,
logramos que se reconociera la actividad física como esencial, pero
es necesario que este reconocimiento se traduzca en medidas
concretas, como incentivos fiscales, subvenciones para la
modernización de instalaciones y apoyo en la transición ecológica.
Asimismo, es necesario que se fomente la colaboración entre las
administraciones públicas y el sector privado para garantizar
políticas de salud y bienestar.
La aplicación de un IVA
reducido y la inclusión de deducciones fiscales en el IRPF para
quienes invierten en su bienestar a través del deporte deberían ser
medidas prioritarias. Esto no solo aliviaría la carga económica de
los centros deportivos, sino que incentivaría la práctica deportiva
entre la población, generando un beneficio a largo plazo en términos
de salud pública y reducción del gasto sanitario.
¿Qué medidas
propondría la FNEID para mejorar la competitividad del sector?
Desde FNEID abogamos por
un marco normativo más flexible y homogéneo a nivel nacional, el
acceso a ayudas para digitalización y sostenibilidad, y una mayor
colaboración entre el sector público y privado para fomentar la
práctica deportiva. También promovemos el reconocimiento de la
actividad física como parte fundamental del sistema de salud
pública, con programas de prescripción deportiva financiados por la
sanidad pública y el refuerzo de las iniciativas de promoción del
bienestar laboral en las empresas.
Asimismo, trabajamos
activamente para que un porcentaje de las cuotas de los gimnasios
puedan ser deducibles en el IRPF, como ya ocurre en algunas
comunidades autónomas. Incentivar fiscalmente la actividad física
puede suponer un ahorro considerable en gasto sanitario, ya que la
inactividad física tiene un coste estimado de 7.200 millones de
euros anuales para la sanidad pública, según el último informe de
Deloitte.
¿Cuál es la
contribución del sector al PIB y al empleo en España?
El sector del deporte y
el fitness en España representa aproximadamente el 3,3% del PIB
nacional y genera más de 400.000 empleos, según un informe de OBS
Business School publicado en marzo de 2024. Además, según el
informe de Deloitte, en 2023, la facturación del sector del fitness
en España fue de 2.305 millones de euros, con 4.693 gimnasios
operativos y 5,714 millones de usuarios. Más allá del impacto
económico, su contribución a la salud pública es innegable,
reduciendo costes sanitarios y mejorando la calidad de vida de la
población. Cada euro invertido en actividad física representa un
ahorro de hasta 15 euros en gasto público sanitario y farmacéutico.
No podemos seguir viendo
la práctica deportiva como un gasto, sino como una inversión en
salud. La reducción del IVA y la inclusión de deducciones fiscales
no solo beneficiarían al sector, sino que supondrían un gran
impacto en la reducción de enfermedades crónicas y en la mejora de
la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Cómo están
afrontando las instalaciones deportivas la competencia con modelos
como los gimnasios low-cost o las apps de entrenamiento en casa?
Como decía
anteriormente, la clave está en la diferenciación. Nuestro sector
cuenta con la virtud de tener una amplísima oferta de servicios,
cada modelo potencia sus aspectos diferenciales. Es una competencia
sana y todos los modelos son válidos, cada uno para las necesidades
de los usuarios.
Las apps son otra cosa,
no existe el contacto entre personas, en general, no se sabe quien
está detrás, qué formación tiene, etc., entendemos que es otro
producto. En muchas ocasiones son un complemento para las personas
que vienen a las instalaciones de manera física.
El futuro del sector es
prometedor, pero requiere un esfuerzo conjunto entre empresas,
administraciones y sociedad para consolidar el papel del deporte como
un motor de salud, economía y bienestar.
Las pérdidas económicas de las instalaciones deportivas ascendieron a 1.505 millones de euros durante la COVID-19 con un desplome en la facturación del 64%. Cinco años después de la pandemia, el sector sigue enfrentando importantes desafíos estructurales, como la carga fiscal elevada que supone el IVA al 21%, denuncia Alberto García, director general de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID)
¿Cuál es la situación actual del sector de instalaciones deportivas en España?
El sector de las instalaciones deportivas en España se encuentra en un momento de consolidación y crecimiento, reflejo del creciente reconocimiento de la importancia del ejercicio físico en la mejora de la salud y la calidad de vida. Con una oferta cada vez más diversificada y una demanda en aumento, los centros deportivos están evolucionando y adaptándose a las necesidades de una sociedad más consciente del bienestar físico y mental.
Sin embargo, el sector sigue enfrentando importantes desafíos estructurales, como la carga fiscal elevada que supone el IVA al 21%, una presión impositiva que desincentiva la práctica deportiva en lugar de fomentarla. En este contexto, la colaboración con las administraciones públicas es clave para garantizar que la actividad física sea considerada una herramienta fundamental de salud pública y no un lujo al que solo algunos puedan acceder.
¿Cómo ha evolucionado el sector en los últimos años, especialmente después de la pandemia?
Las consecuencias de la COVID-19 aún se sienten en el sector. Según el estudio «Impacto COVID-19 en Instalaciones Deportivas», las pérdidas ascendieron a 1.505 millones de euros, con una reducción promedio del 64% en la facturación de los centros deportivos. Además, la recuperación fue más lenta debido a restricciones como la obligatoriedad del uso de mascarilla hasta mayo de 2022.
Sin embargo, otros factores también agravaron la situación económica del sector, como la subida de los precios de la energía y el gas, que triplicaron el gasto en estos suministros. En algunos gimnasios, este coste representó hasta el 30% de su presupuesto, forzando medidas como el cierre de piscinas o la reducción de horarios para minimizar gastos.
La pandemia ayudó a situar la salud en el centro de las prioridades, y la actividad física se ha consolidado como una herramienta esencial para su cuidado. Actualmente, seis millones de personas acuden al gimnasio en España, lo que demuestra la creciente concienciación sobre su importancia.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los empresarios del sector?
Uno de los principales retos es la sostenibilidad económica y ambiental de las instalaciones deportivas. La gestión eficiente de los recursos energéticos y la adaptación a normativas medioambientales son factores clave. Además, la cada vez mayor competencia obliga a los operadores a diferenciarse mediante valor añadido y fidelización del cliente. También es crucial la retención de talento y la formación continua de los profesionales, quienes deben estar en constante actualización para ofrecer servicios innovadores y adaptados a las necesidades de los usuarios. Por último, pero no menos importante, es fundamental que la normativa y la legislación favorezcan el desarrollo del sector.
¿Cómo afecta la normativa actual a la gestión de instalaciones deportivas?
La regulación juega un papel crucial en el sector, pero también puede ser un obstáculo si no está bien adaptada a la realidad del mismo. Actualmente, enfrentamos una alta carga burocrática y regulaciones que varían entre comunidades autónomas, lo que dificulta la operatividad y expansión de los negocios. Además, aspectos como la gestión laboral, las licencias y la fiscalidad requieren una revisión para hacer el sector más competitivo.
Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el sector es el alto IVA del 21%, una carga fiscal que penaliza una actividad que promueve la salud y el bienestar. A pesar de que la Constitución Española, en su artículo 43, señala el fomento de la actividad física y el deporte, el sector sigue sin recibir una fiscalidad acorde con su impacto positivo en la sociedad. Otras actividades de ocio no vinculado a la salud han visto reducciones en su tipo impositivo, mientras que el deporte sigue gravado con el máximo. Desde FNEID, reclamamos un IVA reducido, similar al que disfrutan otros sectores
Es fundamental que el deporte sea tratado fiscalmente como un bien de primera necesidad y no como un producto de lujo. Reducir el IVA al 10% no solo impulsaría la competitividad del sector, sino que fomentaría el acceso a la práctica deportiva, lo que tendría un impacto directo en la salud de la población y, en consecuencia, en el ahorro de recursos sanitarios públicos. No tiene sentido que productos menos beneficiosos para la salud tengan un tratamiento fiscal más favorable que la actividad física.
Además, es fundamental avanzar en la implementación de deducciones fiscales en el IRPF para quienes invierten en su bienestar a través del deporte. Algunas comunidades autónomas, como la Comunidad Valenciana y La Rioja, o la Comunidad de Madrid que está pendiente de desarrollo pero dentro del Programa, ya han dado pasos en esta dirección, permitiendo a los ciudadanos desgravar parte de su gasto en gimnasios y actividades deportivas. Extender esta medida a nivel nacional no solo incentivaría la práctica deportiva, sino que supondría un ahorro significativo en gasto sanitario, reforzando el papel del ejercicio físico como un pilar esencial de la salud pública.
¿Existe suficiente apoyo por parte de las administraciones públicas?
El apoyo institucional ha mejorado, pero todavía es insuficiente. Durante la pandemia, logramos que se reconociera la actividad física como esencial, pero es necesario que este reconocimiento se traduzca en medidas concretas, como incentivos fiscales, subvenciones para la modernización de instalaciones y apoyo en la transición ecológica. Asimismo, es necesario que se fomente la colaboración entre las administraciones públicas y el sector privado para garantizar políticas de salud y bienestar.
La aplicación de un IVA reducido y la inclusión de deducciones fiscales en el IRPF para quienes invierten en su bienestar a través del deporte deberían ser medidas prioritarias. Esto no solo aliviaría la carga económica de los centros deportivos, sino que incentivaría la práctica deportiva entre la población, generando un beneficio a largo plazo en términos de salud pública y reducción del gasto sanitario.
¿Qué medidas propondría la FNEID para mejorar la competitividad del sector?
Desde FNEID abogamos por un marco normativo más flexible y homogéneo a nivel nacional, el acceso a ayudas para digitalización y sostenibilidad, y una mayor colaboración entre el sector público y privado para fomentar la práctica deportiva. También promovemos el reconocimiento de la actividad física como parte fundamental del sistema de salud pública, con programas de prescripción deportiva financiados por la sanidad pública y el refuerzo de las iniciativas de promoción del bienestar laboral en las empresas.
Asimismo, trabajamos activamente para que un porcentaje de las cuotas de los gimnasios puedan ser deducibles en el IRPF, como ya ocurre en algunas comunidades autónomas. Incentivar fiscalmente la actividad física puede suponer un ahorro considerable en gasto sanitario, ya que la inactividad física tiene un coste estimado de 7.200 millones de euros anuales para la sanidad pública, según el último informe de Deloitte.
¿Cuál es la contribución del sector al PIB y al empleo en España?
El sector del deporte y el fitness en España representa aproximadamente el 3,3% del PIB nacional y genera más de 400.000 empleos, según un informe de OBS Business School publicado en marzo de 2024. Además, según el informe de Deloitte, en 2023, la facturación del sector del fitness en España fue de 2.305 millones de euros, con 4.693 gimnasios operativos y 5,714 millones de usuarios. Más allá del impacto económico, su contribución a la salud pública es innegable, reduciendo costes sanitarios y mejorando la calidad de vida de la población. Cada euro invertido en actividad física representa un ahorro de hasta 15 euros en gasto público sanitario y farmacéutico.
No podemos seguir viendo la práctica deportiva como un gasto, sino como una inversión en salud. La reducción del IVA y la inclusión de deducciones fiscales no solo beneficiarían al sector, sino que supondrían un gran impacto en la reducción de enfermedades crónicas y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Cómo están afrontando las instalaciones deportivas la competencia con modelos como los gimnasios low-cost o las apps de entrenamiento en casa?
Como decía anteriormente, la clave está en la diferenciación. Nuestro sector cuenta con la virtud de tener una amplísima oferta de servicios, cada modelo potencia sus aspectos diferenciales. Es una competencia sana y todos los modelos son válidos, cada uno para las necesidades de los usuarios.
Las apps son otra cosa, no existe el contacto entre personas, en general, no se sabe quien está detrás, qué formación tiene, etc., entendemos que es otro producto. En muchas ocasiones son un complemento para las personas que vienen a las instalaciones de manera física.
El futuro del sector es prometedor, pero requiere un esfuerzo conjunto entre empresas, administraciones y sociedad para consolidar el papel del deporte como un motor de salud, economía y bienestar.
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